La parábola del rico y de Lázaro, tendido al otro lado del portón, pudiéramos llamarla la “parábola de la indiferencia e insensibilidad”. En ningún momento se dice que el rico fuese mala gente. Ni tampoco se dice que sea malo vivir bien.
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25 de septiembre de 2016
Indiferencia e insensibilidad (el infierno también existe)
La parábola del rico y de Lázaro, tendido al otro lado del portón, pudiéramos llamarla la “parábola de la indiferencia e insensibilidad”. En ningún momento se dice que el rico fuese mala gente. Ni tampoco se dice que sea malo vivir bien.
18 de septiembre de 2016
Fidelidad
25º Domingo, Evangelio de San Lucas 16, 1-13
Aunque en ocasiones nos parezca que somos incoherentes entre lo que pensamos y lo que hacemos, en el fondo puede que no haya tal incoherencia. Siempre hay un fondo en nosotros mismos, de donde sale lo que realmente amamos, donde tenemos en definitiva nuestro corazón. Es verdad que todos podemos tener fallos, errores o pecados, pero una cosa es esa, y otra que se vayan repitiendo esos detalles "sorprendentes".
Aunque en ocasiones nos parezca que somos incoherentes entre lo que pensamos y lo que hacemos, en el fondo puede que no haya tal incoherencia. Siempre hay un fondo en nosotros mismos, de donde sale lo que realmente amamos, donde tenemos en definitiva nuestro corazón. Es verdad que todos podemos tener fallos, errores o pecados, pero una cosa es esa, y otra que se vayan repitiendo esos detalles "sorprendentes".
11 de septiembre de 2016
¿Dónde tengo el corazón?
24º Domingo, Evangelio de San Lucas 15, 1 - 32
El hermano del hijo pródigo es una imagen del hombre que vive para sí mismo: no le importa el sufrimiento de su hermano ni lo que causa alegría a su padre; critica el comportamiento de los demás, y no hace examen de su conducta.
El hermano del hijo pródigo es una imagen del hombre que vive para sí mismo: no le importa el sufrimiento de su hermano ni lo que causa alegría a su padre; critica el comportamiento de los demás, y no hace examen de su conducta.
4 de septiembre de 2016
Las dificultades de ser cristiano
23º Domingo. Evangelio de San Lucas 14, 25-23
Para ser cristiano, la Iglesia exige en realidad muy poco. Se bautiza a los niños recién nacidos y apenas se exige nada a sus padres; todo lo más, la asistencia a unas charlas preparatorias del acto del bautismo y un vago compromiso de actuar en cristiano educando al niño según la ley de Dios y los mandamientos de la Iglesia. Sin embargo, esto no era así al principio.
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