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Mostrando las entradas de octubre, 2010

Zaqueo cambió

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Domingo 31º - Tiempo Ordinario - Ciclo C, Lucas 19, 1-10 La conversión siempre empieza por el bolsillo... Esta afirmación puede dejar perplejo a más de uno. Pero déjame que me explique... El bolsillo representa el lugar seguro donde guardamos lo que creemos valioso. Tenemos muchos bolsillos: el del dinero, el de las ideologías, el de las ideas... En cada uno de ellos guardamos objetos, opciones y opiniones que nos proporcionan seguridad. La conversión es orientar todos nuestros bolsillos hacia los valores de Jesús. Zaqueo era un hombre rico y no bien mirado por sus conocidos. Era cobrador de impuestos y ya sólo eso significaba un fuerte distanciamiento con las personas de su época. Nos dice el Evangelio que nuestro hombre "quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle" . Buen deseo de aquel hombre que nos sirve para reflexionar a los cristianos de esta época. ¿Hay necesidad de Jesús en nuestro mundo? ¿Quiere la gente con

Nuestra Señora de los Remedios

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Santísima Madre y Señora nuestra de los Remedios! Vos que fuiste simbolizada en el misterioso árbol de la vida, como que habías de ser la Madre de Jesús Redentor y Autor de nuestra vida divina, y sois la medianera excelsa por donde recibimos todos los frutos y favores de nuestra redención, miradnos con piedad, como verdaderos hijos vuestros, y sed para nosotros el remedio y la salud de nuestra vida. De la vida espiritual, para que auxiliados bajo vuestro amparo podamos vivir en caridad perfecta emulando vuestras virtudes y aspirando a la perfección de nuestro estado, que nos asegure la dicha de glorificar a Dios eternamente en vuestra compañía. De nuestra vida espiritual para que, firmes en la fe y con toda la energía de nuestra naturaleza podamos servir a Nuestro Señor Jesús y a Vos con mayor fecundidad y eficacia. Divina Señora y Reina nuestra, rendidamente afectuosos y devotos os ofrecemos y consagramos esta nuestra salud espiritual, para que séais en todo tiempo el divino remedio d

En tí busco mi refugio

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! «Todos los demás buscan sus intereses personales y no los de Cristo Jesús» (Flp. 2, 21) Tu no pretendes otra cosa que mi salvación y progreso y todo me lo conviertes en bien. Aunque algunas veces me expongas a tentaciones y contrariedades, todo lo ordenas para mi provecho, porque a tus elegidos, los sueles probar de mil maneras, y en estas pruebas yo te debo amar y alabar no menos que cuando tu me colmas de alegrías celestiales. Por lo tanto, Señor Dios, en tí pongo toda mi esperanza, en tí busco mi refugio, en tí confío todas mis tribulaciones y todas mis angustias, porque todo lo que miro fuera de tí, todo lo veo débil e inconstante. Porque no me servirán los muchos amigos; ni me podrán prestar ayuda oportuna los sabios más prudentes; ni me consolarán los libros de los doctos; ni habrá riqueza tan elevada que me pueda rescatar y liberarme; ni habrá lugar secreto y apartado que pueda defenderme, si tú, personalmente, no estás pr

Confianza en su fidelidad

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Confía tu suerte al Señor, y el te sostendrá. (Sal 55, 23) Señor, ¿cuál es la mayor confianza que debo tener en esta vida? ¿Cuál mi mayor consuelo entre las cosas que se ven bajo el cielo? ¿Acaso no eres tú, Señor y Dios mío, cuyas misericordias no tienen límite? ¿Dónde me fue bien sin tí? O ¿cuándo me fue mal contigo? Prefiero ser pobre por tí, que rico sin tí. Prefiero ser peregrino en esta tierra contigo, que poseer el cielo sin tí. Donde estás tú, hay cielo; y donde tu no estás, hay muerte e infierno. Tu eres mi anhelo y por eso no cesaré de orar, gemir y clamar en pos de tí. En una palabra, no puede confiar plenamente en nadie con la absoluta seguridad de que me ayudará oportunamente en mis necesidades. Solo puedo esperar en tí, Dios mío. Tu eres mi refugio, mi herencia en la tierra de los vivientes . (Sal 142, 6) Y mi confianza, en todas las circunstancias tu eres el consolador más fiel. Fraternalmente, Claudio

