El rincocito de María - VII

Paz y bien

El Espíritu de Dios condujo a María a través de las promesas del Antiguo Testamento a la realidad de la redención, la iluminó para comprender las antiguas profecías, no le ocultó lo que había dado a conocer a los profetas; no podía ella ser menor a aquellos, ya que es invocada por la Iglesia como “Reina de los profetas”

El cristiano si se deja conducir por las mociones del Espíritu Santo y dirigir por sus luces, llegará a una eminente santidad y la luz de la fe lo iluminará para conocer las cosas de Dios y gustar de ellas.

El Espíritu Santo obró en María la mayor obra humana y divina: la encarnación del Hijo de Dios, y también en nosotros por medio de María obrará la maravilla de nuestra santificación.
María, no hay alabanza digna de ti, Virgen Inmaculada, porque en tu seno has llevado al que ni el cielo puede contener. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Fraternalmente, 



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Cinco Minutos de María

Comentarios

  1. Muy verdadero lo que dices.
    Dios te guarde y María-Virgen te ayude siempre.
    Gracias por tus letras.
    Feliz día de María
    Unidos en Cristo

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