Querer de verdad
Paz y bien
Aquella mujer quería curarse, y había puesto todos los medios a su alcance. Ya no había más remedios, pero al oír hablar de Jesús se lanza a tocarle porque cree que puede curarle. Si hiciéramos una encuesta preguntando a las personas si quieren ir al cielo, todas dirían que sí, que sí quieren. Pero una cosa es ese vago deseo y otra el quererlo realmente, poniendo los medios que hagan falta.
Cuentan que una hermana suya preguntó a Tomás de Aquino qué es lo que se necesita para ir al cielo, y su hermano, que podía haberle hecho un largo menú (oración, sacramentos, obras de misericordia, etc.), fue esa vez muy lacónico: «Teodora -le dijo- lo único que hace falta es querer».
Por parte de Dios el camino está trazado, sólo queda recorrerlo personalmente; pero para eso hay que querer de verdad, empleándose a fondo: quien quiere de verdad pondrá los medios. Por eso señala la santa de Ávila que «a los que quieren beber de esta agua de vida y quieren caminar hasta llegar hasta la misma fuente... digo que importa mucho y el todo... una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, murmure quien murmure, siquiera llegue allá, siquiera me muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo» (Camino de perfección).
Cuánto tiempo y esfuerzos dedican las personas para las cosas que les placen. Cuánta ilusión tenemos a veces por ciertos temas que verdaderamente nos roban el corazón por momentos y, con tal de conseguir nuestro propósito, ¡cuántos sacrificios hacemos!
Domingo 13 - B- Marcos 5, 32-43
Aquella mujer quería curarse, y había puesto todos los medios a su alcance. Ya no había más remedios, pero al oír hablar de Jesús se lanza a tocarle porque cree que puede curarle. Si hiciéramos una encuesta preguntando a las personas si quieren ir al cielo, todas dirían que sí, que sí quieren. Pero una cosa es ese vago deseo y otra el quererlo realmente, poniendo los medios que hagan falta.
Cuentan que una hermana suya preguntó a Tomás de Aquino qué es lo que se necesita para ir al cielo, y su hermano, que podía haberle hecho un largo menú (oración, sacramentos, obras de misericordia, etc.), fue esa vez muy lacónico: «Teodora -le dijo- lo único que hace falta es querer».
Por parte de Dios el camino está trazado, sólo queda recorrerlo personalmente; pero para eso hay que querer de verdad, empleándose a fondo: quien quiere de verdad pondrá los medios. Por eso señala la santa de Ávila que «a los que quieren beber de esta agua de vida y quieren caminar hasta llegar hasta la misma fuente... digo que importa mucho y el todo... una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, murmure quien murmure, siquiera llegue allá, siquiera me muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo» (Camino de perfección).
Cuánto tiempo y esfuerzos dedican las personas para las cosas que les placen. Cuánta ilusión tenemos a veces por ciertos temas que verdaderamente nos roban el corazón por momentos y, con tal de conseguir nuestro propósito, ¡cuántos sacrificios hacemos!
Tú quieres, Señor, que esté ilusionado por muchas cosas, pero sólo una es necesaria una cosa, y que ha de estar en el fondo de todo mi pensar, querer y actuar: Tú, Señor. Ayúdame a querer de verdad, con obras, sin que otros afanes apaguen mi propósito.Fraternalmente,
†
Dominus Providebit
Ontem quando ouvi as leituras senti orgulho naquela mulher.
ResponderBorrarEla conseguiu meter-se no meio de todos e chegar até Jesus.
Uma caminhada de FÉ.
Depois teve a coragem de tocar em Jesus. Coragem e Remédio.
Estou certo que ainda amedrontada ela sentiu-se duplamente feliz.
Ninguém lhe daria um sorriso e uma palavra de amor como Jesus lhe dirigiu.
Bem-aventurados aqueles que procuram o Senhor e não temem por lhe entregar as suas vidas.
Cuanto necesito hacer una revisión periodica de mis ilusiones y proyectos para comprobar si son solo mios y, en el esfuerzo por llevarlos a cabo, cuanto hay de orgullo y cuanto de Amor a Dios
ResponderBorrarEstoy totalmente de acuerdo. Siempre me impresionó que el evangelio de san Juan, cuando la curación del paralítico de la piscina, Jesús le pregunta "¿quieres curarte?", parece que esa pregunta sobra, ya que lleva treinta y muchos años allí, pero El hace la pregunta, señal de que muchas veces, no queremos, y no queremos que nos cure el Señor, porque eso implicaría otra serie de cosas que no estamos dispuestos a asumir.
ResponderBorrarSanta semana.
Un saludo invocando el Nombre de Jesús.