24 de marzo de 2012

María, el espejo

Paz y bien

Si Cristo es la luz, María es el espejo que refleja fielmente esa luz. Es la más semejante a Jesús, la más perfecta imagen del Hijo de Dios en cuya contemplación el Padre se complace graciosamente.

San Pablo nos dice que todos los cristianos estamos llamados a hacernos semejantes a Jesucristo; nadie más semejante a Él que su propia madre.

Luego, esforzándonos en asemejarnos a María, nos estamos acercando a la semejanza con Jesús. La madre imprime sus rasgos en el hijo; dejemos que la Madre del cielo realice en nosotros esa función maternal, que nos haga cada vez más semejantes a Jesús por la gracia y las virtudes.

Fraternalmente,

 
Dominus Providebit

2 comentarios:

  1. Al ser yo madre , es garantia para mirarme en la Señora....Ella es el espejo mas fidedigno realmente del Hijo....Es magnifico pensar que sin perder el referente en Ella ya podemos ver mucho de cielo aqui en la tierra....feliz fin de semana Claudio.

    ResponderBorrar

«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.