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Mostrando las entradas de enero, 2011

Las alabanzas a Dios, garantía de victoria

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, El Antiguo Testamento contiene muchos episodios de guerra en que Dios está de lado de su pueblo, tanto más cuanto le es fiel. ¿Podemos imaginar aquellas luchas contra los enemigos del pueblo de Dios como las luchas interiores que nosotros tenemos? Si, aún cuando el enemigo es poderoso, desproporcionado con relación a nuestras fuerzas; si confiamos en Dios, en la fuerza que viene de lo alto, ningún enemigo nos podrá vencer. Hoy, otros son los enemigos; en el Ángelus Dominical el Santo Padre manifestó: «Demasiadas personas deciden usar la violencia para imponer sus propias ideas políticas o religiosas. Debemos querernos como hermanos, a cualquier religión o cultura a la que pertenezcamos (...) La Iglesia no teme la pobreza, el desprecio, la persecución en una sociedad que a menudo se siente atraída por el bien material y el poder mundano» . La exigencia de Dios es que en esa pelea creamos en él y cumplamos sus planes y no los nuestros

El rol de las bienventuranzas en nuestra vida

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, 4º Domingo, tiempo ordinario, ciclo "A" - Mateo 5, 1 - 12 Reflexión del padre Agustín Poier* , de los Siervos de María, «Que contestaríamos si alguien nos preguntara que orientación ideológica tiene nuestra sociedad o nosotros mismos, más allá de las distintas religiones y opciones sociales o políticas? Quiera o no lo que todos buscamos -sin distinciones- es la felicidad que se consigue por el dinero, el bienestar, la profesión, el amor, los placeres. Jesús sintoniza con las aspiraciones más profundas del ser humano que busca la felicidad; está de acuerdo, por eso usa tantas veces la palabra «felices», sinónimo de bienaventurados. Lo nuevo de Jesús para la felicidad es el modo distinto o contrario para conseguirla. Estamos acostumbrados a escuchar Felices los que tienen alma de pobres, los misericordiosos, cuando sean perseguidos, calumniados... , pero es un lenguaje incomprensible cuando nos topamos con la realidad de ho

Una Plegaria a la Virgen

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Santa María, Madre de Dios, dame un corazón de niño, puro y transparente como agua de manantial. Dame un corazón sencillo, que no experimente la tristeza; un corazón generoso en la entrega, tierno en la compasión; un corazón fiel y generoso, que no olvide ningún beneficio, y no guarde rencor por ningún mal; dame un corazón humilde, que ame sin exigir ser amado, que goce desapareciendo en otro corazón delante de tu divino Hijo; un corazón grande e invencible, que no se cierra ante ninguna ingratitud, que no se canse ante ninguna indiferencia; un corazón apasionado por la gloria de Jesucristo, herido por su amor, con una herida que no cierre hasta el cielo Leoncio de Grandmaison Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,

A ustedes

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Un día de Enero de 2010 abrí el blog, sin saber porque; era un momento especial en mi vida y ahí quedó, como flotando en el espacio. Además, no sabía que hacer con él, es decir, como no sabía para que lo abrí, tampoco sabía que iba a escribir. Recuerdo que Natalia, mi hija, me regaló esta frase: La voluntad de Dios no te llevará nunca adonde la gracia de Dios no te pueda sostener . Quedé de cama, asombrado... rápido busqué el poema y lo colgué en el blog . Un año después comprendí el significado de aquella frase. Más allá del desierto es la mejor expresión de mi alma en busca de sosiego, sobretodo cuando el maligno no quiere que uno deje sus esclavitudes. En este año que caminé y caminé me encontré escribiendo todos los días y también me encontré con personas como ustedes, llenas de Dios, que me abrieron las puertas del corazón... y entendí que ahí estaba la gracia de Dios. Por eso quiero rendir a ustedes mi homenaje, expresar mi g

En paz

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Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida porque nunca me diste ni esperanza fallida ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ella puse hiel o mieles sabrosas; cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas noches de mis penas; más no me prometiste tú sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz! Amado Nervo Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,

