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19 de noviembre de 2011
Pocas palabras
Nuestra Señora en el Magnificat cantó proféticamente la libertad de los hijos de Dios y el cumplimiento de la promesa.
Nunca diga tu boca lo que tu pensamiento no acepta; nunca diga tu boca lo que tu vida no predica y nunca vivas como no piensas que se debe vivir.
Pocas son las ocasiones en las que el Evangelio nos menciona a la Virgen María; menos aún las veces en la que ella tomó la palabra; pero las pocas palabras suyas que nos han sido transmitidas brillan por su prudencia y por su mesura, como dándonos ejemplo y enseñándonos el modo como nosotros debemos hablar: siempre con la verdad y la debida prudencia.
Fraternalmente,
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Sobre textos de Alfonso Milagro
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María, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, MAdre nuestra, ruega por nosotros.
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