El rincocito de María - IV


¡Paz y bien para todos!

Dice María:
Quiero llamar también la atención sobre el siguiente punto: el que se refiere a la confianza en Dios. La confianza resume en sí las virtudes teologales. Quien las tiene, es señal que tiene fe. Quien la tiene, señal es de que espera. Quien la posee, señal es de que ama. Cuando uno ama, espera, cree en alguien, tiene confianza. De otro modo no se puede. Dios es merecedor de esta confianza nuestra. Si la damos a los pobres hombres capaces de fallar ¿porque debe negarse a Dios que jamás falla? La confianza es también humildad. El soberbio dice: "Yo lo hago por mi mismo. No me fío d estre porque es incapaz, metiroso, orgulloso..." El humilde dice: "Confío ¿Porque no debo confiar? ¿Porque debo pensar que soy mejor que él?" Y con mayor razón dice de Dios: "¿Porque debo desconfiar de él que es bueno? ¿Porque debo pensar que sea yo capaz de hacerlo por mi mismo?"Dios se entrega al humilde, pero se aleja del que es soberbio.

La confianza es también obediencia. Dios ama al obediente. La obediencia es señal por la que nos reconocemos hijos suyos y reconocemos a Dios como padre. Y un padre no puede sino amar cuando es un verdadero padre. Dios es para nosotros un verdadero Padre y un Padre perfecto.

Quiero que meditéis lo siguiente: Y siempre se apoya sobre la confianza. Cualquier cosa que suceda, no puede suceder si Dios no lo permite. ¿Eres por ventura poderoso? Si es así, es porque Dios lo ha permitido. ¿Eres acaso súbdito? Lo eres porque Dios lo permitió.

Trata pues ¡oh, poderoso! de no convertir tu poder para tu mal. Siempre será "tu mal" aún cuando al principio parezca que es un mal de los demás. Porque si Dios permite, no permite más allá de la medida, y si tu pisas más allá de la señal, El castiga, te reduce a polvo. Trata pues ¡oh, tú que eres súbdito! de convertir tu estado en un imán que atraiga sobre ti la protección celestial. No maldigas jamás. Déjaselo a Dios. A El, que es Señor de todo, toca bendecir y maldecir lo que creó. Quédate en paz" [1]
Dice el Señor en referencia a la Virgen María:
Todos me abandonarán en cierta hora; tal vez por unos minutos y la villanía se apoderará de todos y pensareis vosotros que hubiera sido mejor, para vuestra seguridad, no haberme conocido jamás. Pero ella, que lo comprende y lo sabe, Ella estará siempre conmigo y vosotros volveréis a ser míos por medio de Ella. Con la fuerza de su robusta y amorosa fe. Ella os dará alimento en sí, porque respira en Mí. Yo estoy con mi Madre y Ella está en Mí y ambos estamos con Dios. [2]
Este pequeño espacio del blog que llamamos El rincocito de María, es dedicado a las reflexiones desde la visión mariana, enseñanzas que la Madre nos deja. Hoy, fue distinta a otra veces. La fuente, son las revelaciones del Señor y María a través de María Valtora, escritas hace de mas de sesenta años! Las enseñanzas son amorosamente claras. El Señor ha querido que comparta estos pasajes de confianza en Dios y en María, su intercesora. Son instrucciones duras tal vez, pero recordemos que la corrección fraterna siempre es así. La voluntad de Dios es buena, perfecta y agradable.

¡Dios los bendiga y le da la paz!



[1] Revelaciones privadas, EL Hombre-Dios. María Valtorta. Tomo 1, Págs 147, 148 y 312

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Te damos gracias, María

El Espíritu es animoso, pero la carne es débil

En la fiesta de los Tabernáculos. Joaquín y Ana poseían la Sabiduría. (El Hombre - Dios)