Como es el camino
Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre
Domingo 5º de Pascua, Juan 14, 1-12
Domingo 5º de Pascua, Juan 14, 1-12
Hay personas que tienen una idea de Dios, no una vivencia, donde se imaginan que Dios es ese anciano regordete y bonachón que nos mira sentado desde las alturas. Otros, quizás más cercanos a una cierta fe o creencia, piensan que Dios es ese arregla-todo de la vida; un refugio en los momentos de apuro. Hay otros últimos que no se imaginan a Dios porque lo confunden con las distintas concepciones personales que le han ido transmitiendo. De esta manera Dios puede ser un revolucionario, un justifica-conciencias, un remedios para tranquilizar mi vida... Pero, ¿Cuál es realmente el rostro de Dios?
Para conocer a Dios es necesario pasar por Jesús, Dios y hombre verdadero.
En este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre incluye y comprende la fe en Él. El encuentro con el verdadero Dios es posible únicamente por medio de Jesucristo: "Nadie puede venir a mi Padre sino por mí" (Jn 14,6). Todos los caminos de búsqueda sincera de nuestro creador desembocan en Cristo.
Ser creyente y evangelizador significa profundizar en el encuentro de la conversión con Jesús y conocerle más profundamente y compartir esa experiencia con los demás. Evangelizar no es adoctrinar ni comprometer en tareas meramente sociales; tampoco es hacer un discurso intelectual sobre la fe. Evangelizar es mucho más: es ser portadores de una seria y profunda amistad con el Señor y tratar que los demás le conozcan con esa misma o mayor intensidad.
En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a que las respuestas en nuestra vida y a nuestras necesidades (comida, vestidos, etc.) sean cubiertas por las cosas materiales: dinero, máquinas, etc. en lugar de las personas. Bien es cierto que todo ello nos llega de la mano de otros seres humanos, pero ningún ser humano se vuelve para nosotros la respuesta definitiva a todas las necesidades interiores.
En el contexto de las necesidades más profundas del ser humano es donde se dan las afirmaciones de Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida. Esto significa que es la explicación última de la vida humana. Encontrarse y profundizar en el Señor es ir construyendo poco a poco el puzzle de nuestra vida e ir recomponiendo las piezas en su sitio para que sea visible en su totalidad.
¿Cómo es posible que aquellas palabras pronunciadas hace años por Jesús tengan todavía hoy actualidad y sentido?
¿Cómo Jesús sigue siendo hoy, después de tanto desarrollo técnico e industrial, la respuesta para el ser humano?
Las respuestas son claras: las palabras de Jesús van dirigidas al corazón de cada ser humano y es ese corazón quien debe de responder a la llamada.
A pesar de los siglos los seres humanos no somos tan distintos ni tan desiguales. La historia de la humanidad se hace presente en nuestra historia personal y concreta donde hacemos el mismo recorrido. También en cada uno de nosotros hay una prehistoria y una Edad Media, y un tiempo contemporáneo que tenemos que saber ir conjugando para entender el papel de Dios en nuestra vida.
Fraternalmente,
Para conocer a Dios es necesario pasar por Jesús, Dios y hombre verdadero.
En este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre incluye y comprende la fe en Él. El encuentro con el verdadero Dios es posible únicamente por medio de Jesucristo: "Nadie puede venir a mi Padre sino por mí" (Jn 14,6). Todos los caminos de búsqueda sincera de nuestro creador desembocan en Cristo.
Ser creyente y evangelizador significa profundizar en el encuentro de la conversión con Jesús y conocerle más profundamente y compartir esa experiencia con los demás. Evangelizar no es adoctrinar ni comprometer en tareas meramente sociales; tampoco es hacer un discurso intelectual sobre la fe. Evangelizar es mucho más: es ser portadores de una seria y profunda amistad con el Señor y tratar que los demás le conozcan con esa misma o mayor intensidad.
En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a que las respuestas en nuestra vida y a nuestras necesidades (comida, vestidos, etc.) sean cubiertas por las cosas materiales: dinero, máquinas, etc. en lugar de las personas. Bien es cierto que todo ello nos llega de la mano de otros seres humanos, pero ningún ser humano se vuelve para nosotros la respuesta definitiva a todas las necesidades interiores.
En el contexto de las necesidades más profundas del ser humano es donde se dan las afirmaciones de Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida. Esto significa que es la explicación última de la vida humana. Encontrarse y profundizar en el Señor es ir construyendo poco a poco el puzzle de nuestra vida e ir recomponiendo las piezas en su sitio para que sea visible en su totalidad.
¿Cómo es posible que aquellas palabras pronunciadas hace años por Jesús tengan todavía hoy actualidad y sentido?
¿Cómo Jesús sigue siendo hoy, después de tanto desarrollo técnico e industrial, la respuesta para el ser humano?
Las respuestas son claras: las palabras de Jesús van dirigidas al corazón de cada ser humano y es ese corazón quien debe de responder a la llamada.
A pesar de los siglos los seres humanos no somos tan distintos ni tan desiguales. La historia de la humanidad se hace presente en nuestra historia personal y concreta donde hacemos el mismo recorrido. También en cada uno de nosotros hay una prehistoria y una Edad Media, y un tiempo contemporáneo que tenemos que saber ir conjugando para entender el papel de Dios en nuestra vida.
Fraternalmente,
Gracias, por este compartir es verdad hoy el Señor nos habla que ÉL es el camino la verdad y la vida por muchos avances la ciencia y el desarrollo ÉL tiene su fundamento en DIOS y siempre en lo más intimo de ÉL hay una necesidad de DIOS y le busca auque no es conciente que el Señor nos conceda a todos de descubrir le a ÉL como unico fundamento de nuestra vida muy unidos en oración y un abrazo
ResponderBorrar"Evangelizar es mucho más: es ser portadores de una seria y profunda amistad con el Señor y tratar que los demás le conozcan con esa misma o mayor intensidad"
ResponderBorrarVivir en Cristo, y querer regalarles a los demas la alegría de ese vivir...
Gracias!!!
Un abrazo.
Gracias mi querido amigo y hermano que Dios te guarde y cuide de ti muy unidos en oración y un abrazo muy fuerte
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