Nuestros deseos de fin de año
Debemos robustecernos cada vez más en el Señor, en el poder de su fuerza. Sabemos que sin el Espíritu Santo no hay crecimiento, pero con Él ¡adelante!, pues todo lo podemos en aquel que nos conforta... y no olvidemos un segundo, que en todas las cosas interviene el Señor para bien de los lo que lo aman. «No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisamente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.» (Clive Staples Lewis) Amigos, desde el primer minuto de 2011, junto a Maria, sigamos edificando la Santa Iglesia Católica del Señor para la gloria de Dios Padre. Fraternalmen