16 de septiembre de 2010

Las Escrituras y nuestra actividad apostólica

¡Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre!
Nadie enciende una lámpara para cubrirla con un envase o ponerla debajo de la cama. Por el contrario, la pone en un candelero, para que los entren vean la luz (Lc. 8, 16)





Que el Señor los bendiga,

Claudio

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