Crecimiento en Jesús por Maria - VI
¡Paz y bien en Cristo y en la Virgen Maria!
La fe nos impulsa a crecer
La fe es una gracia dada gratuitamente por Dios, que nos permite conocer a Dios y aceptar lo desconocido en función del plan de salvación, pero ¡ojo!, no nos descuidemos. Debemos pedir constantemente que el Señor acreciente nuestra fe para seguir creciendo espiritualmente, porque ¿de que no sirve ser adultos y maduros humanamente, si espiritualmente permanecemos con un infantilismo que nos aparta constantemente del camino de Dios?
Un signo importante del falta de fe o de una fe débil, son las constantes dudas sobre las gracias del Espíritu Santo, tanto en nosotros como en nuestros hermanos, desconfiando de todo y de todos, porque en el fondo no queremos entregarnos a la voluntad de Dios. Nos resulta más fácil y hasta más cómodo preguntar, indagar y buscar respuestas humanas dando una imagen de humildad, que en realidad es solo soberbia encubierta. Nuestra falta de fe, nos hace buscar seguridades humanas, cuando en realidad tener fe implica creer aunque todo grite que no, aunque todo parezca morir, aunque vea a los hombres odiar y sentir muy solo el dolor.
Cuando Maria partió a Egipto no tenia ninguna seguridad de lo que pasaría, sin embargo, acepta la voluntad de Dios y puesta su fe solamente en El, se fue, no buscó ni pidió explicaciones del "por que", dejándolo todo, perdiéndolo todo se fue a un país extranjero. ¡Cuánto tenemos que aprender de esta Madre!
Sobre el tema de la fe infantil, Monseñor Carlos Talavera tiene una muy buena explicación: Fe infantil y fe adolescente, son dos nombres que se aplican a la fe de cristianos demasiados centrados en si mismos o demasiados interesados en el provecho propio. El hombre adulto en la fe, es el que acepta Dios revelado por Cristo Jesús en el Evangelio.
Si pretendemos ser cristianos maduros, debemos crecer en la fe, buscando siempre la voluntad de Dios y aceptándola sin cuestionamientos. A lo largo del Evangelio vemos que Jesús exige fe para curar (Mc 5, 34-36); reprende cuando no hay fe (Mt 6, 30 - Mt 8, 26 - Mc 4, 40 - Lc 8, 25); alaba la fe del centurión (Mt 8, 10); la fe obra milagros (Mc 9, 23 - Mt 17, 20: 21, 21 - 22 ); el objeto de la fe es Dios (Mc 11, 22 - 24); manifiesta el poder de Dios (Hech 2, 44; 4, 32; 10, 43; 15, 7-11; 11, 17; 26,18; 16, 31 - Rm 10, 10); el justo vive en la fe (Rm 1, 16-17; 14, 23; 4, 3-5; 3, 22 -26)
Por lo tanto la fe es, hermanos, una gracia de Dios, sanación, obra milagros, es salvación, compartir perdón, purificación, herencia, justicia, conversión, respuesta, fidelidad a Dios, seguridad, liberación, realidad, revelación y fortaleza.
Que el Señor los bendiga!
Un signo importante del falta de fe o de una fe débil, son las constantes dudas sobre las gracias del Espíritu Santo, tanto en nosotros como en nuestros hermanos, desconfiando de todo y de todos, porque en el fondo no queremos entregarnos a la voluntad de Dios. Nos resulta más fácil y hasta más cómodo preguntar, indagar y buscar respuestas humanas dando una imagen de humildad, que en realidad es solo soberbia encubierta. Nuestra falta de fe, nos hace buscar seguridades humanas, cuando en realidad tener fe implica creer aunque todo grite que no, aunque todo parezca morir, aunque vea a los hombres odiar y sentir muy solo el dolor.
Cuando Maria partió a Egipto no tenia ninguna seguridad de lo que pasaría, sin embargo, acepta la voluntad de Dios y puesta su fe solamente en El, se fue, no buscó ni pidió explicaciones del "por que", dejándolo todo, perdiéndolo todo se fue a un país extranjero. ¡Cuánto tenemos que aprender de esta Madre!
Sobre el tema de la fe infantil, Monseñor Carlos Talavera tiene una muy buena explicación: Fe infantil y fe adolescente, son dos nombres que se aplican a la fe de cristianos demasiados centrados en si mismos o demasiados interesados en el provecho propio. El hombre adulto en la fe, es el que acepta Dios revelado por Cristo Jesús en el Evangelio.
Si pretendemos ser cristianos maduros, debemos crecer en la fe, buscando siempre la voluntad de Dios y aceptándola sin cuestionamientos. A lo largo del Evangelio vemos que Jesús exige fe para curar (Mc 5, 34-36); reprende cuando no hay fe (Mt 6, 30 - Mt 8, 26 - Mc 4, 40 - Lc 8, 25); alaba la fe del centurión (Mt 8, 10); la fe obra milagros (Mc 9, 23 - Mt 17, 20: 21, 21 - 22 ); el objeto de la fe es Dios (Mc 11, 22 - 24); manifiesta el poder de Dios (Hech 2, 44; 4, 32; 10, 43; 15, 7-11; 11, 17; 26,18; 16, 31 - Rm 10, 10); el justo vive en la fe (Rm 1, 16-17; 14, 23; 4, 3-5; 3, 22 -26)
Por lo tanto la fe es, hermanos, una gracia de Dios, sanación, obra milagros, es salvación, compartir perdón, purificación, herencia, justicia, conversión, respuesta, fidelidad a Dios, seguridad, liberación, realidad, revelación y fortaleza.
Que el Señor los bendiga!
Claudio
Seminario de Crecimiento y Sanación con Maria . Editorial Kyrios
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