Setenta y dos

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, «...de dos en dos, delante de Él, a todas las ciudades y lugares donde Él debía ir » (Lc. 10, 1) La liturgia nos propone reflexionar el pasaje del Evangelio referido al envío de los setenta y dos discípulos, y es muy especial porque ayer finalizamos la semana de oración por la unidad de las Iglesias Cristianas. El verdadero sentido de misión es envío . El Padre es el que envía al mundo a sus mensajeros, para reunir en un solo pueblo a los que hayan creído en su amor y en sus promesas. Cuando la Iglesia está presente desde bastante tiempo en algún lugar, fácilmente creemos que todos han tenido la oportunidad de recibir el Evangelio. Es una ilusión. Aún en los mejores casos, muchas familias, especialmente las más pobres, han esperado durante años la visita de algún misionero. Decíamos ayer en un comentario a nuestro post anterior «Me encantaría que la iglesia se mueva, sería muy feliz al ver que nos abrimos al mundo siendo sensibles

Iglesia soy yo

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, A modo de conclusión de una semana de reflexiones y oración. Leemos en el Consejo Pontificio «El día octavo concluye el planteamiento sobre una llamada hecha por las Iglesias de Jerusalén en favor de un servicio más extenso: el de la reconciliación. Aunque los cristianos llegasen a la unidad entre ellos, no habrán acabado su trabajo, ya que ellos mismos deben reconciliarse con otros. En el contexto de Jerusalén, se significa entre palestinos e israelíes; en otras comunidades, los cristianos deben buscar la justicia y la reconciliación en el contexto que les es propio.»

Estamos llamados a ser pequeños Pablos

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Séptimo día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, La ante última jornada de oración por la unidad propone proclamar activamente la resurrección de Cristo alegremente, incluso mientras cargamos nuestras cruces. No se puede ser cristiano sino a partir de la resurrección de Cristo. O bien como alguien dijo hace mucho tiempo: sin la experiencia de Pablo en el camino a Damasco, no se puede ser cristiano . Estamos todos llamados a llegar a ser pequeños Pablos. La experiencia de San Pablo fue grande porque de él dijo el Señor: le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi nombre (Hch. 9, 16). No estamos llamados a tantos sufrimientos, ni a una experiencia tan grande, pero tendremos seguramente -y más de una vez- nuestros encuentros con Cristo. Sin la experiencia mística de Jesús resucitado que nos da su Espíritu Santo, no podemos ser cristianos. Es necesaria la experiencia viva y ella es para los pequeños que dejan de lado el orgullo del saber. La noveda

¿Que es tener claridad en la vida?

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Sexto día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Domingo 3, tiempo ordinario, ciclo A - Mateo 4, 12-23 Juan estaba preso y Jesús va a Galilea. Galilea era la parte más remota del país y la más lejana de Jerusalén. Era considerada con desprecio y sus habitantes tenidos como gente ruda y tosca. Cafarnaúm era una ciudad de Galilea. En este contexto Jesús comienza a predicar y a proclamar el cumplimiento del profeta Isaías: la luz ha llegado al pueblo que vivía en la oscuridad . La vida de cada ser humano tiene numerosos momentos de oscuridades. Incluso los grandes místicos han pasado por noches oscuras que, aunque purificadoras, siempre tienen una gran carga de dolor. Quien da cabida a Jesús es capaz de ver con profunda claridad su vida y toda su existencia, aunque ese seguimiento requiera un esfuerzo y sacrificio. ¿Qué es tener claridad en la vida? Curiosamente decimos que la mañana es clara, que tenemos las cuentas claras y que las intenciones son clara

