Nuestra Señora de Itatí
Tiernísima Madre de Dios y de los hombres
que bajo la advocación de la pura y limpia
Concepción de Nuestra Señora de Itatí
miraste con ojos de misericordia
por más de tres siglos a todos los que tan han implorado,
no deseches ahora las súplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a Tí.
Atiende mis necesidades
que tu mejor que yo las conoces.
Y sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús
y un corazón puro, humilde y prudente.,
paciencia en la vida,
fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte. Así sea.
Mas que nadie conoces nuestras miserias y necesidades,
sabemos que hay mucho que hacer,
y cada uno tiene su propia tarea, en este tiempo, nuestro tiempo.
Madre Santísima, intercede para que nosotros
recibamos la fuerza necesaria para cooperar
con la gran tarea de cambiar este mundo nuestro,
poniendo todos un grano de arena.
"¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!"
Con estas palabras Al encomendarte a Juan el Apóstol,
y con él, a todos los hijos de la Iglesia,
estamos aquí, reunidos en torno a ti,
pues queremos contarte Señora,
que aquí vibra el entusiasmo de los jóvenes,
aquí se ha elevado la súplica de los enfermos,
por aquí han pasado sacerdotes y religiosos,
artistas y periodistas, hombres del trabajo y de la ciencia,
niños y adultos, y nos permitimos en nombre de todos ellos,
buscar amparo bajo tu materna protección
e implorar confiados tu intercesión ante los desafíos ocultos del futuro.
Junto a estas ofrendas Madre,
te encomendamos a todos los hombres,
comenzando por los más débiles: a los niños que aún no han visto la luz
y a los que han nacido en medio de la pobreza y el sufrimiento;
a los jóvenes en busca de un futuro a las personas que no tienen trabajo,
a las que padecen hambre o enfermedad.
Te encomendamos a las familias rotas,
a los ancianos que carecen de asistencia y aquellos que están solos.
Madre nuestra, Tu que conoces los sufrimientos y las esperanzas,
ayuda a tus hijos en las pruebas cotidianas que la vida reserva a cada uno
y haz que, con el esfuerzo de todos,
las tinieblas no prevalezcan sobre la luz,
luz del mundo, la de tu Hijo Jesús único Salvador,
que reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.
sabemos que hay mucho que hacer,
y cada uno tiene su propia tarea, en este tiempo, nuestro tiempo.
Madre Santísima, intercede para que nosotros
recibamos la fuerza necesaria para cooperar
con la gran tarea de cambiar este mundo nuestro,
poniendo todos un grano de arena.
"¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!"
Con estas palabras Al encomendarte a Juan el Apóstol,
y con él, a todos los hijos de la Iglesia,
estamos aquí, reunidos en torno a ti,
pues queremos contarte Señora,
que aquí vibra el entusiasmo de los jóvenes,
aquí se ha elevado la súplica de los enfermos,
por aquí han pasado sacerdotes y religiosos,
artistas y periodistas, hombres del trabajo y de la ciencia,
niños y adultos, y nos permitimos en nombre de todos ellos,
buscar amparo bajo tu materna protección
e implorar confiados tu intercesión ante los desafíos ocultos del futuro.
Junto a estas ofrendas Madre,
te encomendamos a todos los hombres,
comenzando por los más débiles: a los niños que aún no han visto la luz
y a los que han nacido en medio de la pobreza y el sufrimiento;
a los jóvenes en busca de un futuro a las personas que no tienen trabajo,
a las que padecen hambre o enfermedad.
Te encomendamos a las familias rotas,
a los ancianos que carecen de asistencia y aquellos que están solos.
Madre nuestra, Tu que conoces los sufrimientos y las esperanzas,
ayuda a tus hijos en las pruebas cotidianas que la vida reserva a cada uno
y haz que, con el esfuerzo de todos,
las tinieblas no prevalezcan sobre la luz,
luz del mundo, la de tu Hijo Jesús único Salvador,
que reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.
Claudio
PD.: En 1615 un grupo de indios contrarios a evangelización robó una hermosa imagen de la Virgen María que estaba en Yaguarí. Otro grupo fue a recuperarla y la encontró posada sobre una piedra blanca. Fue llevada a Yaguarí pero cada día se la volvía a encontrar posada sobre la piedra blanca a orillas del Paraná, y se decidió mudar todo el pueblo a ese lugar. En 1624 se registra la primera transfiguración de su rostro y a partir de ahí son numerosos los milagros autenticados por intercesión de la patrona de Corrientes, Argentina.
AMIGO CLAUDIO,LA LINDA HISTORIA DE LA "MAMACITA"COMO LE DICEN ORGULLOSOS LOS CORRENTINOS,HERMOSA BASILICA,ALLI EN CORRIENTES...TE DEJO MIS CORDIALES SALUDOS,ROGANDO POR TI A NUESTRA SANTISIMA MADRE CELESTIAL.BENDICIONES.
ResponderBorrarDios te bendiga amiga Angelina!
ResponderBorrarGracias que Dios te bendiga y feliz dia de Cristo Rey unidos en oración y maría nuestra madre te acompañe siempre
ResponderBorrarDios vuelva su rostro sobre ti y te de la paz Lourdes. Feliz fiesta de Cristo Rey!
ResponderBorrarSanta María, Madre de Dios
ResponderBorrarruega por nosotros.
Amén, Así Sea Ñande Sy!
ResponderBorrarTenemos aquí en casa un afecto muy especial por esta advocación; como bien dice el paí Julián Zini, "en tu silencio y entre tus manos, caben las penas del poriahjú..."
Gracias por esto, Claudio
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo
Paz y bien Ricardo!
ResponderBorrarUn abrazo grande