Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2011

Cristo le habla al alma fiel

Imagen
Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre, Escucharé lo que el Señor Dios habla a mi corazón (Sal. 84, 9). Feliz el alma que oye al Señor que le habla y recibe de su boca palabras de consolación. Felices los oídos que perciben las ondas de las inspiraciones divinas y desprecian las murmuraciones mundanas. Felices los oídos que no escuchan la voz que suena desde afuera, sino que oyen la verdad que enseña en el interior. Felices los ojos que, cerrados a las cosas exteriores, están atentos a las interiores. Felices aquellos que penetran las cosas espirituales y con ejercicios continuos se esfuerzan para comprender siempre más los secretos celestiales. Felices los que se alegran en ocuparse de los asuntos de Dios y se liberan de toda preocupación mundana. Considera todo esto alma mía. Cierra las puertas de los sentidos para que puedas escuchar lo que te dice en el interior el Señor tu Dios. Esto dice tu amado: Yo soy tu salvación (Sal. 34, 2) tu paz y tu vida. Mantente cerca

¿Cuántos aman la cruz de Cristo?

Imagen
Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre Jesucristo tiene ahora muchos amadores de su reino celestial, mas muy pocos que lleven su cruz. Tiene muchos que desean la consolación, y muy pocos que quieran la tribulación. Muchos que aspiran comer en su mesa, y pocos que anhelan imitarlo en su abstinencia. Todos quieren gozar con El, mas pocos quieren sufrir algo por El. Muchos siguen a Jesús hasta el partir del pan, mas pocos hasta beber el cáliz de la pasión. Muchos admiran sus milagros, mas pocos le siguen en la vergüenza de la cruz. Muchos aman a Jesús, cuando no hay adversidades. Muchos le alaban y bendicen en el tiempo que reciben de El algunas consolaciones: pero si Jesús se escondiese y los dejase un poco, enseguida se quejan o se desalientan. Los que aman a Jesús, por el mismo Jesús, y no por alguna propia consolación suya, lo bendicen tanto en la adversidad y en la angustia del corazón, como en las más elevadas alegrías. Y aunque nunca más les quisiese dar consolación,

Este es el día en que actuó el Señor

Imagen
Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor (Jn 20, 1-9) No le busquéis entre los muertos, porque su tumba, abierta, está vacía. Jesús ya no está, o por mejor decir, está más presente entre nosotros pero de otra manera. No vivo en el recuerdo, como puede estarlo un ser querido o un político admirado que murió. No, ¡Jesús vive! Pero vive de otra manera: su alma volvió a informar su cuerpo; su Cuerpo que es desde ahora glorioso ya no está sujeto al espacio y al tiempo. Juan vio los lienzos vacíos y caídos: Jesús se había marchado y ¿por qué hueco de los lienzos? Por ninguno. A Juan le bastó ver los lienzos de esa manera para darse cuenta de que Jesús había resucitado. Había vencido a la muerte no por el hecho de no morir, sino por resucitar. ¡Era verdad lo que había predicho! ¡Y era verdad todo lo que había dicho! Jesús, Señor de la vida y de la muerte había querido padecer todo aquello; había sido Él quien se había entregado, porque, como la semilla de trigo, era necesario morir par

A ti, la muerte, a nosotros la vida

Imagen
Paz y bien en el Señor Jesús y en su Santísima Madre Te glorificamos, altísimo Señor Jesús. Descendiste para elevarnos. Te humillaste para exaltarnos. Te empobreciste para enriquecernos. Naciste hombre para que pudiésemos crecer. Ayunaste, Señor, y nos quitaste el hambre. Te hiciste prisionero y nos libraste. Fuiste juzgado como criminal y nos diste la inocencia. A ti las bofetadas, a nosotros tu cariño. Te despojaste de las vestiduras y nos revestiste de tu gracia. Te sujetamos a una columna y nos soltaste del pecado. Te crucificamos y nos salvaste. Fuiste coronado de espinas para que seamos reyes. A ti la muerte, a nosotros la vida. Pero resucitaste para repartir con nosotros la gloria. Subiendo cielo, nos levantas a lo alto. Enviaste tu Espíritu a la Iglesia para que seamos santos. Amén Himno Maronita Fraternalmente,

"Pascua es la celebración que devuelve la vida y la esperanza al creyente"

Imagen
Hola a todos en la paz del Señor! Deseo compartir el mensaje de Monseñor Ramón Dus, Obispo de la Diócesis de Reconquista, Santa Fe, Argentina Palabra, Eucaristía y Sacerdocio El jueves santo congrega a toda la Iglesia para celebrar la última cena del Señor. En ella se renueva el mandato de Jesús a sus apóstoles de perpetuar su memoria. Como afirma de modo luminoso la exhortación Verbum Domini: “Palabra y Eucaristía se pertenecen tan íntimamente que no se puede comprender la una sin la otra: la Palabra de Dios se hace sacramentalmente carne en el acontecimiento eucarístico” (VD 55). Tanto para los ministros ordenados como para todos los fieles, este día es una oportunidad única para recordar la reflexión de san Jerónimo: «Nosotros leemos las Sagradas Escrituras. Yo pienso que el Evangelio es el Cuerpo de Cristo; yo pienso que las Sagradas Escrituras son su enseñanza. Y cuando él dice: “Quién no come mi carne y bebe mi sangre” (Jn6,53), aunque estas palabras puedan entenderse como referi