La Madre

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Quinto día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, El sábado es nuestro día dedicado a la Virgen Maria. Este sábado se cumple la 5ª jornada de Oración por la unidad de los cristianos, donde propone para la reflexión la partición del pan . Y La Madre, estaba presente; por eso es trascendente su presencia en la Iglesia de Jesucristo. Desde aquella primera Iglesia hasta ahora, la “fracción del pan” siempre ha sido un acto central para los cristianos. El partir el pan es tradicionalmente símbolo de amistad, perdón y compromiso frente a otros. Esta fracción del pan nos pone en el reto de buscar una unidad que pueda expresar algo de profético en un mundo de divisiones. También ese mundo es, de distintas maneras, tarea de todos nosotros. En la fracción del pan, los cristianos son el mensaje profético de esperanza destinado a toda la humanidad . Y hoy, en ésta quinta jornada de oración, se hace fuerte de La Madre porque la unión de los cristianos es su preocup

Participación, como segunda expresión de unidad

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Cuarto día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, El día cuarto insiste sobre la participación como segunda expresión de la unidad . Sobre el método de los primeros cristianos que ponían todo en común, la Iglesia de Jerusalén pide a todos sus hermanos y hermanas de la Iglesia compartir sus bienes y sus preocupaciones en la alegría y la generosidad de corazón, para que nadie permanezca en la necesidad. Esa generosidad se traduce en compartir la tarea apostólica, evangelizadora y el esfuerzo de llevar la antorcha encendida. La jornada litúrgica del cuarto día comparte el Evangelio de San Mateo 6, 25-34 para reafirmar que ante todo esta el Reino de Dios, sin preocuparnos por las aventuras de la vida diaria. El Señor no nos dice que nos despreocupemos, sino que arriesguemos por lo verdadero en vez de buscar la seguridad de nuestro porvenir. Somos llamados a luchar diariamente evangelizando. Traemos como aporte a la semana de oración un hermoso y fuerte dis

La unidad en la Palabra de Dios

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Tercer día de Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, En este día tercero de la semana de oración por la unidad se presta atención al aspecto más fundamental de la unidad: la Palabra de Dios comunicada a partir de la enseñanza de los apóstoles . Leemos en el Consejo Pontificio : «Las oraciones de 2011 para la Semana de oración por la unidad de los cristianos han sido preparadas por los cristianos de Jerusalén, que eligieron el tema de los Hechos 2,42: “Eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones.” Este tema nos recuerda los orígenes de la primera Iglesia de Jerusalén; invita a la reflexión y a la renovación, a una vuelta a los fundamentos de la fe; invita a recordar el tiempo en que la Iglesia era aún indivisa. Cuatro elementos se presentan para meditar este tema; fueron características destacadas de la comunidad cristiana primitiva y son esenciales para la vida de toda comunidad cristiana.

Espíritu Santo, clave del Ecumenismo

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Segundo día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Ayer comenzamos la semana de oración para la unidad de los cristianos de todo el mundo y trajimos reflexiones de nuestro Santo Padre sobre la marcha de la Santa Iglesia Católica. Se lee en el Consejo Pontificio «Hace dos mil años, los primeros discípulos de Cristo reunidos en Jerusalén tuvieron la experiencia de la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés y han estado reunidos en la unidad que constituye el cuerpo del Cristo. Los cristianos de siempre y de todo lugar ven en este acontecimiento el origen de su comunidad de fieles, llamados a proclamar juntos a Jesucristo como Señor y Salvador. Aunque esta Iglesia primitiva de Jerusalén ha conocido dificultades, tanto exteriormente como en su seno, sus miembros han perseverado en la fidelidad y en la comunión fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones.» El día segundo -en los distintos programas litúrgicos organizados- recuerda que la primer

La barca de Pedro

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Primer día del Octavario 2011 Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Ulises atravesó el estrecho de Mesina sin caer en la trampa de las sirenas, porque se ató al mástil de la nave después de taponar con cera los oídos de sus marineros. Algunos escritores cristianos compararon la imagen de Ulises con la de Jesús en la Cruz, y la nave de Ulises con la Iglesia. El hecho es que la imagen de la Iglesia como nave es de las más utilizadas en los primeros siglos. Por ejemplo, Gregorio de Elvira (s. IV) dice que la Iglesia es semejante “a una nave que continuamente es agitada por las tormentas y tempestades, pero que no podrá naufragar jamás, porque su palo mayor es la Cruz de Cristo; su piloto, el Padre; su timonel, el Espíritu Santo; sus remeros, los Apóstoles” . S.S. Benedicto XVI celebró el quinto aniversario de su pontificado en medio de una tormentosa campaña en contra. En Malta evocó el naufragio de San Pablo y la calurosa acogida que le dispensaron los isleños. Subrayó có

