El dolor de María Santísima...
¡Oh, Padre, devuélveme a mi Hijo! Que lo vea regresar como Hombre y no como un cadáver, como a Rey y no como a un sentenciado. Después, lo sé. El volvera a Tí, al cielo. Pero lo habré visto curado de tanto mal, lo habré visto fuerte después de su gran debilidad, lo habré visto triunfante después de su gran lucha, lo habré visto como a Dios después de que tanto sufrió por los hombres. Me sentiré feliz aun cuando no lo tenga cerca. Sabré que estará contigo, Padre Santo, sabré que para siempre está fuera del dolor... pero ahora, ahora no puedo olvidar que está en el sepulcro, está allí muerto por los dolores que le hicieron sufrir, que Él, mi Hijo Dios, está sujeto a la suerte de los hombres en la oscuridad del sepulcro, Él tu viviente.
Padre, Padre, escucha a tu sierva. Por aquel “si”...nunca te he pedido nada porque he obedecido tu voluntad, tu voluntad que es la mía. Nada debía exigirte por haber sacrificado mi voluntad a Ti, Padre Santo. ¡Pero ahora, ahora, por aquel “si” que di al Angel mensajero, escúchame, oh Padre! Lo que sufro, lo ofrezco por el bien de los hombres. Pero confórtame ahora, Padre. ¡Padre, piedad! ¡Piedad, Hijo mío! ¡Piedad Espíritu divino! Acuérdate de tu Virgen.
†
Dominus Providebit
___
El Hombre Dios, Revelaciones a Maria Valtorta, tomo XI Pag. 652-653
Maria terá aceitado toda a Paixão de Cristo seu filho como um acontecimento próprio de Deus.
ResponderBorrarEle o seu Filho Jesus ofereceu-se por todos os povos de todas as Nações e credos.
Só Ele poderia tê-lo feito.
Só Ele nos poderia provar o Seu poder e a Sua Gloria frente à morte.
Quando dizemos que não temos fé, esquecemo-nos de Jesus Ressuscitado cheio de poder e Glória para sempre. e Ressurreição