27 de febrero de 2012

Evangelios molestos

Paz y bien
2 Timoteo 3, 15-16; 4, 2
 
Los Evangelios son para los cristianos los libros que expresan toda su fe; San Pablo dice que “...todos los textos de la Escritura son inspirados por Dios para enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar para el bien” y que “...ellas te darán la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús”.

Con los Evangelios no se puede jugar como si estuviéramos deshojando una margarita «Evangelio si, Evangelio no; Evangelio ahora, Evangelio ahora no».

A los Evangelios no se le pueden subrayar páginas o frases; todo el Evangelio en su integridad ha de ser subrayado, marcado, porque todo él ha de ser vivido en toda su plenitud, en toda su dimensión, en todas su variadas vertientes y aplicaciones vitales.

Se ha escrito un libro con el título de Evangelios Molestos; es que si nos ponemos a vivirlo en toda su dimensión, todo el Evangelio es molesto, por la sencilla razón de que para cumplirlo debemos esforzarnos, negarnos y siempre resulta molesto, negarse a si mismo y a sus gustos y conveniencias.

El Evangelio no pasó «en aquel tiempo», sino que debe pasar «en este tiempo»... no se predicó «para aquellas gentes», sino que se predica «para nosotros».

Pero cada uno de nosotros tiene que hacer que las palabras del Señor sean vida de su vida pues “vendrá un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que se buscarán un montón de maestros según sus deseos”.

Los Evangelios no se nos pueden caer de las manos; hay que hacer de él una constante revisión de vida, hasta llegar a ver, juzgar y actuar según sus normas y su espíritu.

Fraternalmente,

Suyo es el reino, el poder y la gloria!


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Huellas del amigo Milagro

5 comentarios:

  1. Y mientras más se entra en ellos, más vida descubrimos.

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  2. ¡El Señor siempre es nuevo y sorprendente! Es un amigo que no cansa jamás. El mejor amigo del hombre.
    Un abrazo.

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  3. Tienen forma de alas; si no se agitan, pesan.

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  4. En la Fé estoy inmersa en el evangelio....cuando por la Gracia acojo la Palabra veo que se hace carne en mi.....sin el evangelio dentro de nosotros, con una experiencia real dentro de nosotros estoy perdida. Doy Gracias a Dios por esta Gracia..la de desear y querer alimentarme de su Palabra a cada momento ..a Su Tiempo...

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  5. Gracias por esta reflexión tiene razón la palabra de Dios cuándo realmente se toma en serio transforma, llena, alimenta de vida no ayuda a ser verderos evangelios vivós dónde otros puendan leer en nosotros a Cristo cuándo nos dejamos penetra y llenar de su palabra muy unidos en oración yun abrazo fuerte gracias

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