24 de enero de 2011

Estamos llamados a ser pequeños Pablos

Séptimo día del Octavario 2011

Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,

La ante última jornada de oración por la unidad propone proclamar activamente la resurrección de Cristo alegremente, incluso mientras cargamos nuestras cruces.

No se puede ser cristiano sino a partir de la resurrección de Cristo. O bien como alguien dijo hace mucho tiempo: sin la experiencia de Pablo en el camino a Damasco, no se puede ser cristiano. Estamos todos llamados a llegar a ser pequeños Pablos. La experiencia de San Pablo fue grande porque de él dijo el Señor: le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi nombre (Hch. 9, 16). No estamos llamados a tantos sufrimientos, ni a una experiencia tan grande, pero tendremos seguramente -y más de una vez- nuestros encuentros con Cristo.

Sin la experiencia mística de Jesús resucitado que nos da su Espíritu Santo, no podemos ser cristianos. Es necesaria la experiencia viva y ella es para los pequeños que dejan de lado el orgullo del saber. La novedad introducida en la historia es que ahora hay Cristo resucitado, dador del Espíritu Santo al corazón de la humanidad.

Todas las misas deberían ser misas de pascua, todas las eucaristías deberían establecer las pascua en el corazón de los hombres. Tenemos la buena nueva de que el mundo está salvado porque Jesús pasó de la muerte a la vida, ¡este paso es el que tenemos que comunicar a los hermanos!

¿Quien de nosotros no ha pensado sobre dos aspectos de nuestra existencia: la fugacidad que termina en la muerte y la soledad que experimentamos porque nunca estamos dentro del otro, estamos al lado los unos de los otros?

Isidoro Ricardo Steinberg escritor literario argentino, autor de aforismos, escribió «¿Algo es mío? Nada es mío. Ni mi vida, ni las cosas de mi vida; están en mí. Me son dadas un día de infinita luz y me son arrebatadas otros día, de infinita noche

Lo escribo y no puedo negar la congoja que me envuelve y pregunto ¿qué nos trae la resurrección de Cristo? Nos hace sentir -desde la experiencia- que no existe ese vacío. Hay una solidez que está ahí, que permanece, que nos hace entrar en la luz, la paz, la alegría, el celo, la claridad, la dulzura, el equilibrio, el don de sí; «... y ahora no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Gal 2, 20). La seguridad que, mientras las cosas pasan con el tiempo, todo queda profundamente firme en la eternidad de Jesús resucitado.

San Bernardo, hacía grabar en piedra a la entrada de sus monasterios un lema: «Nunca estoy menos solo, que cuando me creen menos solo» Este lema retrata a los trapenses consagrados al celibato y al silencio perpetuo que parecen vivir en la soledad pero viven en Cristo resucitado, porque Él es una piedra viva en el corazón de nuestro corazón, que hace surgir el diálogo que destierra toda soledad.

Es lo que quiso decir Lah en su blog con la entrada El monte Tabor; que cuando nos encontramos con otros, ese diálogo interior nos impide todo movimiento egoísta, porque se establece en una relación nueva desde su raíz. Desde mi interior al interior de ustedes, en Cristo, por la acción del Espíritu Santo, se estable en nosotros lo que llamamos koinonía ó la comunión de los santos.

Es le resurrección de Cristo, allí en el fondo de todo hombre lo que lo salva de la soledad y la angustia. Vivir adentro con él y encontrarlo en los otros es lo que genera relaciones nuevas, el mundo nuevo, la Iglesia del mañana.

Fraternalmente,




___________
Aporte de: Salvación constante - F. Callerand


4 comentarios:

  1. La conversión de Pablo, es impresionante, creo que se profundiza poco en ello. ¡Pasar de perseguidor a seguidor! Basta leer sus escritos para verificar su lucha por la unidad. Gracias un día más, por poder unirnos en este lugar , en esta semana de oración. Un abrazo

    ResponderBorrar
  2. Sisiis Claudio. Me encanta la figura de San Pablo. es más, siempre he pensado que todos, al menos en algún momento de nuestra vida, hemos tenido algo de Saulo, y que todos podemos aspirar y podemos llegar a ser Pablo.Un abrazo ¡¡¡

    ResponderBorrar
  3. ¡Gloria a Dios!
    Un abrazo a Ustedes

    ResponderBorrar
  4. Hola Amigo después de leer el post, y como siempre quedo con mi alma gozosa, quiero decirte que me agradaría mucho que pases por mi blog a retirar un Premio.
    Un abrazote.
    Una santa noche y un nuevo día con abundantes bendiciones.

    ResponderBorrar

«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.