Cuando quiero hablar con Dios

Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Fraternalmente, Claudio

Los he llamado con mi gracia

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Hijo, cuídate y no discutas acerca de las cosas del cielo y de lo ocultos juicios de Dios, de por qué uno sea tan abandonado y otro elevado a tan alto grado de gracia, de por qué aquel sea tan afligido y este otro tan altamente ensalzado . Estas cosas están más allá de toda humana posibilidad y no existe ningún razonamiento ni hay ninguna reflexión suficiente para penetrar los juicios de Dios. Cuando, por lo tanto, el enemigo te sugiera alguna explicación o algunos indiscretos te la pregunten, respóndeles con el dicho del profeta: Tu eres justo, Señor, y rectos son tus juicios (Sal 118, 137) o con estas palabras: Los juicios de Dios son verdaderos y equitativos por su esencia (Sal 18, 10). Mis juicios deben ser temidos y no discutidos, porque son incomprensibles al entendimiento humano. Tampoco investigues o discutas los méritos de los santos , quien de entre ellos sea el más perfecto y el mayor en el reino de los cielos . Estas c

Tiempo de crisis

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Las hubo, las hay y habrá crisis. En este tiempo se refieren a lo económico, y de ahí a lo social afectando a la persona y sus relación con los demás. Pero, ¿qué hay de los hijos de Dios? Jesús nos asegura que buscando el Reino y su justicia, todo lo demás llega añadido , que nuestro Dios y Padre, conoce lo que necesitamos y nos proveerá lo necesario . Hay un tiempo para todo , nos enseña el Eclesiastés y el tiempo donde más luce la fe, es el tiempo de las crisis, de la prueba, el cual -entendemos bien- no es aquel donde Dios nos oprime para ver si somos fieles, sino cuando nos enfrentamos con la contingencias naturales de la vida, y nos sirve de test para verificar cuanta fe en realidad tenemos. Es que no se trata de adherir a la filosofía cristiana sino de nacer de nuevo a la vida de la gracia , orientar todo nuestro ser en Cristo . Elegir la mejor parte, es escuchar atentamente a Dios y creerle . Lo curioso es que los grandes d

Nuestra verdad y nuestra realidad

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Domingo 30 - Tiempo Ordinario- Ciclo C, Lucas 18, 9 - 14 «El Señor es un Juez que no se deja impresionar por apariencias. No menosprecia a nadie por ser pobre y escucha las súplicas del oprimido. No desoye los gritos angustiosos del huérfano ni las quejas insistentes de la viuda. Quien sirve a Dios con todo su corazón es oído y su plegaria llega hasta el Cielo. La oración del humilde atraviesa las nubes, y mientras él no obtiene lo que pide, permanece sin descanso y no desiste, hasta que el Altísimo lo atiende y el Justo Juez le hace justicia.» (Ecle. 35, 12 - 18) Se aprecia en el Antiguo Testamento que el temor de Dios recorría la relación de los hombres con Dios. Esta expresión se repite sin cesar en la Biblia evocando sentimientos de obediencia, de fidelidad, de culto debido a Yahvé. El día de la caída, Adán y Eva, culpables, tiemblan de temor al oír la voz de Dios. Moisés se cubrió el rostro, porque temía mirar a Dios. La Ley d

