Tan joven y tan viejo
La juventud no es una época de la vida
sino un estado del espíritu, un efecto de la voluntad,
una cualidad de nuestra imaginación,
una consecuencia de nuestro entusiasmo.
La juventud es una victoria del valor sobre la timidéz,
del deseo de aventura sobre la inercia y la rutina.
Joven es aquel de asombrarse y maravillarse;
el que como un niño insaciable pregunta siempre,
el que desafía los acontecimientos,
el que experimenta el goce de la vivir.
Nadie envejece sencillamente por el numero de años.
Envejecemos al desertar de nuestros ideales.
Los años pueden arrugar la piel,
pero la falta de entusiasmo envejece nuestra alma.
La preocupación, la duda,
la falta de confianza, el temor y la desesperación
son estados de animo que doblegan el corazón
y reducen el espíritu a cenizas.
Mantener una juventud que no se marchita
es alcanzar al final de la vida la visión con la que empezó.
Serás joven mientras permanezcas sensible a lo bello, a lo grande.
Sensible a los mensajes de la naturaleza, del hombre y del infinito.
Fraternalmente,
†
Dominus Providebit
Pienso como tu que vi lo que era eso realmente mirando la juventud de mi padre a sus 91 años!!! el alma siempre es madura y joven desde que nacemos...y esto me lo repito a mi misma muuuuchas veces....la vejez viene a recordarnos esto....y los que se quejan de la vejez es que ya son viejos!!! un abrazo
ResponderBorrarJuventud, con su esperanza viva y su ilusión
ResponderBorrarQue esos días en los que envejezco de golpe, por la noche sepa pedir volver a ser joven
¡Gloria a Dios!
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