20 de noviembre de 2011

Servir es reinar


“Dios ha de juzgarlo todo, aun lo oculto, 
y toda acción, sea buena o sea mala”  (Ecl. 12, 14)

Domingo 34, ciclo A - Mateo 25, 31- 46

El juicio final será la manifestación pública de qué acciones eran las que teníamos que hacer en este mundo. No podemos vivir de modo egoísta nuestra vida. Si estamos en la tierra es para algo, no para tratar de disfrutar sin más. Además de las cosas que se refieren al servicio de Dios, hemos de hacer muchas obras en favor de los demás. Los que son condenados en el infierno según estas palabras del Señor no son los que han hecho acciones pecaminosas y no se arrepintieron -eso se da por supuesto-, sino también los que no hicieron el bien que podían y debían haber hecho; es decir, los pecados de omisión.
 
Es muy cómodo, muy egoísta, organizarse la propia vida sin querer ver las necesidades del prójimo. Pero si en esta tierra unos tienen unas oportunidades y otros no, unos son suficientes para salir adelante y otros son más débiles o están enfermos, Dios cuenta con unos para ayudar a los otros. Y no es una cuestión de justicia, no se trata sólo de resolver problemas, sino de ver en los que están necesitados personas.
 
Es más, Jesucristo eleva de tal manera la solidaridad, la caridad, que Él se pone en el lugar del enfermo, del niño, del marginado, del pobre, porque por cada uno Él vino a la tierra, padeció y murió. No basta con no abandonar a nadie, con no torturar o matar. Es que Jesús padeció la soledad, la injusticia, la tortura y la muerte, y se ha solidarizado de tal manera con cada persona que sufre, que pide a cada hombre que intente ayudar al que pasa necesidad.
Señor Jesús, que nunca fuiste indiferente ante el sufrimiento humano, y conoces bien el sufrimiento humano porque lo padeciste en tu carne y en tu espíritu, ayúdanos a tener corazón, a no desentendernos del necesitado. Y ayúdanos a llevar con paciencia nuestros dolores, unidos a tu Pasión, porque sabemos que así reinaremos contigo.
Fraternalmente, Feliz Fiesta de Cristo Rey!



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Con textos de Jesús Martínez García

3 comentarios:

  1. Acertada reflexión, feliz fiesta de Cristo Rey!

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  2. Que todos reconozcan al Señor y Rey del Universo. Feliz fiesta. Un abrazo

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  3. Claudio, gracias por pasar por el blog...Cristo Rey, en nuestras vidas y para todo el Universo!!! Un gran abrazo desde Paraguay!

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«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.