Revisar la vida que llevamos
En uno de esos tantos memes que aparecen leí lo siguiente: No vivas dando explicaciones, tus amigos, no las necesitan, tus enemigos no las creen y los estúpidos no la entienden. Amigo, no tienes que explicar tu cansancio ni justificar tu descanso.
El Evangelio de hoy, según Juan (5,31-47), nos impulsa a revisar nuestra vida y a preguntarnos: ¿qué dice nuestro testimonio? No basta con saber mucho ni con parecer piadosos, sino que debemos vivir con coherencia y verdad. Nuestra vida, si está impregnada de fe auténtica, se convierte en testimonio silencioso pero poderoso para los demás. Las voces que avalan la misión de Jesús -Juan, las obras, las Escrituras y el Padre- también nos rodean a nosotros.
Carl Jung dice. «Explora diariamente la voluntad de Dios.» Ese es el punto. En nuestras comunidades y movimientos, aprendamos a dejar que sea el amor el que hable, que sean nuestras obras las que evangelicen. Vivamos trabajando por construir el Reino despacio, con suavidad, pero con criterios.
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