Mirada limpia

El pecado no es una acción meramente exterior, sino una acción interior. Nos hace daño a nosotros mismos porque nos aleja de Dios y del prójimo. Por eso, ser capaz de vencer la tentación interior nos predispone a ser hombres más libres porque en nuestro fuero interior tenemos espacio para Dios y para los demás, somos más capaces de amar. Si miramos el Evangelio de hoy, como creo que todos lo toman, porque es lo más fuerte por el lado del el divorcio y sus consecuencias (v. 31) es una mirada sesgada y compleja; las relaciones modernas prescinden de la figura del matrimonio, el Código Civil de Argentina y creo que de todo el mundo, tuvo que acomodar la ley a una realidad que se impone con fuerza. " El segundo matrimonio, es un adulterio decente " expresaba el patriarca griego Atenágoras. “Si tu ojo está claro, todo tu cuerpo está en la luz.” (Mt 6,22), es la llave maestra del hombre. A veces, da la impresión de que en la iglesia se nos ha olvidado un poco la misericordia. Y a...