Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
La liturgia católica celebra la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
El Evangelio de San Juan describe que "junto a la cruz de Jesús, estaba su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa. (Evangelio según San Juan 19,25-34)
Esta descripción de la "cruz de Jesús" habiendo otras dos, tiene para San Juan una intención espiritual; es la Cruz del Salvador, la fuente de toda gracia y al detallar la presencia de la Virgen María, destaca su contribución personalísima a la obra de la Redención. Ella, con su obediencia, con su sencillez lo hizo todo posible.
Por esta razón, sin duda, la Iglesia ha escogido este pasaje para la memoria que celebramos hoy, la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia. El Decreto del Papa Francisco, correspondiente de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos subraya con perfección la conveniencia de la institución de la nueva memoria: “El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano el lunes después de Pentecostés y sea celebrada cada año”.
Escribe Salvador Pérez Alayón La Virgen María es quien intercede a su Hijo por nosotros. Una Madre que nos acoge, nos acompaña, nos sirve de modelo, nos da testimonio con su vida y su perseverancia, y nos alumbra el camino hasta la Cruz de su Hijo. Pero, también nos enseña que el dolor nos sirve para probar nuestra fe y perseverancia. María es Madre porque estaba al pie de la Cruz. No se escondió, se mantuvo firme y compartió su dolor con el de su Hijo.
Paz y bien
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Imagen: archivos del blog, con permiso del Padre Carlos osm
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