Reavivando los dones del Espíritu
¡Paz y bien! Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio (2 Tm. 1, 6 - 7) Los dones son los medios que el Espíritu nos da para expresar el amor de Cristo de manera concreta y práctica. Jesús dijo ¿Me amas? Apacienta mis ovejas (Jn 21, 15). El amor no es un don carismático, ni el don carismático más grande. El amor es un parte clave del modo en que Dios se propone que los dones carismáticos se manifiesten en nosotros: nuestro amor hacia los demás y la unidad de unos con otros. Como advertimos en Juan 15, si las ramas no están en unidad unas con otras, no pueden dar fruto. Lo mismo ocurre con los dones del Espíritu utilizados en nuestros grupos de oración, comunidades y grupos de compartir. Las relaciones no reconciliadas coartan el libre ejercicio de los dones. Donde hay desunión, hay pecado y el salario del pecado es la muerte. Por o