Te damos gracias, María

Virgen más bella que el sol,
porque nos has dado a Cristo,
porque nos has dado a Dios.
Bendigan escuadras angélicas a María,
bendigan espíritus celestiales al Señor;
bendigan luna y sol a María,
bendigan claras estrellas al Señor,
bendiga el cielo azul a María,
bendigan las nieves blancas al Señor
bendigamos los hijos a María
bendigamos los hombres al Señor 
Madre de todas las edades, que niñez, juventud, adultez y ancianidad alaben al Señor y te alaben a ti.

Señora del Divino Llanto, ruega por nosotros..!

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