Nacimiento de Juan "el Bautista", primo y precursor


Aunque no se conoce la fecha exacta del nacimiento de San Juan Bautista, cada año la Iglesia honra su nacimiento el 24 de junio. Esto es tres meses después de la Anunciación, el 25 de marzo, ya que Isabel tenía ya seis meses cuando el ángel se le apareció a María y Jesús fue concebido (Lucas 1:24-26). La liturgia nos trae hoy, el Evangelio de San Lucas 1: 57-66 celebrando el nacimiento de Juan «el Bautista»

En la larga lista de profetas y justos de Israel, Juan “el Bautista” fue colocado por la Providencia de Dios, inmediatamente antes de la llegada del Mesías, para prepararle el camino por medio de la predicación y el ejemplo de vida.

Nos unimos a la celebración compartiendo una reflexión del Rev. D. Joan Martínez Porcell 

«San Juan es un hombre de grandes contrastes: vive el silencio del desierto, pero desde allí mueve las masas y las invita con voz convincente a la conversión; es humilde para reconocer que él tan sólo es la voz, no la Palabra, pero no tiene pelos en la lengua y es capaz de acusar y denunciar las injusticias incluso a los mismos reyes; invita a sus discípulos a ir hacia Jesús, pero no rechaza conversar con el rey Herodes mientras está en prisión. Silencioso y humilde, es también valiente y decidido hasta derramar su sangre. ¡Juan Bautista es un gran hombre!, el mayor de los nacidos de mujer, así lo elogiará Jesús; pero solamente es el precursor de Cristo.

Quizás el secreto de su grandeza está en su conciencia de saberse elegido por Dios; así lo expresa el evangelista: «El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel» (Lc 1,80). Toda su niñez y juventud estuvo marcada por la conciencia de su misión: dar testimonio; y lo hace bautizando a Cristo en el Jordán, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto y, al final de su vida, derramando su sangre en favor de la verdad. Con nuestro conocimiento de Juan, podemos responder a la pregunta de sus contemporáneos: «¿Qué será este niño?» (Lc 1,66).

Todos nosotros, por el bautismo, hemos sido elegidos y enviados a dar testimonio del Señor. En un ambiente de indiferencia, san Juan es modelo y ayuda para nosotros; san Agustín nos dice: «Admira a Juan cuanto te sea posible, pues lo que admiras aprovecha a Cristo. Aprovecha a Cristo, repito, no porqué tú le ofrezcas algo a Él, sino para progresar tú en Él». En Juan, sus actitudes de Precursor, manifestadas en su oración atenta al Espíritu, en su fortaleza y su humildad, nos ayudan a abrir horizontes nuevos de santidad para nosotros y para nuestros hermanos.»


Dios Proveerá

Comentarios