13 de marzo de 2012

Fe, una cuestión de corazón y vida


Paz y bien

El hombre necesita de la fe, ha de vivir con fe y ha de obrar por la fe. La fe no es una cuestión solamente de entendimiento; es también y sobre todo, cuestión de corazón y vida.

Por eso, porque es una cuestión de corazón, de amor, cien dudas y objeciones no llegan a turbar la fe; aunque también es cierto que cien argumentos y razones no son capaces de hacer surgir un acto de fe.

La fe es la luz que ilumina el camino a seguir; es la respuesta por todas las objeciones; es la fuerza para todas las pruebas; es el bálsamo que suaviza todos los dolores; es la pañuelo que enjuga todas las lágrimas; es el color que alegra todos los panoramas.

No hagas caso al que no cree; va en tinieblas, no puede dar luz para el que no tiene; haz caso al creyente: está seguro del terreno que pisa, de la ruta por la que camina, de la meta que se ha puesto.

El justo vive por la fe, porque vive de la fe, es justo y porque es justo, es feliz y porque es feliz, transmite felicidad. La luz que lo ilumina, clarifica el espacio que lo circunda.

Fraternalmente,

2 comentarios:

  1. Que bien hablas de la Fé Claudio!!! Hay que pedirla con sencillez y dejarse llevar por el que es la Fé en Persona...mi Señor Jesus...verlo en cada acontecimiento y en cada Persona...pero sobre todo verlo dentro de mi misma!!....A El le gusta ir creciendo desde dentro.....y tu me lo transmites....Gracias.

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  2. Los colores duermen hasta que reciben la luz. Sin luz, no hay colores, sin el don del Logos, no hay sentido.
    Un abrazo.

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«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.