11 de noviembre de 2011

Cantos de libertad

Ex 15, 2

El paso del mar Rojo es definitivo en la historia de Israel. Profetas y sabios estarán siempre haciendo referencia a él y continuamente invitarán al pueblo a recordar y celebrar este hecho.

Momento cumbre en su relación con Dios, que los lleva a tener una experiencia comunitaria de salvación: ya no son una muchedumbre, sino un pueblo con una suerte común, unido por una experiencia salvífica que ha sellado su destino.

En la frontera, en el límite entre «la casa de la esclavitud» y la tierra de la libertad, el pueblo de Dios aprende tres cosas:
  • Siempre que el mar Rojo se interpone, cuando las puertas se cierran y las alternativas desaparecen, entonces Dios nos sorprende con un camino imprevisible, que no había sido considerado. Los milagros se dan sólo frente a imposibles. El cielo interviene cuando todas las alternativas humanas están cerradas.
  • La ruta hacia la tierra prometida está sembrada con obstáculos. Sólo quien se establece sin avanzar, no tiene problemas porque él mismo es un problema.
  • Para que los milagros se den, Dios pide colaboración dando pasos en fe. No es posible quedarse esperando que las aguas se abran. Caminando es como éstas retroceden.
Fraternalmente,



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Foto: Huyendo hacia mí. EL Ojo Digital - Sobre textos de José Prado Flores

1 comentario:

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