Nacer de nuevo

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, «¡A vino nuevo, odres nuevos! » (Mc 2, 22) Espíritus renovados... nacidos de nuevo... sin importar la edad que tengamos. «La conversión es cosa de un instante, la santificación es una obra de toda la vida» es la reflexión de san José Maria Escrivá de Balaguer. Un proceso de conversión que se da cuando nosotros decidimos, con absoluta libertad. Dios necesitó un solo segundo para perdonarnos, pero necesita toda nuestra vida para transformarnos. Es una tarea continua, un proceso; cuando un orfebre está trabajando una pieza de plata, la tiene que pulir y pulir hasta que su rostro se refleje con toda claridad y nitidez en la misma. De esta manera se ve la obra de Dios en nosotros. El nos va puliendo y purificando hasta que en nosotros se refleje el rostro de Cristo. Ya somos odres nuevos y de a poco va creciendo la vida de Jesús en nosotros. Y este crecimiento se manifiesta viviendo las bienaventuranzas. Decíamos en un comentario que

Revestidos con la sangre del Cordero

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Domingo 2, Tiempo Ordinario, ciclo A - Juan 1, 29-34 ¡Qué terrible sería si no tuviéramos el sacramento del perdón, si después de recibir el Bautismo y participar de la vida divina perdiéramos para siempre la amistad con Dios por el pecado mortal! Pero cómo nos conoce Dios y qué bien dispone las cosas para que podamos volver a su amistad perdida! Para eso vino el Verbo a este mundo, para quitar el pecado. Con su entrega en la Cruz mereció la gracia: he aquí el Cordero que quita el pecado del mundo. Pero Dios cuenta con el hombre; Dios sabe que el hombre es libre para hacer el mal, pero por eso mismo es libre para arrepentirse y pedirle perdón a Él, que es a quien se ofende al pecar. Los cristianos proclamamos que la muerte de Jesús nos ha redimido. Su muerte nos ha salvado. ¿Salvado de qué...? En primer lugar de nosotros mismos, de nuestras limitaciones y pecados. Si las limitaciones espirituales y morales vienen con nosotros, el pe

Nuestra Señora de la Revelación

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Virgen Santísima de la Revelación que estás en la Trinidad Divina dígnate, te rogamos dirigirnos tu mirada misericordiosa y benigna. ¡Oh Maria!, tu eres nuestra gran abogada junto a Dios que con esta tierra de pecado obtienes gracia y milagros para la conversión de los incrédulos y pecadores. Haz que obtengamos de tu Hijo Jesús la salvación del alma, la salud el cuerpo y las gracias que estamos necesitando. Concede a la Iglesia y a su jefe el Romano Pontífice, la alegría de ver la conversión de los enemigos, la propagación del Reino de Dios en la tierra, la unidad de los creyentes en Cristo, la paz de las naciones; para que podamos amarte y servirte en esta vida y merezcamos verte algún día y darte gracias eternamente en el cielo. Amén Paz y bien el Señor Jesús y en su Santísima Madre, ______ Addenda

Oración de Sanidad

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, La Iglesia propuso a lo largo de la semana que contemplemos los signos del Señor, en las curaciones de cuerpo y alma, en mérito a ello les comparto esta hermosa Oración de Sanidad, enseñada por el Padre Emiliano Tardiff , unámonos con fe a ella depositando nuestra vida entera en las manos de Jesús. Señor Jesús, creo que estás vivo y resucitado. Creo que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de los que en Ti creemos. Te alabo y te adoro. Te doy gracias Señor por venir hasta mi como pan vivo bajado del cielo. Tu eres la plenitud de la vida. Tu eres la resurrección y la vida. Tu eres, Señor, la salud de los enfermos. Hoy quiero presentarte todas mis enfermedades porque tu eres el mismo ayer, hoy y siempre y tu me alcanzas hasta donde estoy. Tu eres el eterno presente y tú me conoces... ahora, Señor, te pido que tengas compasión de mí. Visitame a través de tu Evangelio para que todos reconozcan que tú estas v