Nuestra Señora de Belén

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Madre Santa de Belén, hija amada de Dios Padre, ayúdanos a ser buenos cristianos, creciendo como testigos fuertes de la fe. Madre de Jesús, a quien tienes en tus brazos ayúdanos a llevarlo a todos los hermanos especialmente a los pobres, enfermos y sufrientes, siendo heraldos de la esperanza. Virgen de la Casa del Pan, Esposa del Espíritu Santo, consíguenos el don de la caridad, para ser constructores de la unidad, en la justicia, el trabajo y la paz. Madre de Belén, bendice nuestras vidas, llévanos al cielo. Amén ~·~·~ Nuestra Señora de Belén - Madre de los Pobres Departamento Belén - Diócesis de Catamarca (Argentina) Fraternalmente, Claudio

Le he prestado la mano a Jesús

Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Le he prestado la mano a Jesús, el quería escribir de su luz y es por eso me olvido de mi y lo dejo que escriba, me hago a un lado y lo dejo seguir, es hermoso mirarlo escribir y me niego a mi mismo y conviene que guarde silencio Porque puedo aprender de las cosas que tiene sentido y nos sirven de mucha experiencia que uno a vivido ¡Oh Señor! pon tu letra en tu son, pon tus dichos en esta canción Hace falta escucharte otra vez, para sentirse vivo Y me sigo dejando llevar, no querría que hubiese un final y es que cada palabra que escribe me llena la vida el Jesús que una vez conocí, se ha quedó conmigo a vivir yo no cambio por nada del mudo esta gran alegría Porque puedo aprender de las cosas que tiene sentido y nos sirven de mucha experiencia que uno a vivido ¡Oh Señor! pon tu letra en tu son, pon tus dichos en esta canción Hace falta escucharte otra vez, para sentirse vivo..! Fraternalmente, Claudio

No extingan la acción del Espíritu

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Lucas 12, 49-53 Vine a traer fuego . ¿Será necesario pensar que el fuego refiere a algo preciso como sería el amor o el Evangelio o el don del Espíritu Santo? Mejor nos quedamos con la figura del fuego que purifica, que quema todo lo viejo, que da calor y fomenta la vida. Los símbolos del Espíritu Santo: el fuego. Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la Vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo (Catecismo de la Iglesia Católica, 696). Jesús no revela plenamente el Espíritu Santo hasta que él mismo no ha sido glorificado por su Muerte y su Resurrección... Solamente cuando ha llegado la hora en que él va a ser glorificado, Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres: el Espíritu de Verdad, el otro Paráclito, será dado por el Padre en virtud de la

Ten calma contigo mismo

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Hijo, me agradan más la humildad y la paciencia en la adversidad que la mucha satisfacción y devoción en la prosperidad. ¿Por qué te entristeces por cualquier pequeña cosa que se diga contra tí? No deberías inquietarte aunque ella fuera mayor. Dejala perder; no es la primera, nos es nueva, ni será la última, si vas a tener una larga vida. Eres valeroso cuando no te llega ninguna contrariedad. Hasta sabes dar buenos consejos e infundir ánimo a otros con palabras, pero apenas se presenta a tu puerta una tribulación inesperada, consejo y valor se acaban. Considera por lo tanto tu gran fragilidad que con frecuencia estás constatando hasta en las mínimas circunstancias y ten presente que estas cosas y otras semejantes te suceden para tu salvación. Aléjalas como mejor puedas del corazón y si llegan a golpearte no te desalientes ni te dejes abatir por largo tiempo. Aguántalas por lo menor con paciencia, si no lo puede hacer con alegría. Au

Crisis de amor

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Donde el amor está ausente se manifiesta invariablemente la cultura de la muerte en todos sus aspectos. Existen muchos conflictos, dramas, necesidades en el mundo, pero nada más grave como la falta de amor. Lo grotesco es cuando se confunde el amor auténtico con las más bajas pasiones, con egoísmos criminales, con la presunción de ser libres, pero sólo para practicar el mal porque no se sabe como practicar el bien. Los antiguos griegos llamaban a este tipo de amor bastardo «eros» de donde deriva la palabra erótico. Dios nos dice que cuando hacemos estas cosas, somos «sabios para lo malo e ignorantes para el bien» (Jr 4, 22) ¿Cómo prometerse, entonces, un país civilizado, en plena evolución, en crecimiento constante, en el que todos tienen derecho a vivir del trabajo y no de la usura, ni de la violencia histérica del poder ni del abuso de la autoridad, ni de justicia esencialmente injusta? Y este espíritu de muerte se filtra en tod

