Adviento, la invitación a ser sencillos
En el evangelio de hoy, está el corazón del Adviento: la invitación a ser pequeños, sencillos, a reconocer nuestra dependencia de Dios y a abrirnos con humildad a la revelación de su amor. Hace muchos años escribimos en nuestro blog algo hermoso, que lo volvemos a compartir «Estamos llegando a la cima, recorriendo el sendero del adviento y en la travesía aprendimos, rescatamos, valoramos, compartimos los deseos que nos fueron naciendo del corazón; también nos purificamos, en el sentido de fundirnos en el amor de Dios para nacer de nuevo con el Señor. Hay cosas difíciles que a diario se nos presentan. No es fácil pedir disculpas cuando uno se ha equivocado; ni volver a empezar cuando todo se ha venido abajo. Ni admitir un error cuando se lo hacen ver; no ser abnegado, ni ser considerado, ni persistir ante las dificultades, sobre todo cuando son muy persistentes. No es fácil soportar el peso del éxito y de la prosperidad sin por ello vanagloriarse ni hincharse ante los demás; ni lo ...