Dar, es dar sin esperar nada a cambio
Lucas12: 12-14
Dar sin esperar nada a cambio. Dar, es solamente una manera de andar y lo que se recibe es también libertad. No esperes nada a cambio ¿para que? La vida no es medir mis acciones en función de las acciones de los demás. EL evangelio plantea una generosidad sin límites, y eso significa compartir con el otro lo que se tiene o lo que se puede. El resultado es la plenitud del alma, el gozo, la felicidad de hacer el bien sin mirar a quien, como decía mi madre.
A los ojos de Dios, la generosidad del que tiene lo necesario, no es la mismo del que tiene en abundancia y lo hace para que se hable de él; es una manera de disimular la arrogancia y aparecer ante los demás, como un tipo generoso. Y aquí aparece otra arista de la vida, cuando uno tiene empleados que atender en la paga semanal y no alcanza el dinero y le sobran los pedidos, se nos plantea -de hecho me ha pasado- la duda es, uno es justo o injusto porque con la idea de ser equitativo dejará a algunos contentos y a otros enojados...; cuando no se tiene para repartir, cuando la comida o el dinero no alcanza, uno hace lo que puede, no se es justo ni injusto.
Cuando uno tiene, cuando a uno le sobra y reparte como quiere, entonces si, se es justo o injusto. Por eso El Evangelio de hoy nos ofrece una forma nueva, como toda propuesta de Jesús, para superar esta clase de decepciones por lo demás muy humanas: hay que dar primero a pobres, lisiados, cojos y ciegos, es decir a todos aquellos que, aunque lo deseen, no pueden ofrecernos compensación proporcionada al don.
Hoy, Jesús se hace portavoz de quien no tiene voz y dirige a cada uno de nosotros un llamamiento urgente para abrir el corazón y hacer nuestros los sufrimientos y las angustias de los pobres, de los hambrientos, de los marginados, de los refugiados, de los derrotados por la vida, de todos aquellos que son descartados por la sociedad y por la prepotencia de los más fuertes. Y estos descartados representan, en realidad, la mayor parte de la población.
Paz y bien
Comentarios
Publicar un comentario
«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.