De tu mano recibí la cruz

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (Mt 19, 16) . Si quieres conocer la verdad, cree en mí. Si quieres ser perfecto, vendo cuanto tienes (Mt 19, 21). Si quieres ser mi discípulo, niégate a ti mismo (Lc 9, 23; 14, 27. Mt 16, 24) . Si quieres alcanzar la vida eterna, desprecia la presente. Si quieres ser ensalzado en el cielo, humillate en la tierra. Si quieres reinar conmigo, lleva conmigo la cruz. Porque solo los siervos de la cruz hallan el camino de la felicidad y de la luz verdadera. Señor Jesús, ya que tu vida fue dura y despreciada por el mundo, concédeme que te imite en el desprecio del mismo mundo. El discípulo no está sobre el maestro, ni el siervo sobre su Señor (Mt 10, 24). Que tu siervo se ejercite en la escuela de tu vida porque en ella está mi salvación y la verdadera santidad. Lo que lea u oiga fuera de ella no me fortalece ni me deleita plenamente. Hijo, estas cosas las conoces y las has leído. S

Pide, busca y tu corazón se ensanchará

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Domingo 29º - Tiempo Ordinario - Ciclo C / Lucas 18, 1-8 Jesús nos recuerda que «es preciso orar siempre sin desfallecer» (Lc 18,1). Enseña con sus obras y con las palabras. Santa María es modelo de oración, también de petición. En Caná de Galilea es capaz de avanzar la hora de Jesús, la hora de los milagros, con su petición, llena de amor por aquellos esposos y llena de confianza en su Hijo. Nos cuesta tener presencia de Dios, precisamente porque no tenemos esa costumbre. Pero, con el tiempo y el interés, puede llegar a ser en nosotros algo tan continuo como el respirar. Como el perro adiestrado mira una y otra vez a su amo antes de hacer cualquier cosa, para saber dónde se encuentra. Como la presencia del amado o de la amada ausente en el día y en la noche del amante. Su ausencia provoca una presencia que llena el pensamiento, que lo atrae como un imán, continuamente. En los evangelios se ve cómo Jesús con frecuencia alababa a su

Mi mamá se llama Ramón..!

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! A Pablito, le preguntaron en la escuela el nombre de su mamá y él contestó: Ramón, lacónicamente. Esta historia, que parece ser tan común en un mundo globalizado me da pié para publicar esta reflexión de José Carlos Areán, Capellán del R.C. Celta – Vigo. Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para ello tendrían que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. Por supuesto no es un invento de la Iglesia. Muchos siglos antes de que Jesús naciera en Belén, el Derecho Romano reconocía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Después ellos se divertían con efebos, que para eso estaban, para el disfrute. La esposa era para tener hijos. La palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: "matris" y "munio". La primera significa "madre", la segunda "defensa"

Como El

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Hijo, podrás transformarte en mi en la medida que salgas de ti. Como la falta de deseos de cosas exteriores produce la paz interior, del mismo modo el renunciar interiormente a si mismo engendra la unión con Dios. Quiero que, en adhesión a mi voluntad, aprendas la abdicación total de tu ser, sin objeciones y sin quejas. Sígueme (Mt. 9, 9), Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6). Sin camino no se puede andar, sin verdad no se conoce, sin vida no se vive. Yo soy el camino que debes recorrer, la verdad que debes creer, la vida que debes esperar. Yo soy el camino que no se debe dejar, la verdad que no engaña, la vida que nunca acaba. Yo soy el camino más derecho, la verdad suprema, la vida verdadera, la vida bienaventurada, la vida increada. Si permaneces en mi camino, conocerás la verdad y la verdad te hará libre (Jn. 8, 32) y así alcanzarás la vida eterna. Fraternalmente, Claudio La Imitación de Cristo

Milagros y prodigios ¿por qué no creemos?

