30 de enero de 2012

El reflejo de la luz eterna


Paz y bien
Sab. 7, 21-30

“Yo conocí todo lo que se ve y lo que está oculto, 
porque la Sabiduría lo hizo todo y me lo enseñó

En ella hay un espíritu inteligente, santo, único,
múltiple, delicado, móvil, distinto, claro,
puro y que no se corrompe, 
amante del bien, agudo,
irrefrenable, bienhechor, amigo del hombre,
firme, seguro, sereno,
que puede hacer todo y observa todo.

Ella penetra en todos los espíritus:
los inteligentes, los puros y delicados.
La Sabiduría supera en movilidad 
a cualquier cosa que se mueva,
todo lo atraviesa y lo penetra, gracias a su pureza.

Ella es un derrame del poder de Dios,
una emanación pura de la Gloria del Todopoderoso,
en la cual no penetra ninguna cosa manchada.
Es un reflejo de la luz eterna,
un espejo limpio de la actividad de Dios,
una imagen de su perfecta bondad.

Siendo única lo puede todo,
sin salir de si misma lo renueva todo,
viene a las almas santas a lo largo de los tiempos
y hace de ellas amigos de Dios y profetas,
porque Dios ama solamente a los que viven con la sabiduría.

Es ella, en efecto, más bella que el sol,
más hermosa que el cielo estrellado.
Ella es más luz que la luz
porque la luz se deja vencer por la noche,
pero contra la sabiduría el mal no puede prevalecer.”

El cristiano considera su unión con Dios más preciosa que su misma vida. Procura compartir ésta sabiduría con los que lo rodean y hace que sus vecinos, sus hermanos, su familia avancen cada día más es esa misma amistad. 

No es más sabio el que más conocimientos tiene, sino el que mejor sabe transmitirlos a los demás, sobre  todo cuando lo que transmite es la amistad con Dios.

Fraternalmente, 

2 comentarios:

  1. Que bello muro, amigo.
    Estos versículos son los que más me emosionaron: "Es un reflejo de la luz eterna,un espejo limpio de la actividad de Dios,una imagen de su perfecta bondad."
    Gracias por traernos tanta frescura celestial.
    Un abrazo.

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  2. Y esa amistad con Dios... lo llena todo.
    Te abrazo.

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«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.