María, refugio de los pecadores


Así llama la Iglesia a la Virgen Santísima; es que María se preocupa por los pecadores, los busca, los llama, los espera, los recibe y, cuando acuden a ella, los acoge con maternal bondad y comprensión.

Sana sus heridas espirituales, los limpia de sus pecados, haciéndoles concebir sentimientos de dolor y arrepentimiento.

Fruto de ese cuidado que la buena Madre tiene de sus hijos, los pecadores, es la conversión de éstos, su cambio de vida, su salvación.
Virgen que reinas en el cielo muy cerca de Dios, llévame contigo.
Ruega por nosotros santa madre de Dios.




Imagen: Santuario de la Virgen de Itati, Corrientes, Argentina

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