Cuatro cosas que producen mucha paz
¡Paz y bien!
- Hijo, ahora te indicaré el camino que lleva a la paz y a la verdadera libertad.
- Haz, Señor, lo que dices y tendrá sumo placer en oírte...- Esfuérzate, hijo mío, en cumplir antes la voluntad de otros que la tuya. Elige siempre tener menos que más. Busca siempre el lugar más bajo estar sometido a todos. Procura siempre y pide que se cumpla íntegramente en ti, la voluntad de Dios. Un hombre que haga eso ya ha entrado en el reino de la paz y la tranquilidad.
- Señor estas pocas palabras tuyas contienen una doctrina de mucha perfección, son breves en decirse pero ricas en significado y frutos abundantes. Si yo las pudiera guardar fielmente, la turbación no entraría en mi fácilmente. Porque todas las veces que mi siento inquieto y apesadumbrado, reconozco que fue por haberme apartado de esta doctrina. Pero tú, que todo lo puedes y siempre deseas el progreso de mi alma, otórgame gracias más abundantes para que pueda cumplir tu enseñanza y hacer lo que conviene para mi salvación.
Que el Señor, los colme de bendiciones!
Fuente: La Imitación de Cristo, reflexión del 10/07
Fuente: La Imitación de Cristo, reflexión del 10/07
Comentarios
Publicar un comentario
«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.