Decir

Lo más despreciable es lo más grande a los ojos de la vida.
No aspiro a otros mundos, ni otros cielos.
Me basta la porción de maravillas que me asignó la vida:
un lecho para soñar, un cuerpo para amar,
un corazón para creer, dos manos para bendecir y crear de la nada el infinito.
Porque la tierra no es, después de todo, sino el pequeño terrón
que uno modela a imagen y semejanza de sus sueños,
día a día, con humildad y adoración.





Dominus Providebit 


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Huellas de Gonzalo Arango

Comentarios

  1. Ser humilde e viver a vida sem mais do que as coisas de cada dia.
    A vida acontece como Deus programou e nada acontece por nosso querer.

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  2. Precioso, como un pétalo, un beso o una brisa con aroma a hierba.

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