Las Escrituras y nuestra actividad apostólica
¡Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre!
Nadie enciende una lámpara para cubrirla con un envase o ponerla debajo de la cama. Por el contrario, la pone en un candelero, para que los entren vean la luz (Lc. 8, 16)
Que el Señor los bendiga,
Claudio
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