Murió Francisco, el papa sencillo del fin del mundo que rompió moldes y abrió la Iglesia como nunca antes
Tercer pontífice más longevo de la historia, tuvo en la Argentina una vida marcada por desafíos que lo prepararon para ser electo en un cónclave inesperado; apostó a un papado reformista que despertó fuertes resistencias Para él iba a ser un pontificado “breve”, de “cuatro o cinco años”. Pero el destino quiso otra cosa. Y, con una salud frágil y múltiples achaques, Francisco murió este lunes 21 de abril a los 88 años, como el tercer papa más longevo de la historia de la Iglesia católica. Primer papa jesuita y “del fin del mundo”, como él se había presentado en esa tarde del 13 de marzo del 2013 cuando se convirtió en el sucesor de Benedicto XVI (2005-2013), que había conmocionado al mundo con su renuncia, Francisco, el 266° Pontífice de la historia, será recordado como un papa reformista. Fue el primer papa no europeo —aunque de origen inmigrante italiano—, llegado desde la periferia y outsider, que removió las aguas e hizo “lío” —terminó acuñado por él―, al llamar a la Iglesia a abrir...