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre Es indudable que en un mundo donde abundan los charlatanes de turno es necesaria la prudencia sobre ciertos milagros y prodigios para no aventar juicios que luego chocan contra la realidad . La Iglesia lo sabe y por ello es tan cautelosa en aprobarlos. Sin embargo, también tenemos que respetar lo que esta revelado y no oponernos a ello , por razones estrictas de fe. Jesús dijo a una persona que tenía pensamientos propios y no de Dios «¡Apártate de mi Satanás! Escándalo eres para mi» (Mt 16, 23) Entonces resulta grotesco hablar despectivamente de los milagros y prodigios y de las verdaderas maravillas que Dios hace en las almas , afirmando que estos milagros nos aniñan e invalidan como seres humanos o que son inútiles y no necesarios. Pero he aquí que la palabra de Dios nos habla de la eficacia de los prodigios y milagros (Rm 15, 18-19) y que además son características de un apostol junto con la paciencia en los sufrimientos (2 Co 12

Prejuicios que quieren anular las profecias

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre Está claro que la profecía es un carisma del Espíritu Santo. Que es «cimiento de la Iglesia» junto con el cimiento apostólico (Ef. 2, 20). Se nos ha revelado que a este carisma «debemos aspirar especialmente» después de la caridad (1 Co. 14, 1). Se nos ha revelado desde el Antiguo Testamento: «Vuestros hijos y vuestras hijas (que somos todos nosotros y los hijos e hijas de nuestros hijos e hijas) profetizarán» (Jl 3, 1). Jesús mismo nos dice que somos profetas mayores que los del Antiguo Testamento y que Juan el Bautista (Mt 11, 7-11) También nos dice hablando del Espíritu Santo:«Escuchas su voz», pues es el que nos conduce «a la verdad completa» y «nos habla de cosas futuras» A pesar de todos estos textos que pertenecen a la revelación y al depósito de la fe; a veces, se tiene terror a una profecía, porque muchos suponen que se trata de una «nueva revelación» o que tiene que ser necesariamente una «novedad», «algo extraño» y como «a

La eficacia de la gracia divina

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Señor y Dios mío que mes has creado a tu imagen y semejanza, concédeme esta gracia que me demostraste ser tan grande y tan necesaria para la salvación, para que con ella pueda vencer mi pésima naturaleza que me arrastra a los pecados y a la perdición. Porque, en mis miembros, yo siento, contraria a la ley de mi razón, la ley del pecado (Rom 7, 23) que me esclaviza y, con frecuencia, me incita a obedecer a los sentidos y no puedo enfrentarme a sus pasiones si no me asiste tu santísima gracia, oportunamente infundida en mi corazón. ¡Oh gracia muy bendita que conviertes en lleno de virtudes al pobre espíritu y en rico de muchos bienes al humilde corazón! Ven, desciende a mí, cólmame desde la mañana con tus consuelos, para que mi alma no desfallezca de cansancio y aridez de espíritu. Te suplico Señor, que yo encuentre gracia a tus ojos. Tu gracia me basta (2 Cor 12, 9) aunque no obtenga nada de lo que la naturaleza desea. Mientras esté

La proclamación del evangelio

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Leemos la siguiente pregunta: He oído decir que para ser verdadero discípulo de Jesús no es necesario proclamar demasiado el evangelio sino que son suficientes sus obras, que impregnan de sentido cristiano todo lo que aquel hace y su buen ejemplo que ilumina a todos. Me parece que hay una contradicción en todo esto. ¿Que me pueden decir ustedes? No se puede dar auténtico testimonio y menos de lo que creemos que es una obra nuestra exclusiva («suficiente»), si nos olvidamos de proclamar el evangelio. 1 - Las obras que dan testimonio son las que brotan de la fe, pero la fe nos exige ser obedientes a Cristo quien nos mandó expresamente proclamar el Evangelio. Sin esta fe ni siquiera agradamos a Dios y estamos presumiendo que las obras son suficientes. 2 - Cuando centramos el poder de la evangelización y la inculturación del evangelio exclusivamente en nuestras obras ni siquiera estamos obrando con fe, que se apoya enteramente en el