Quiere lo que Dios quiere

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío. Quiere lo que Dios quiere. Ofrécele, en medio de inquietudes y dificultades, el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su providencia. Poco importa que te consideres un frustrado si Dios te considera plenamente realizado; a su gusto. Piérdete confiado ciegamente en ese Dios que te quiere para sí. Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas. Piensa que estás en sus manos, tanto más fuertemente agarrado, cuanto más decaído y triste te encuentres. Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz. Que nada te altere. Que nada sea capaz de quitarte tu paz. Ni la fatiga psíquica, ni tus fallos morales. Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que Dios continuamente te dirige. Y en el fondo de tu ser coloca, antes que nada, como fuente de energía y c

Se caerán las escamas

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, La liturgia de hoy, nos propone a un Jesús con muchísima autoridad que sigue expulsando demonios y este gesto en una enseñanza suya, pues diariamente nos encontramos con las fuerzas que esclavizan al hombre y se oponen a la verdad (Mc. 1, 34) ; pero también el pasaje evangélico manifiesta la confianza sencilla de Pedro: Jesús entra en su casa y con Él llegan la paz y la salud (Mc 1, 30-31). La obra de nuestra salvación, es ante todo una obra divina; el alma y motor siempre es el Santo Espíritu de Dios que da testimonio de Jesús. Y empieza por un mismo, tratando de ser felices en el Señor. Es tiempo perdido y pura utopía el preocuparse por hacer felices a los demás si nosotros mismos no lo somos; si nuestra trastienda está llena de escombros, llamas y agonía . Hay que comenzar por uno mismo. Sólo haremos felices a los demás en la medida en que nosotros lo seamos. No olvidemos que el ideal bíblico se sintetiza en amar al prójimo c

El comienzo de la fe

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, «...tomen otro camino, y crean en la Buena Nueva.» (v. 15) La liturgia nos propone -en este nuevo tiempo- el texto del evangelista Marcos donde nos muestra a Jesús llamando a la conversión, al cambio de vida porque es el momento propicio. Y en ese «plan» deja señales: expulsa dos demonios por aquí, otro por allá, cura paralíticos, ciegos, sordos... muestra tantos nuevos valores, recupera tanto la dignidad de las personas que provoca quiebres en quien lo escucha. Pero al mismo tiempo, abre una escuela de espiritualidad incorporando los primeros discípulos (Mc. 1, 17) A Simón, Andrés, Santiago y Juan ; Jesús ya los conocía, no era gente ociosa, sino trabajadores responsables y se parecían mucho a los jóvenes de hoy que son generosos para entregarse a una obra grande. No sabían lo que podría ser el Reino de los Cielos pero confiaban plenamente en el Señor, en que los guiaría, y esto para ellos era el comienzo de la fe . En la medida q

Celebrar ya la fiesta de la vida

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Cuando la luz del día está en su cumbre, eres, Señor Jesús, luz y alegría de quienes en la fe y en la esperanza celebran ya la fiesta de la vida. Eres resurrección, palabra y prenda de ser y de vivir eternamente; sembradas de esperanzas nuestras vidas, serán en tí cosecha para siempre. Ven ya, Señor Jesús, Salvador nuestro, de tu radiante luz llena este día, camino de alegría y esperanza, real acontecer de nuestra vida. Concédenos, oh Padre omnipotente, y tú, Hijo amado y Señor nuestro, por obra del Espíritu enviado, vivir ya de la fiesta de tu reino. Amén. Himno de la Liturgia de las Horas Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre,

