Dios, ¿esta?

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Cuando encuentras el silencio, has encontrado a Dios

Es común escuchar, Dios está en todas partes; todo lo ve, todo lo escucha. Dios, está en uno. Es el límite entre el bien y el mal. Es la conciencia que continuamente va marcando ese límite. Al principio, el Señor hizo tres tipos de criaturas: los ángeles, las bestias y los seres humanos. 

A los ángeles los hizo con su palabra pura; los ángeles no tienen la voluntad de hacer el mal, no se pueden desviar ni un momento de su propósito.

A las bestias, solo las guían sus instintos. Ellos también obedecen las ordenes de su creador.

La Biblia dice que el Señor paso casi seis días de la creación haciendo esas criaturas y entonces, justo antes el ocaso, tomo una pequeña cantidad de tierra y con ella formó al hombre y a la mujer.

¿Fue una idea secundaria? ¿El hombre? ¿La mujer? Es un ser con el poder de desobedecer.

Somos la única criatura que tiene libre albedrío., estamos suspendidos entre la claridad de los ángeles y los deseos de las bestias.

El Señor nos dió el poder de elegir..., un privilegio y una carga..., debemos elegir la enmarañada vida que llevamos...

En el silencio, está Dios

Es lo que escribi al inicio, un aforismo del amigo Ricardo Isidoro Steinberg, Cuando encuentras el silencio, has encontrado a Dios y eso me lleva a recordar el 1° libro de los Reyes, 19, 11-13 que relata la huida de Elías y en ese huir, encuentra a Dios en el Horeb 

11. Entonces se le dijo: «Sal fuera y permanece en el monte esperando a Yavé, pues Yavé va a pasar.» Vino primero un huracán tan violento que hendía los cerros y quebraba las rocas delante de Yavé. Pero Yavé no estaba en el huracán.  12. Después hubo un terremoto, pero Yavé no estaba en el terremoto. Después brilló un rayo, pero Yavé no estaba en el rayo. Y después del rayo se sintió el murmullo de una suave brisa. 13. Elías al oírlo se tapó la cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada.

Decía más arriba El Señor nos dió el poder de elegir..., un privilegio y una carga..., debemos elegir la enmarañada vida que llevamos...



 

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