Saber ser agradecidos

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Domingo 28º, tiempo ordinario, ciclo C - Lucas 17, 11-19 La Palabra de hoy toca el tema del agradecimiento. Un tema más que delicado en un mundo lleno de tormentos y de dolor de todo tipo. Un elemento fundamental en las curaciones cristianas (no me refiero sólo a la salud física) es la compasión. Sentir con el otro sus propios sufrimientos es una gracia que las personas que la tienen se convierten en seres humanos de gran calidad en el amor hacia los que le rodean. Por desgracia, la compasión no es algo que se pueda aprender en los libros. Se es compasivo en la medida en que nos acercamos adecuadamente a Dios, con limpieza de corazón y mirada solidaria. Jesús les manda ir a los sacerdotes para cumplir lo que prescribía la ley (Lev 13,45-46 14,2-7). No les dice explícitamente que serán curados. Muchas veces en la vida de las personas sucede algo parecido. Emprendemos un camino a nuestras tradiciones y seguridades y en el camino somos

Inclinaciones opuestas - Ultima parte

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! La naturaleza se complace en contar muchos amigos y parientes, se enorgullece de su noble alcurnia y nacimiento, satisface a los poderosos, adula a los ricos y aplaude a los que son iguales. La gracia no procede de esta manera. Ella ama aún a los enemigos y no se envanece de los muchos amigos; no da importancia al lugar de origen o al linaje del cual desciende, a menos que en ello no haya una virtud mayor. Favorece más al pobre que al rico, simpatiza más con el inocente que con el prepotente, prefiere la compañía de los sinceros que la de los hipócritas, exhorta siempre a los buenos para «aspiren siempre a dones más altos» (1 Cor 12, 31) y a parecerse -por sus virtudes- al Hijo de Dios. La naturaleza todo lo converge a si misma, y por si misma lucha y porfía. La gracia en vez, todo lo refiere a Dios, como a su fuente natural; no se atribuye ningún bien ni lo presume arrogantemente; no discute, ni desea que su parecer se imponga

Inclinaciones opuestas - 3

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre La naturaleza mira a las cosas temporales, se alegra de las ganancias terrenales, se entristece por cualquier perjuicio material y se irrita por toda palabra injuriosa; pero la gracia considera lo eterno , no adhiere a lo pasajero, ni se turba si lo pierde, ni se amarga si oye palabras ofensivas, porque su tesoro y su gozo los ha puesto en el cielo, donde nada se pierde. La naturaleza es codiciosa; le gusta más recibir que dar, además de las propias ama las cosas ajenas. La gracia , por el contrario, es compasiva y abierta, evita la particularidad y se contenta con poco porque juzga «que hay más felicidad en dar que en recibir» (Hch 20, 35) La naturaleza tiene inclinaciones a las criaturas, a la propia persona, a las vanidades y a las conversaciones, mientras que la gracia tiende hacia Dios y las virtudes, renuncia a la criatura, huye del mundo, abomina los deseos carnales, no se va de un lado para otro perdiendo el tiempo y s

La fe es para vivirla

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! ¿Qué se entiende por practicar la fe? Practicar la fe no sólo es rezar y participar en los sacramentos. Abarca también el amor a Dios y el amor al prójimo, dar culto a Dios y servir a los demás con la caridad y la justicia. En uno de sus sermones exhorta San Agustín: « Dichosos nosotros si llevamos a la práctica lo que escuchamos (en la iglesia) …Porque cuando escuchamos es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído es como si esta semilla fructificara ». Y añade que la vida cristiana, como la de Jesús, se fundamenta en dos actitudes: la humildad y la acción de gracias . La humildad lleva, en efecto, a morir a uno mismo para dar la vida a otros. Y la acción de gracias (eso significa Eucaristía) se ofrece a Dios Padre como culto, a la vez que se traduce en servicio por el bien de todos: damos gracias a Dios que nos ha salvado y manifestamos nuestro agradecimiento preocupándonos, con hechos, po

