Navidad, el Apóstol Santiago y nuestra siembra
Paz y bien!
Es cierto. Pasada la Navidad sentimos que se termina un espacio de vida eterna, que se termina la magia y la ilusión; el mundo lo razona y lo vive así. Los que de un modo u otro estamos comprometidos con el Señor nos preguntamos ¿Dónde nos hemos estancado? ¿Que hacer? Preguntas-respuestas a seguir caminando, seguir sembrando.
Había reflexionado en el blog que saber callar en el dolor es heroísmo, en el sentido de guardarme mis cruces, en el momento de trabajar para el Reino. Entonces, actuar desde el dolor, también es heroísmo.
¿Y la luz que tanto hemos pedido, la alegría que hemos gritado, la esperanza que tendríamos que haber renovado? ¿Vamos a seguir el ritmo de esta sociedad? ¿Vamos a rebajar también nuestra entrega, entusiasmo, testimonio e ilusión? se interroga Angelo con espíritu crítico; casi como un grito desesperado agrega ¡Nos queda la fe después de Navidad, a trabajar con ella!
Y ese es el sentido que le da el Apóstol Santiago a la fe en su carta, que es particularmente dura, pero de altísimo consuelo.
Sigo sembrando, aún desde el dolor, sin heroísmos.
¡Gloria a Dios!
___
Santiago 2, 14-26 // Miqueas 6, 8
Mt 7, 21
Es cierto. Pasada la Navidad sentimos que se termina un espacio de vida eterna, que se termina la magia y la ilusión; el mundo lo razona y lo vive así. Los que de un modo u otro estamos comprometidos con el Señor nos preguntamos ¿Dónde nos hemos estancado? ¿Que hacer? Preguntas-respuestas a seguir caminando, seguir sembrando.
Había reflexionado en el blog que saber callar en el dolor es heroísmo, en el sentido de guardarme mis cruces, en el momento de trabajar para el Reino. Entonces, actuar desde el dolor, también es heroísmo.
¿Y la luz que tanto hemos pedido, la alegría que hemos gritado, la esperanza que tendríamos que haber renovado? ¿Vamos a seguir el ritmo de esta sociedad? ¿Vamos a rebajar también nuestra entrega, entusiasmo, testimonio e ilusión? se interroga Angelo con espíritu crítico; casi como un grito desesperado agrega ¡Nos queda la fe después de Navidad, a trabajar con ella!
Y ese es el sentido que le da el Apóstol Santiago a la fe en su carta, que es particularmente dura, pero de altísimo consuelo.
Hermanos, ¿qué provecho saca uno cuando dice que tiene fe, pero no la demuestra con su manera de actuar? ¿Será esa fe la que lo salvará? (...) la fe que no se demuestra con obras está completamente muerta.Diría el Apóstol Santiago «no me vengan con cuentos...» en esto de decir y hacer: el hombre interiormente dividido, será inconstante en todos sus caminos; el profeta Miqueas la hace más simple todavía, pero no menos dura «Ya se te ha dicho hombre lo que es bueno y lo que el Señor te exige: tan solo que practiques la justicia, que sepas amar y te portes humildemente con tu Dios»
Y sería fácil rebatir a cualquiera: «Tu tienes la fe y yo hago el bien, ¿dónde está tu fe que no produce nada? Yo por mi parte te mostraré mi fe por el bien que hago. Crees tu que hay un solo Dios? Muy bien. No olvides que los demonios creen y sin embargo tiemblan»
Hombre tonto, ¿quieres convencerte de que la fe que no actúa no sirve? Acuérdate de Abraham, nuestro padre. ¿No fue reconocido justo por sus obras sacrificando a su hijo Isaac en el altar? Y ya ves: la fe inspiraba sus obras y por las obras su fe llegó a la perfección (...) y fue llamado amigo de Dios.
Ya lo ven, son las obras las que hacen justo al hombre y no solo la fe. Así como el cuerpo sin el Espíritu está muerto, del mismo modo la fe que no produce obras está muerta.
Sigo sembrando, aún desde el dolor, sin heroísmos.
¡Gloria a Dios!
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Santiago 2, 14-26 // Miqueas 6, 8
Como me alegra que hables de fe, ahora que el Papa ha declarado el año de la fe, a partir de octubre, con motivo del 50 aniversario del Vaticano II, y de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, es una ocasión para pedir la fe a Dios que es que nos la da y aumenta cada dia.
ResponderBorrarUn abrazo
Como me alegra que hables de fe, ahora que el Papa ha declarado el año de la fe, a partir de octubre, con motivo del 50 aniversario del Vaticano II, y de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, es una ocasión para pedir la fe a Dios que es que nos la da y aumenta cada dia.
ResponderBorrarUn abrazo
Hola Claudio, que bien me hace visitarte.....tienes un alma bellisima y Hoy me muestra la Fé con obras.....Yo me vi un dia agotada y muerta por dentro, una prueba del Señor que hizo que comprendiera que la Fé se me dá cada dia en una medida que no debo ni propasar ni quedarme corta ....pido al Espiritu Santo me inspire siempre y no deje a mis fuerzas hacer lo que no pueden...y si, la humildad se me acerca dulcemente y me hace ver mi pobreza con alegria interior, esta que me deja una Paz grande y me confirma que soy la amada del Señor.....solo desde el amor entiendo cosas que a veces ni razonarlas puedo......te sigo.
ResponderBorrarY Dios que ve en lo escondido hará que esa siembra de fruto... aunque tú no lo veas...
ResponderBorrarUn abrazo.