Participación, como segunda expresión de unidad

Cuarto día del Octavario 2011

Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,

El día cuarto insiste sobre la participación como segunda expresión de la unidad. Sobre el método de los primeros cristianos que ponían todo en común, la Iglesia de Jerusalén pide a todos sus hermanos y hermanas de la Iglesia compartir sus bienes y sus preocupaciones en la alegría y la generosidad de corazón, para que nadie permanezca en la necesidad.

Esa generosidad se traduce en compartir la tarea apostólica, evangelizadora y el esfuerzo de llevar la antorcha encendida. La jornada litúrgica del cuarto día comparte el Evangelio de San Mateo 6, 25-34 para reafirmar que ante todo esta el Reino de Dios, sin preocuparnos por las aventuras de la vida diaria. El Señor no nos dice que nos despreocupemos, sino que arriesguemos por lo verdadero en vez de buscar la seguridad de nuestro porvenir. Somos llamados a luchar diariamente evangelizando.

Traemos como aporte a la semana de oración un hermoso y fuerte discurso de Juan Pablo II pronunciado en la celebración ecuménica de la Palabra en la catedral de Paderborn el 28 de Junio de 1996 del que destacamos:
«La tarea de evangelización atañe por igual a todos los cristianos, sean católicos, ortodoxos o protestantes. Debemos dar ante el mundo un testimonio unánime de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que resucitó de entre los muertos y reveló a todos los hombres el rostro del único Dios. Todos los cristianos estamos llamados a cumplir esta misión de acuerdo con su vocación.

La tarea de evangelización exige que todos los cristianos nos acerquemos unos a otros y avancemos juntos, con el mismo Espíritu; evangelización y unidad, evangelización y ecumenismo están indisolublemente vinculados entre sí.

Como he puesto de relieve en mi encíclica Ut unum sint (n. 98) sobre el compromiso ecuménico: "De todos modos, es evidente que la división de los cristianos están en contradicción con la verdad que ellos tienen la misión de difundir y, por lo tanto, perjudica gravemente su testimonio". Por esta razón, como dijo mi predecesor el Papa Pablo VI, "la suerte de la evangelización esta ciertamente vinculada al testimonio de unidad de la Iglesia" (Evangelii nuntiandi, 77). Dado que la cuestión de la nueva evangelización me interesa mucho, creo que superar la división de la cristiandad es una de las prioridades pastorales. "En efecto, ¿como anunciar el evangelio de la reconciliación sin comprometerse al mismo tiempo en la obra de la reconciliación de los cristianos? (Ut unum sint, 98)

Nuestro compromiso de buscar un testimonio común en favor de la unidad no puede dejar de ocuparse de Martín Lutero. Hoy, tantos años después de su muerte, el tiempo que ha pasado, permite comprender mejor la persona y la obra del reformador alemán y ser más equitativos con él; el diálogo entre luteranos y católicos ha ayudado en gran medida a superar las antiguas polémicas y a acercarse a una visión común.

Todos tenemos culpas. Por eso todos estamos invitados a la penitencia y todos necesitamos siempre que el Señor nos purifique nuevamente.»
Hacemos nuestra la reflexión final de Juan Pablo II,
«Pasa por aquí y ayúdanos. Este es la súplica que en este momento dirijo al Señor, porque soy consciente que la evangelización sólo puede tener éxito si Él nos ayuda. Pasa por aquí y ayúdanos. Ahora bien, ésta súplica exige, al mismo tiempo, que tomemos en serio este llamamiento y dejemos que el Señor nos envíe como testigos suyos. Está en juego el futuro del mundo. La oración unánime de todos los cristianos haga que llegue cuanto antes el día que el Señor, ante los ojos de todos, lleve a término la obra buena que ha iniciado en nosotros»
Fraternalmente,




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Fuente: Revista Resurrección, editorial Kyrios. Argentina, 1996


Comentarios

  1. Hola Claudio. El luteranismo tiene muchas cosas buenas, cómo no va a ser así. Pero Lutero me produce un malestar siquiera sea intelectual. Cómo se pueden escribir cosas como que "la razón es la grandísima puta del diablo, una puta carcomida por la sarna y la lepra."

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  2. Rafael, me sorprendió -sinceramente- la amplitud de Juan Pablo II con relación a Lutero. Libelos y diatriba es el recurso corriente de los escindidos.ME temo que la otra mejilla siempre es la católica.
    Un fuerte abrazo

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  3. Creo que lo más urgente es vivir como autenticos Cristianos siendo verdadero hombre de Dios que viven y hacen vida el evangelio seguimos orando por todos los Cristiano muy unidos en oración y un abrazo

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  4. Pidamos al Espíritu Santo que el diálogo y la unión entre todos los cristianos sea posible. A Dios la gloria.
    Estoy orando por esta intención.
    Un abrazo fuerte fuerte.

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  5. Estamos como los judios en el S. I. Todos desperdigados. No hemos aprendido nada en 2000 años. Un beso ¡¡¡

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