Argentina: Fuerte mensaje de la Iglesia en Jueves Santo: lavó los pies de jubilados en misas de todo el país

Cuando me jubilé en diciembre de 2016 tuve la sensación de caer de un 5° piso sin red de contención. La sensación de vacío es tremenda; tus teléfonos ya no reciben llamadas, ni siquiera de aquellos que días antes te pedían favores. El que se olvida de un favor, se olvida de quien le hizo el favor; y se te cruzas en la calle, cambia de vereda o en la cola para pagar impuestos, mira para otro lado... Es la vida. 

Algunos están tan cansados de la vida que llevaban cuando estaban activos que no veían la hora de jubilarse; es tan fuerte el golpe que es como aprender a caminar, a moverse en horarios no habituales, a darse cuenta que ya no sos importante; peor aun, con internet ni siquiera vas al kiosco de la esquina a buscar el periódico. No hace falta

Los psicólogos, le decía a mi hija que lo es, deberían ofrecer terapias para aquellos que piensan iniciar los tramites de retiro o para los que ya se retiraron. Se convive como dice el tango con el dolor de ya no ser.

Los jubilados constituimos un sector absolutamente vulnerable, sin que nadie nos represente y lo que es peor, cuando se quiere levantar la voz en una protesta, se reciben palos a mansalva

El ajuste fiscal que lleva a cabo el gobierno de Argentina se sustenta en la eliminación de la obra pública y ajuste al sector de los jubilados nacionales. Un jubilado convive con la indigencia en muchos casos y en otros, que están quizá mejor, con la pobreza. La canasta básica alimentaria para una pareja de jubilados  a febrero 2025 tiene un valor de $ 703.542.- cuando lo que cobra esa pareja de jubilados es $ 693.586.- 

La Iglesia Católica dió este Jueves Santo un inocultable gesto político frente al Gobierno al realizar el tradicional lavado de pies a jubilados y personas de la tercera edad. Los protagonistas de ese acto litúrgico cargado de simbología suelen ser elegidos de manera meditada por las autoridades eclesiásticas y en general apuntan a dar poner en el centro de la escena a sectores sociales desprotegidos y que requieren de asistencia y contención. 

Para la Iglesia no es ajeno que los jubilados vienen siendo un grupo que recibe de parte de la oposición política una especial atención.

Lejos de esas polémicas, esta mañana se confirmó que sacerdotes y autoridades eclesiásticas brindaron el lavado de pies a esta población que enfrenta una complicada situación de manera crónica y que ningún gobierno democrático consiguió mejorar la calidad de vida.

En un comunicado difundido por sacerdotes y comunidades de barrios populares y villas del país y del Hogar de Cristo, se informó: “Estamos muy preocupados y rezamos por los jubilados, queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”.

“Nos encontramos en tiempos de desencuentros y divisiones. Es fundamental caminar juntos, buscar unidad. Cuando se rompe el tejido social, es necesario integrarnos y no dejar a nadie afuera. El Padre no quiere que se pierda nadie, dice Jesús. Es bueno en esta Semana Santa encontrarnos con Dios, que hace posible lo que para los seres humanos es imposible. Desde el punto de vista cristiano, separados de Dios nada podemos hacer. Queremos rezar y comprometernos especialmente por los jubilados, por nuestros hermanos mayores. Ellos nos precedieron en el camino”

Además, recordaron la reflexión del cardenal Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba, quien dijo que “restringir los medicamentos gratis es una eutanasia encubierta; chicos y grandes, ricos y pobres, enfermos y sanos, todos tenemos igual sagrada dignidad como hijas e hijos de Dios”.

Y también citaron a monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal, quien planteó que “preocupan las medidas que aumentan la pobreza, así como la sobreactuación de la crueldad; preocupa todo tipo de corrupción; cuando el jubilado no percibe con justicia lo correspondiente a todo lo que trabajó”.

“Con el Papa Francisco, aprendemos que la vejez es la sede de la sabiduría. En nuestros barrios populares y en tantos otros lugares, los adultos mayores cuentan a las nuevas generaciones historias que combaten el olvido de las buenas costumbres y transmiten tradiciones religiosas, culturales y familiares”, se indicó en el comunicado.

“El jubilado no está retirado de la vida. Todo lo contrario. Debe tener las condiciones adecuadas para disfrutar del tiempo libre, encontrarse con los hermanos y servir a los demás. Esto es muy difícil si no le alcanza para alimentarse, tomar medicamentos y tener las comodidades que merece quien trabajó toda su vida. El buen descanso tiene raíces bíblicas y es parte esencial en la vida de un trabajador. En esa línea, debemos concebir la importancia de una jubilación digna”, consideraron los sacerdotes.


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Fuente: Infobae (texto en cursiva) | Imagen: Infobae

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