24 de abril de 2011

Este es el día en que actuó el Señor

Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor (Jn 20, 1-9)

No le busquéis entre los muertos, porque su tumba, abierta, está vacía. Jesús ya no está, o por mejor decir, está más presente entre nosotros pero de otra manera. No vivo en el recuerdo, como puede estarlo un ser querido o un político admirado que murió. No, ¡Jesús vive! Pero vive de otra manera: su alma volvió a informar su cuerpo; su Cuerpo que es desde ahora glorioso ya no está sujeto al espacio y al tiempo. Juan vio los lienzos vacíos y caídos: Jesús se había marchado y ¿por qué hueco de los lienzos? Por ninguno.

A Juan le bastó ver los lienzos de esa manera para darse cuenta de que Jesús había resucitado. Había vencido a la muerte no por el hecho de no morir, sino por resucitar. ¡Era verdad lo que había predicho! ¡Y era verdad todo lo que había dicho! Jesús, Señor de la vida y de la muerte había querido padecer todo aquello; había sido Él quien se había entregado, porque, como la semilla de trigo, era necesario morir para dar la vida a los demás.

Comprender la realidad de la resurrección significa haber aceptado previamente la vida que muere en la cruz para esperar un después más allá de la muerte.

Creer en la resurrección es experimentar el cumplimiento de una promesa dada por Jesús. Si no has vivenciado antes la promesa no puedes ver su cumplimiento.

Ver la resurrección es experimentar la presencia del resucitado más allá de lo que experimentan nuestros ojos. Captar la presencia del resucitado es mirar con el corazón los momentos y los acontecimientos de la vida. Si antes de su muerte Jesús pudo hacer milagros que otros captaron con la vista de los ojos, ahora la nueva realidad le da la hondura de la mirada del corazón.

A esto somos llamados los creyentes en Jesús: ver la realidad de la vida humana con los ojos del corazón.

Resucitar es vuelta a la vida, es victoria sobre los enemigos e incluso sobre uno mismo. Resucitar es el triunfo del amor que es más fuerte que la muerte. Resucitar es empezar de nuevo de otra manera, desde otra realidad. Ya sé que todo esto que digo es poco menos que increíble, y ciertamente lo es. Esta realidad no se capta con la sola inteligencia sino con la fuerza de la fe. Es increíble porque sólo Dios es quien lo puede hacer. El tema no es entender la resurrección, la cosa es vivir como resucitados.

En definitiva, la resurrección es la fiesta de la vida. Nunca más la muerte va a tener la última palabra en la vida de las personas. Quien siga a Jesús tendrá un horizonte más allá del horizonte de nuestra materia. Quien le siga correrá su misma vida y su misma resurrección con lo que queda demostrado que el amor es más fuerte que la muerte.

¡Felices Pascuas!

Claudio


6 comentarios:

  1. ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!
    Que la alegría de saber que Cristo ha vencido a la muerte te llene de fortaleza para seguir dando testimonio de su Amor.
    Un abrazo.

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  2. Un fuerte abrazo , en el gozo de la verdadera Vida, que Jesús vine a mostrarnos
    ¡Él vive entre nosotros, nada podemos temer!
    Feliz y Santa Pascua

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  3. ¡¡ALELUYA!!

    QUE EL ESPÍRITU SANTO OS LLENE Y OS HAGA SENTIR QUE CRISTO VIVE Y ES TU SEÑOR Y ÉL HA RESUCITADO PARA RESUCITARTE A TI Y DARTE VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA.

    HOY TODOS SOMOS RECIÉN NACIDOS. EL SEÑOR HA ROTO EL PODER DE LA MUERTE Y DE TODAS LAS MUERTES EN NOSOTROS.
    SUYA ES LA VICTORIA

    ¡¡FELIZ RENACIMIENTO EN CRISTO!!

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  4. La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes.

    Feliz Pascua de Resurección
    Te desea tu amigo Daniel.

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  5. ¡Feliz Pascua de Resurrección!
    Un abrazo y bendiciones.

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