Tus zonas erróneas
Paz y bien
Leía en el libro de auto ayuda -cuyo título sirve de título a esta entrada- escrito por el Dr. Wayme Dyer
No es posible prescindir de la cruz en la vida; pero no nos engañemos en imaginar cruces raras; la cruz toma la forma de una y mil circunstancias diarias en nuestra vida.
El cumplimiento de nuestros múltiples deberes suele ser cruz que gravita sobre nuestros hombros; la fiel ejecución de nuestras obligaciones familiares, profesionales, laborales..., la práctica sincera del amor a todos, aun a los que no nos resultan simpáticos..., la puesta al servicio de los demás, aun a costa de nuestra propia incomodidad, para que los demás estén bien y se sientan cómodos..., la aceptación de las cosas molestas que nosotros no buscamos, pero que nos vinieron solas, sin saber de donde ni por qué.... Todo eso constituye frecuentemente una pesada cruz, o no, pero una cruz al fin.
Feliz aquel que sufre y sabe para qué sufre, feliz el que sufre para que los otros sufran menos. La verdadera cruz cristiana tiene como brazo vertical la tensión hacia el cielo y como trazo horizontal el esfuerzo continuo por mejorar el mundo.
Fraternalmente,
Leía en el libro de auto ayuda -cuyo título sirve de título a esta entrada- escrito por el Dr. Wayme Dyer
La próxima vez que tengas que decidir acerca de tu propia vida, que tengas que hacer una elección personal, hazte a ti mismo una pregunta muy importante: “¿Cuánto tiempo voy a estar muerto?” Ante esa perspectiva eterna, puedes decidir ahora lo que prefieres, lo que eliges, y dejar a los que siempre estarán vivos las preocupaciones, los temores, la cuestión de si te lo puedes permitir y la culpabilidad. Si no empiezas a actuar de esta manera, ya puedes formularte la posibilidad concreta de vivir toda tu vida tal como los demás piensan que debería ser. Ciertamente si tu estancia en la tierra es tan corta debería ser por lo menos agradable. En pocas palabras, se trata de tu vida, haz con ella lo que tu quieras.Adiós a los cánones, a los patrones de conducta, a las cruces..., la máxima es «...debes confiar en tu capacidad de sentir emocionalmente lo que elijas sentir en cualquier momento dado de tu vida.»
No es posible prescindir de la cruz en la vida; pero no nos engañemos en imaginar cruces raras; la cruz toma la forma de una y mil circunstancias diarias en nuestra vida.
El cumplimiento de nuestros múltiples deberes suele ser cruz que gravita sobre nuestros hombros; la fiel ejecución de nuestras obligaciones familiares, profesionales, laborales..., la práctica sincera del amor a todos, aun a los que no nos resultan simpáticos..., la puesta al servicio de los demás, aun a costa de nuestra propia incomodidad, para que los demás estén bien y se sientan cómodos..., la aceptación de las cosas molestas que nosotros no buscamos, pero que nos vinieron solas, sin saber de donde ni por qué.... Todo eso constituye frecuentemente una pesada cruz, o no, pero una cruz al fin.
Feliz aquel que sufre y sabe para qué sufre, feliz el que sufre para que los otros sufran menos. La verdadera cruz cristiana tiene como brazo vertical la tensión hacia el cielo y como trazo horizontal el esfuerzo continuo por mejorar el mundo.
Fraternalmente,
Bendita Cruz que hace que el sufrimiento sea una salida a la Luz.....amenazados de Resurreccion es lo que somos y esto es una Alegria inagotable. Gracias por tu post Claudio...estupendo como siempre. un beso y gracias por tu felicitacion...acuerdate de mi en tu oracion de Hoy vale?
ResponderBorrargracias por esta reflexión sabe todo TODO pasa en la vida y sólo tenemos este momento presente para cargar la cruz y de nosotros depende cargarla con alegría o continuar estancado en nuestros errores que Dios no de la gracias de ser persona vliente al llevar la cruz y¡cuántas lágrimas cuesta el llegar a besar la cruz!gracias que Dios cuide siempre de ti muy unidos en oración y un abrazo fuerte
ResponderBorrarSuspendido sobre uno de los Sagrarios ante los que me arrodillo, hay un crucificado de marfil, es una talla pequeña y presenta un cuerpo exageradamente retorcido, como queriendo subrayar el gran tormento… pero sin embargo, su cara es apacible, tiene toda la paz del mundo en su semblante…eso… lo que tu escribes… es feliz en su sufrir porque sabe para que sufre… sufre para regalarnos la vida eterna… sufre para sacarnos de todos los abismos… y ante esa imagen … muchas veces… he rogado a Dios que me permitiera sufrir de esa manera… siendo alegre, a pesar de las desdichas, sabiendo agarrar mi cruz, mis cruces… solo por amor a esa otra Cruz en donde TODO fue dado por mi… y verdaderamente muchas veces lo consigo, agarro mi cruz y me la echo al hombro y siento que es un regalo porque a través de ella puedo ofrecerme…
ResponderBorrarGracias, inmensas gracias por hacerme sentir hoy, con esta entrada, que en lo hondo todo es alegría.
Te abrazo.