14 de junio de 2012

Somos hijos de Dios..

Paz y bien

He aquí cuáles son los caminos del Señor, descriptos por un soldado:
«Pedí a Dios fuerza, para poder realizar; fui tornado débil, para poder aprender a obedecer humildemente.

Pedí auxilio, para poder hacer cosas mayores; tuve dolor, para poder hacer cosas mejores.

Pedí riquezas, para poder ser feliz; tuve pobreza, para poder ser sabio.

Pedí todas las cosas, para poder aprovechar la vida; tuve la vida, para poder aprovechar todas las cosas.

Nada tuve de lo que pedí... pero tuve todo cuanto esperé.

A pesar de mi, mis ruegos fueron atendidos; yo soy entre todos los hombres, el más ricamente obsequiado»
No pocas veces se nos niega lo que pedimos, no por el afán de negarnos, sino porque no conviene que se nos conceda lo que pedimos y, en cambio, se nos da lo que no hemos pedido, no porque no lo hayamos pedido, sino porque eso es precisamente lo que necesitamos.

Dice Juan en su primer carta “Vean que amor singular nos ha dado el Padre, que no solamente nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos, y por eso el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Amados, desde ya somos hijos de Dios, aunque no se ha manifestado lo que seremos al fin. Pero ya lo sabemos: cuando Él se manifieste en su Gloria seremos semejantes a Él.” (3, 1-2)

Hay muchas maneras de decir: somos hijos de Dios. ¿Cómo comprobarlo? Con los mismos criterios que ya encontramos: romper con el pecado, guardar el mandamiento del amor y proclamar nuestra fe. Somos llamados hijos de Dios y los somos de verdad... no es una palabra bonita, es una realidad.

Sabiendo esto, ¿cómo podríamos no entender que Dios nos va purificando de mil maneras, porque así solamente llegaremos a nuestro fin?

Fraternalmente,


Dominus Providebit

1 comentario:

  1. Es la pura verdad...yo ya no ambiciono nada Claudio...me levanto dando Gracias y le digo : " Ya sabes Señor, aqui estoy, tu veras lo que mas me conviene Hoy...no me dejes ociosa que ya sabes como se las gasta a los ociosos el adversario..." Y me pongo con los laudes...Y le digo :"Dame tu Espiritu Señor para poder poner en practica tu Palabra de Vida" Y con la Madre como una lapa pegada a Ella...me anima y consuela sin cansarse llamandome siempre a la prudencia y a la serenidad.....Mi Padre me contempla siempre y me siento tan amada.....toda una Bendicion! no? Gracias por tus entradas . DTB.

    ResponderBorrar

«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.