Comprometerse
Paz y bien 17º Domingo, ciclo B, Juan 6, 1 - 15 A veces nos preguntamos: ¿Por qué Dios no interviene en el mundo y arregla tal asunto? Deberían venir a nuestra memoria estas palabras: dadles vosotros de comer. Cuentan que un hombre se encontró a un niño enfermo en la calle, fue a la Iglesia y preguntó al sacerdote: ¿Por qué Dios no hace nada para ayudarle?, y el sacerdote le contestó: Ya lo ha hecho: que tú le encontraras. Es muy fácil echar la culpa a otros, incluso echársela a Dios, ante las deficiencias que notamos. Lo que hemos de hacer es implicarnos nosotros, si es que podemos o debemos hacerlo. Implicarnos a fondo. Dicen que en un plato de huevos fritos con panceta, el cerdo se ha implicado mucho más que la gallina (poniendo su lomo). Dios puede hacer milagros, pero normalmente no los hace, porque cuenta con las criaturas para resolver los problemas. Jesús iba a dar de comer a cinco mil personas, pero quería necesitar de los cinco panes y de los dos peces. No había m