18 de junio de 2012

Con la misma moneda

Paz y bien

Romanos 2, 1-3

Uno sabe muy bien sabido que todos estamos inclinados a pagar siempre con la misma moneda: ¿por qué no capitalizamos ese instinto general?

Si alabamos a todos, aún en sus cosas más insignificantes, si siempre tenemos para todos palabras de comprensión y estímulo, si miramos a todos con ojos de bondad y dejamos que ellos brillen, no contra nuestra voluntad, sino contribuyendo a su brillo, estaremos seguros que los demás nos pagarán con la misma moneda y también seremos comprendidos, ayudados, seremos bien mirados, recibiremos ayuda en todo momento y para todo.

Si nos damos a todos con plenitud; si sabemos negarnos satisfacciones, para que las tengan los otros... si nuestro gozo consiste en que gocen los demás, también nos devolverán la misma moneda y los otros vivirán para que seamos verdaderamente felices.
«Por eso, tu que pretendes ser juez de los demás -no importa quien seas- no tienes excusas, porque al juzgar a los otros, te condenas a ti mismo, ya que haces lo mismo que condenas. Sabemos que Dios juzga de acuerdo con la verdad a los que se comportan así. Tu que juzgas a los que hacen esas cosas e incurres en lo mismo, acaso ¿piensas librarte del juicio de Dios?»
Da y te darán... date y se te darán. Si bien no debes hacerlo por esa razón, es decir, esperando la recompensa, ten presente que Dios suele premiar ya en este mundo con la misma moneda que nosotros utilizamos.

Fraternalmente,


† 
Dominus Providebit

1 comentario:

  1. Solo desde la Gratuidad se puede vivir en la Verdad....De Ella recibimos todo y asi hemos de darlo...dando con Alegria sabiendo que no es nuestro lo que recibimos..se nos Dá para compartirlo, al guardarlo se pudre!! y rapidamente.....

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