María, Madre de Dios. Jornada mundial de la paz
La Iglesia Católica celebra la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y es bueno poner najo su mirada el tiempo nuevo que nos fue dado con la llegada de 2025.
El Evangelio de hoy nos revela que la grandeza de María no consiste en realizar algún hecho extraordinario, sino que, mientras los pastores se apresuran a Belén tras haber recibido el anuncio de los ángeles, ella permanece en silencio. El silencio de la Madre es un rasgo hermoso. No es una simple ausencia de palabras, sino un silencio lleno de asombro y de adoración por las maravillas que Dios realiza.
Al comienzo del nuevo año miremos a María y, con corazón agradecido, pensemos y miremos también a las madres, para aprender ese amor que se cultiva sobre todo en el silencio, que sabe dar espacio a los demás, respetando su dignidad, dejándolos libres para expresarse, rechazando toda forma de posesión, opresión y violencia. Hoy tenemos tanta necesidad de esto, ¡tanta! ¡Tanta necesidad de silencio para escucharnos!
También hoy, se celebra la 58ª Jornada Mundial de la Paz bajo el lema "Perdónanos nuestras deudas, concédenos tu paz" y si miramos alrededor quizá veamos mucha más guerra que paz. Vemos violencia armada, violencia familiar, violencias incluso dentro de nosotros mismos. A nivel cotidiano, quizá veamos los muchos momentos en que las pequeñas irritaciones equivalen a tentaciones de violencia de pensamiento y de palabras. Pueden llevar a breves o largos enojos. Podrían, eventualmente, conducir a la ruptura.
Ser hijos de Dios, hijos de María, la Madre de Dios, significa pedir su suave protección, su palabra, para hacer la paz tanto en momentos pequeños como grandes.
«La libertad y la convivencia pacífica se ven amenazadas cuando los seres humanos ceden a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder». El amor, en cambio, está hecho de respeto, está hecho de amabilidad: de este modo derriba barreras y ayuda a vivir relaciones fraternas, a construir sociedades más justas, más humanas, más pacíficas.
Comentarios
Publicar un comentario
«Porque la boca habla de la abundancia del corazón.» (Mt. 12, 34) Por lo tanto, se prudente en el uso de ellas y recuerda que en este blog no se aceptan los comentarios anónimos.