29 de mayo de 2012

Herencia


Paz y bien

«Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia». Es la segunda bienaventuranza que Cristo nos promete.

Paciente es quien conserva la calma en medio de las tribulaciones, quien sabe dominarse a si mismo, pero manteniendo en su interior la serenidad. La paciencia, la resignación, pero no una resignación onerosa, angustiante, sino una resignación con calma, sabiendo que Dios saca los bienes de los mismos males, de las mismas lágrimas hace brotar las sonrisas.

El que es paciente, contagia la paciencia y la calma a su alrededor; cuántos están con él o a él se acercan, participan de su serenidad... los gana y los mejora.

Con la paciencia todo se alcanza, reza el adagio castellano; con la paciencia todo se ve desde distinto ángulo y en todo se descubre nuevo valor. Es duro, en ocasiones, tener paciencia; pero es la única posición lógica del hombre y del cristiano: del hombre porque no puede rebelarse contra lo que no está a su alcance modificar; del cristiano, porque debe aceptar la voluntad de Dios.
Les hace falta paciencia para cumplir la voluntad de Dios y obtener lo prometido. (Hebreos 10, 36)
Para que la paciencia no sea una mera conformidad, ha de ser una aceptación de la voluntad del Señor...

Fraternalmente,

2 comentarios:

  1. La Paciencia todo lo alcanza....pero que sea la Paciencia...Paz y Ciencia en el Señor sino....llega a convertirse en plasta y conformidad sin sentido...todo desde la Voluntad de Dios...dices Bien.
    Solo desde esta Virtud se ven las cosas como son...y no como el maligno nos la presenta tantas veces..este es profesional quitandola!!!mentecato....
    Buen dia apacible y lleno de Belleza Claudio!!

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  2. Parece-me que a paciência tem limites e que Deus na Sua infinita bondade se revoltará com a passividade do povo que sofre.

    Devemos aceitar aquilo que não tem remédio mas devemos lutar pelos nossos direitos e pedir a Deus força para derrotar os que nos oprimem.

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