Antes de proseguir hago una observación. La casa no me ha parecido la de Nazaret, bien conocida. Al menos la habitación es muy distinta. Con respecto al huerto - jardín, debo decir que es también más amplio; además, se ven los campos, no muchos, pero... los hay. Después, ya casada María, sólo está el huerto (amplio, eso sí, pero sólo huerto). Y esta habitación que he visto no la he observado nunca en las otras visiones. No sé si pensar que por motivos pecuniarios los padres de María se hubieran deshecho de parte de su patrimonio, o si María, dejado el Templo, pasó a otra casa, que quizás le había dado José. No recuerdo si en las pasadas visiones y lecciones recibí alguna vez alusión segura a que la casa de Nazaret fuera la casa natal.
Te das cuenta que en nuestro caminar, aunque tengamos pocos años, podemos entrar en esta "vejez"......El tremendo "hombre viejo" que llevamos dentro y que tenemos que ir matando poco a poco a golpe de Gracia....es nuestro combate cotidiano.....
ResponderBorrarPero El que nos conoce, que "lo" conoce tan bien... sabe como hacerlo, aunque a veces nos dé un buen pescozón, por lo testarudos que somos.....Sabes? he vivido el privilegio de tener a mi padre conmigo sus tres ultimos años de vida, se fué al Padre con 91 años...y me enseñó el secreto de saber vivir hasta el final...él no perdió nunca la capacidad de SORPRENDERSE !!.....y ahí está la clave, hacia de cualquier cosa repetida una cosa NUEVA y refrescante!!.....artista hasta la médula.....y siempre me decia que no perdiera el SENTIDO del HUMOR...básico para reirse de uno mismo y no perder el NORTE.......
A la Pascua que vamos no Claudio? je......con coraje, y brio.....y la sonrisa del corazón. Ya está.un abrazo
A veces "dejarse hacer" es mucho más difícil que "hacer". Ciertamente es un camino aparentemente contradictorio, como el de dejarse flotar para no hundirse.
ResponderBorrarUn abrazo
Amén
ResponderBorrarte pido que me perdones
ResponderBorrarsi solo en esta hora tranquila caigo en la cuenta de cuanto me has amado
y concédeme que, al menos ahora, mire con mucha gratitud
hacia el destino feliz que me tienes preparado
y hacia el cual me orientaste en el primer momento de mi vida.gracias amigo los años pasa en cada uno de nosotros y muchas veces no sabemos envejecer que ÉL nos de la gracias de envejecer como un autentico cristiano que sólo busco amarle muy unidos en oración y un abrazo muy fuerte me ha gustado tu oración gracias
Muchas gracias,Claudio, me llega muy dentro tu oración y la hago mía, a punto de hacer la última ola.
ResponderBorrarQué hermoso texto el tuyo y tan lleno de realidades que me dejan sin palabras.
Un beso
Me conmueve mucho tu texto.
ResponderBorrarTodos, si Dios quiere, atardeceremos, iremos gastando nuestro último rayo de sol hasta desaparecer tras el horizonte…
Que Él quiera regalarnos la paz en nuestro ocaso y que sepamos poner la mirada en la esperanza de alcanzar algún día la bienaventuranza eterna.
Te abrazo.