8 de septiembre de 2010

Natividad de la Santísima Virgen María

¡Paz y bien en Cristo Jesús y en la Virgen María!

La Iglesia celebra hoy, la fiesta de la Natividad de la Virgen María, o el Día de la Virgen Niña.

"Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella".

Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".

Y el día de su fiesta la saluda la Liturgia: "Celebramos el nacimiento de la Virgen María... Celebramos con gozo... ¿Quién es ésta que se asoma como alba? Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a todas las Iglesias... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de David. Por ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...

¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el oscuro camino de la fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste como cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacería el Salvador del mundo unos años después. Felicidades, la pobre de Nazareth.

Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias" como te llama Malaquías. Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y mía también.

Himno
Desde el abor de nuestra historia,
Suave, discreta y escondida,
Llega María a nuestra tierra,
Virgen y Madre prometida.
La luz del Hijo la rodea,
Por él es bella sin medida,
Y no hay bondad entre los hombres
Que pueda serle parecida.
Suba al Señor cual blanca nube
Esta alabanza proferida;
A Dios bendito bendecimos
Por la que fue la Bendecida.
Amén
"... Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz brotará un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor..." (Isaías 11, 1–2)

"... Son ellos israelitas, de quienes es la adopción divina, la manifestación sensible de la presencia de Dios, las alianzas con él, la legislación de Moisés, el culto del templo y las promesas de Dios. De ellos son los patriarcas, y de ellos procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por lo siglos. Amén..." (Romanos 9, 4 – 5)
Himno
Vino a la vida para que la muerte
dejara de vivir en nuestra vida,
y para que lo que antes era vida
fuera más muerte que la misma muerte.

Vino a la vida para que la Vida
Pudiera darnos vida con su muerte,
Y para lo que antes era muerte
Fuera más vida que la misma vida.
Desde entonces la vida es tanta vida
Y la muerte de ayer tan poca muerte,
Que si a la vida le faltara vida
Y a nuestra muerte le sobrara muerte,
Con esta vida nos daría tal vida
Para dar muerte al resto de la muerte.

Amén
Concede a tus siervos, Señor, el don de tu gracia, para que, a quienes recibimos las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, la fiesta anual de su nacimiento nos traiga aumento de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Que el Señor y la Santísima Virgen María los colme de bendiciones,

Claudio

1 comentario:

  1. La suerte nuestra que recibimos el regalo dela fe en la Iglesia y por eso nos deleitamos con los himnos de la liturgia que enzalsan a nuestra Madre.

    ¿Como pueden algunos hermanos evangélicos desconocer estas pérlas del espíritu y de la literatura.

    Gracias, Bruno

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