El reino de Dios, el camello, la aguja.., la paz

Evangelio según San Mateo 19,23-30.

Esta mañana escuchaba en una radio cambio de opiniones sobre el tema ¿puedo cambiar mi destino? desgranado sería, de que manera puedo cambiarlo para sentirme bien. Todos cambiaban de opinión sobre la materialización, es decir la materia; nadie opinaba ni introdujo el tema de ir por la espiritualidad para sentirse bien. Y cuando digo espiritualidad refiero a los distintos medios para llegar a la satisfacción del alma y lograr la paz: meditación, oración, maestros espirituales, conexión con la naturaleza; métodos que ayudan a liberar emociones negativas, cultivando una mente tranquila y enfocada y encontrar un sentido más profundo de propósito de vida. 

Y Jesús? En el evangelio de ayer, el joven rico planteaba lo que cualquier mortal pudiente o no, debe hacer o que necesita hacer para llegar a la paz de Dios, a la paz de su reino. Cambiemos al joven rico por el joven que no tiene mas aspiraciones en la vida que lograr la subsistencia. O al que esta enmarañado por sus vicios para tapar otras miserias.

El evangelio de hoy, para remachar la idea, dice que para entrar al reino hay que despojarse de todo, hacerse simple como una hoja de papel, blanca, impoluta. Uno sabe que daño hizo en algun momento. Creo que lo más doloroso del proceso -porque pasar por la puerta estrecha es un largo camino que puede llevarte toda la vida- es perdonar-se. Perdonar dice Martin Valverde es recordar sin dolor. Y hay dolores que nacen de hechos que uno generó en la vida que siguen doliendo en el recuerdo.  

Sólo Dios puede llevar a cabo ciertos desapegos, ciertas liberaciones interiores.., a veces, por no decir siempre, sobre las cosas que impiden limpiar el camino, hay que hacer silencio y dejar que Dios actúe.

Paz y bien 

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