Inclinaciones opuestas - 2

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! La naturaleza se preocupa de su comodidad y calcula que ventaja puede sacar a los demás. La gracia en vez, considera atentamente lo que aprovecha a muchos y no lo que es útil o conveniente para ella. La naturaleza recibe gustosa los honores y las reverencias mientras que la gracia, con toda fidelidad,a tribuye a Dios todo honor y toda gloria. La naturaleza teme la confusión y el desprecio y la gracia se alegra de « sufrir por el Nombre de Jesús » (Hch 5, 41) La naturaleza prefiere el ocio y el descanso corporal, la gracia -en vez- no puede estar inactiva y con agrado se entrega al trabajo. La naturaleza busca poseer cosas raras y bellas y detesta las viles y groseras. La gracia, por su parte, se complace de lo que es simple y modesto, no desprecia las cosas ordinarias y se viste sin repugnancia de ropas viejas. Que el Señor los bendiga, Claudio

Inclinaciones opuestas

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Hijo, observa atentamente las inclinaciones de la naturaleza y de la gracia porque con frecuencia se mueven con toda sutileza y en forma contraria y apenas se puede distinguir el hombre iluminado y de vida interior. Todos desean el bien y algún bien todos se proponen en lo que dicen o hacen, pero muchos son engañados por las apariencias de bien. La naturaleza es astuta, arrastra a mucha gente, la enreda y engaña y se pone a si misma por fin. La gracia, en vez, obra con sencillez, huya hasta las simples efigies del mal, no tiende lazos engañosos y cumple todas las cosas por Dios en el cual, como conclusión hallará descanso. La naturaleza no quiere morir, ni ser oprimida ni vencida, no quiere que la metan ni consiente que la dirijan. La gracia, por el contrario, se dedica a la propia mortificación, lucha contra la sensualidad, admite estar sometida, acepta ser vencida y no desea gozar de la propia libertad, prefiere vivir bajo discipl

El Espíritu es animoso, pero la carne es débil

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¡Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! Jesús pronunció estas palabras, cuando estaba haciendo oración en el huerto, antes de su Pasión. Al volverse a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, con los cuales se había apartado de los otros discípulos, los halla dormidos. Entonces el Señor se queja a Pedro: «De modo que no pudieron permancer despiertos conmigo ni una hora?» (Mt 26, 40) Jesús les había mandado a estos tres elegidos que velaran con Él. Pero fueron vencidos por el sueño «porque se le cerraban los ojos de sueño» observa Mateo. Es entonces cuando les dice: «Estén despiertos y orando para que no caigan en tentación; el espíritu es animoso, pero la carne es débil» (Mt 26, 41) Jesús veía con gran tristeza el abandono de que iba a ser objeto por parte de sus discípulos preferidos. Se avecinaba la gran prueba. Hubiera sido mejor obedecer a Jesús y velar con Él. Si le hubieran dicho que estaban muy fatigados, Jesús les hubiese dado ánimo para velar con Él. ¡

Fe y más fe

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Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre! 27º domingo de tiempo ordinario - ciclo C - Libro de Habacuc 1,2-3.2,2-4 , Segunda Carta de San Pablo a Timoteo 1,6-8.13-14, Evangelio de Lucas 17, 5-10 «¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio, sin que me escuches, y denunciaré a gritos la violencia que reina, sin que vengas a salvarme? ¿Por qué me dejas ver la injusticia y te quedas mirando la opresión? Ante mí no hay más que asaltos y violencias, y surgen rebeliones y desórdenes. El Señor me respondió y me dijo: "Escribe la visión que te he manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio, vivirá por su fe" » (Hab. 1, 2-3; 2, 2-4) En esta lectura del Profeta Habacuc vemos su preocupación por el triunfo de la injusticia. Es una pregunta que siempre está presente en el c