¿Te fijaste en los árboles que bordean los caminos? En los días de mucho calor, cuando el sol aprieta fuertemente, todos buscan la sombra protectora de los árboles y caminan bajo ella protegiéndose del calor. Los árboles se exponen a los vientos, a la lluvia, al sol... y en cambio, brindan sombra, frescor, protección.
Nuestra vida tiene que ser como los árboles, en ella tienen derecho a cobijarse cuantos de una u otra forma necesitan de nosotros, de nuestra comprensión, de nuestra compañía, de nuestro alivio, de nuestra ayuda; deberemos exponernos al sufrimiento, para que los demás no sufran; trabajaremos duro para que los demás descansen; traspiraremos con ansiedad, para que los demás descansen al amparo de nuestra protección.
En una palabra: sufriremos nosotros para que los demás no sufran. Y esa será nuestra mayor alegría y nuestro mayor motivo de orgullo: ser útiles a los demás, ofrendándonos para los demás, despojarnos de todo por los demás.
Valen más dos juntos que uno solo, porque es mayor la recompensa del esfuerzo. Si caen, uno levanta a su compañero; pero ¡pobre del que está solo y se cae, sin tener a nadie que lo levante! (Ecle, 4 9-10)
Paz y bien.
Ser un árbol, para los demas,gracias.
ResponderBorrarQue linda entrada...que bello blog,mil gracias por el.
ResponderBorrarBendiciones.
Dios es AMOR , Jesus predicó AMOR, ¿por qué hemos de hablar de sufrimiento? Nuestra labor es AMAR con mayo intensidad cada día. " Los mando de dos en dos a que predicaran sus enseñanza " , Trabajar por los demás, darse por los demás, despojarnos por los demás debería ser simplemente AMAR a los demás, no ofenderlos, compartir, comprender, ayudar y todo ello haciendolo primero con nosotros mismos. AMAOS los unos a los otros como YO os he AMADO. Amarás al prójimo como a ti mismo"
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