Dios vive en el alma del justo, por su gracia

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Bautismo del Señor - Mateo 3, 13 - 17 Apenas bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos y vió al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse a Él. (Mt. 3, 16) Nuestra relación con Dios ha de ser mucho más que un sentimiento, mucho más que un conocimiento de alguien que vive separado de nosotros. Puede ser -es- algo muy íntimo: Dios vive en el alma del justo, por la gracia que Él infunde. Por la gracia recibimos una participación en la naturaleza divina y somos constituidos en hijos de Dios; y así como comienza a estar en nosotros y puede perderse por el pecado grave, también puede aumentar por la recepción de los sacramentos y las obras buenas. Aumentando en nosotros, somos más hijos de Dios, poseemos más divinidad. La gracia no es una simple relación de Dios con el hombre, es una donación de algo que nos transforma y diviniza. Por eso, al comienzo del año la Iglesia pone a nuestra consideraci

Nuestra Señora de Luján

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Imagen original de Nuestra Señora de Luján Patrona de Argentina Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos hacia tí... Madre de la Esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos... Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro pueblo. Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos. Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan material en muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan de Jesús en los corazones. Te pedimos madre, que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad,

La pedagogía de Dios

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos esta muy cerca» (Mt. 4, 17) La liturgia propone salir a caminar nuestro apostolado con las pilas cargadas en el intenso misterio de la Navidad que hemos vivido. La palabra convertirse significa tomar otro camino , pero puede entenderse de distintas maneras; en boca de Juan El Bautista significaba apartense de sus vicios ; en boca de Jesús significaba una renovación de toda la vida a partir de un cambio interior, movido por la experiencia de descubrir la misericordia de Dios. Entonces, decir conviértanse es los mismo que decir cambien su vida y su corazón . Me estoy acordando de la vara de Moisés. Esa, que tenía todo el poder dado por Dios. Toda la vida del desierto uso su vara pastoreando un rebaño de ovejas; sin saberlo durante cuarenta años estuvo haciendo el noviciado para conducir a los demás a la libertad, al cambio a la conversión . Moisés y su vara poderosa... Dios no desconoc

El Evangelio de la fe

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, La luz de Dios siempre es señal segura, solo necesitamos tener fe. Aquellos sabios de Oriente no tenían nada que les asegurase la verdad. Ninguna cosa sobrenatural. Tan sólo sus cálculos astronómicos y sus reflexiones que una vida íntegra las hacían perfectas. Y sin embargo tuvieron fe. Fe en todo: fe en la ciencia, fe en su conciencia, fe en la bondad divina. Por medio de la ciencia creyeron en la señal de la nueva estrella que no podía ser sino la esperada durante siglos por la humanidad: el Mesías . Por medio de su conciencia tuvieron fe en la voz de la misma que les decía: Esa estrella es la señal de la llegada del Mesías . Por medio de la bondad divina tuvieron fe en que Dios no los engañaría y como su intensión era recta, los ayudaría en todos los modos para llegar a su objetivo. Y lo lograron. Solo ellos, en medio de tantos otros que estudiaban las señales, comprendieron esa señal, porque solo ellos tenían en su alma el ansi

Raíces

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Nadie puede dar lo que no tiene o no ha recibido. Antes de hablar del Maestro, es necesario haber hablado con Él. Sólo si lo conocemos bien y nos hemos dejado conocer por Él, estaremos en condiciones de presentarlo a los demás, tal como hace Felipe en el Evangelio de hoy. Tal como han hecho tantos santos y santas a lo largo de la historia. Profundas raíces espirituales. Si hablamos de raíz, es por propósito, ya que lo que no se ve de la planta, pero lo que le da sustento. Es lo no atractivo pero que explica la belleza para admirar después. Sin raíz, no hay árbol ni frutos... ¿Cuál será la raíz de nuestra vida espiritual? Es aquella donde el resto de los elementos hallan sustento, aquello que permite la belleza admirable pero que no está a la vista. ¿Que será? La respuesta puede ser solo una: nuestra intimidad con Dios . Y es como una verdad de perogrullo, siendo Dios=Amor, no puedo tener una relación con Él que no sea de amo