Si caminamos en fe...
Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,
Siempre hay una invitación para hacer un retiro por primera vez. Después, el Señor va obrando y a otros retiros uno va con la necesidad de profundizar en su vida, la vida de Cristo, de contemplarlo en plenitud. Si nacimos en Cristo ahora -como los dos primeros discípulos- es crecer en Él hasta su estatura; esto significa dejarnos inundar más y más por la vida de Dios, que su gracia nos vaya transformando y que Cristo crezca mientras nosotros disminuimos.
Así pues, el crecimiento en el Señor es ir siendo más Jesús, más llenos de su Espíritu; dejar que el ame, sirva y testifique a través de nosotros; dice Fray Josep Mª Massanna sobre la Palabra de hoy: «Encendidos con la llama de aquel «Sol que viene del cielo, para iluminar a los que yacen en las tinieblas» (cf. Lc 1,78-79), marchan a irradiarlo. Enardecidos, sienten la necesidad de comunicar lo que han contemplado y vivido a los primeros que encuentran a su paso: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). Los santos también lo han hecho así. San Francisco, herido de amor, iba por las calles y plazas, por las villas y bosques gritando: «El Amor no está siendo amado».
Y ese crecimiento se manifiesta viviendo la fe. Sabiendo lo que Dios quiere y puede hacer en nosotros debemos lanzarnos a actuar conformes a lo que creemos. «...que el Señor nos conceda la gracia ser nosotros también un Juan...» escribió Lourdes en su comentario en nuestro post de ayer. La fe o se vive, o se pierde; o se vive o no es fe.
Si nosotros sabemos y creemos que Dios quiere hacernos vivir las Bienaventuranzas hemos de lanzarnos en fe a vivirlas, apoyado en sus promesas, llenos del poder de su Espíritu, seguros que nuestra limitación no es más grande que su Poder.
Dios nos pide dar pasos en la fe, y si caminamos en fe veremos la Gloria de Dios, es decir, la salvación en todos los campos de la vida humana. Entonces seremos testigos de que suceden cosas mucho más allá de las débiles fuerzas de los hombres. Solo si creemos y vivimos lo que creemos veremos las maravillas de Dios.
Lo esencial en la vida cristiana es dejarse mirar por Jesús, ir y ver dónde se aloja, estar con Él y compartir. Y, después, anunciarlo. Es el camino y el proceso que han seguido los discípulos y los santos. Es nuestro camino.
Fraternalmente,
Así pues, el crecimiento en el Señor es ir siendo más Jesús, más llenos de su Espíritu; dejar que el ame, sirva y testifique a través de nosotros; dice Fray Josep Mª Massanna sobre la Palabra de hoy: «Encendidos con la llama de aquel «Sol que viene del cielo, para iluminar a los que yacen en las tinieblas» (cf. Lc 1,78-79), marchan a irradiarlo. Enardecidos, sienten la necesidad de comunicar lo que han contemplado y vivido a los primeros que encuentran a su paso: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). Los santos también lo han hecho así. San Francisco, herido de amor, iba por las calles y plazas, por las villas y bosques gritando: «El Amor no está siendo amado».
Y ese crecimiento se manifiesta viviendo la fe. Sabiendo lo que Dios quiere y puede hacer en nosotros debemos lanzarnos a actuar conformes a lo que creemos. «...que el Señor nos conceda la gracia ser nosotros también un Juan...» escribió Lourdes en su comentario en nuestro post de ayer. La fe o se vive, o se pierde; o se vive o no es fe.
Si nosotros sabemos y creemos que Dios quiere hacernos vivir las Bienaventuranzas hemos de lanzarnos en fe a vivirlas, apoyado en sus promesas, llenos del poder de su Espíritu, seguros que nuestra limitación no es más grande que su Poder.
Dios nos pide dar pasos en la fe, y si caminamos en fe veremos la Gloria de Dios, es decir, la salvación en todos los campos de la vida humana. Entonces seremos testigos de que suceden cosas mucho más allá de las débiles fuerzas de los hombres. Solo si creemos y vivimos lo que creemos veremos las maravillas de Dios.
Lo esencial en la vida cristiana es dejarse mirar por Jesús, ir y ver dónde se aloja, estar con Él y compartir. Y, después, anunciarlo. Es el camino y el proceso que han seguido los discípulos y los santos. Es nuestro camino.
Fraternalmente,
Si descubres el Amor de Dios en tu vida no puedes dejar de anunciarlo a cada paso, todo esta lleno de Él, todo es Él si decubres cuanto te ama, si sientes ese Amor en ti veras su mano en todo lo que te rodea.
ResponderBorrarMuchas gracias por la reflexión.
Un abrazo
Gracias por tu reflexión es verdad hoy descubria en este evangelio como comienza un camino de seguimiento profundo de Dios ellos se ponen en camino en la medica que van caminando es jesús quien les pregunta ¿que buscais? es la experiencia de conocimento de Dios es arriesgar es dicidir asumir quedarnos con ÉL y convertirnos en sus testigo gracias una vez más muy unidos en oración y un abrazo fraterno
ResponderBorrarQue Dios, nuestro Señor, nos ayude a caminar bajo la Luz del Espíritu Santo.
ResponderBorrarUn abrazote. Precioso el post
Todo mi afecto para ustedes, en el nombre de Jesús.
ResponderBorrarMuchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica
ResponderBorrarpase de largo.
¡¡Feliz año 2011!!
Un abrazo.