31 de mayo de 2012

Oración por sanación interior

Paz y bien

Muchos estamos enfermos por heridas de nuestro pasado, que esta oración de curación interior haga que el Señor sane el corazón de quienes reconozcan necesitarlo.
Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por tu amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz del Espíritu
comprendemos que Él es la luz, la verdad y el buen pastor
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.

Hoy, Padre, me quiero presentar delante de ti, como tu hijo.
Tu me conoces por mi nombre
pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida...
Tu conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia.

Tu conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho.
Conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome.
Tu conoces mis limitaciones, errores y mi pecado.
Conoces los traumas y complejos de mi vida.

Hoy, Padre, te pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre mi,
para que el calor de tu amor sanador,
penetre en lo más intimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas,
sáname aquí y ahora de mi alma,
mi mente, mi memoria y todo mi interior.

Entra en mi, Señor Jesús, como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste:
«paz a vosotros», entra en mi corazón y dame tu paz.

Lléname de amor.

Sabemos que el amor echa fuera el temor.

Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús,
que tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estoy pidiendo con María, mi madre,
la que estaba en las bodas de Caná cuando no había vino
y tú respondiste a su deseo, convirtiendo el agua en vino.

Cambia mi corazón y dame un corazón generoso,
un corazón afable, un corazón bondadoso,
dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mí los frutos de tu presencia.
Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría.
Haz que venga sobre mí el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que pueda saborear y buscar a Dios cada día,
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.

Te doy gracias Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida.

Te doy gracias de todo corazón,
porque tu me sanas, porque tu me liberas,
porque tu rompes las cadenas y me das la libertad.

Gracias Señor Jesús,
porque soy templo de tu Espíritu
y ese templo no se puede destruir porque es Casa de Dios.

Te doy gracias, Espíritu Santo, por la fe.
Gracias por el amor que has puesto en mi corazón.
¡Que grande eres, Señor Dios Trino y Uno!
Bendito y alabado seas,Señor..!
Amen
Fraternalmente,

30 de mayo de 2012

Consuelo

Paz y bien

«Felices los afligidos porque serán consolados» Bienaventuranza difícil de comprender, pero que encierra todo un secreto de verdadera felicidad.

Los afligidos, los que lloran, los que se sienten deprimidos y angustiados; todos los hombres deben gustar esos momentos amargos en determinadas circunstancias de su vida; el dolor física o moral se prenden de nosotros, atenazan nuestras carnes o se prenden de nuestro espíritu...  muerden, desgarran, laceran...

La enfermedad, el malestar... una accidente de graves consecuencias, lo mismo que la incomprensión de nuestros más cercanos, el olvido, las relaciones tirantes, los tratos agrios... en fin, todo un mundo de dolor, de amargura...

Bienaventurado de mi si soy capaz de llorar sin rebelarme porque seré consolado. El hombre es un niño distraído, es un despreocupado hasta que el llanto lo hace adulto, reflexivo, inteligente. Solo los que lloran o quienes han llorado, saben amar y comprender... aman a los que gimen, los entienden en sus dolores, los ayudan con su bondad que sabe que duro es estar solos en el llanto.

Ellos saben amar a Dios porque han comprendido que todo fuera de Dios es dolor; que el dolor se mitiga si se llora en el corazón de Dios; que el llanto resignado, que no destroza la fe, que no seca la oración, que no conoce la rebelión, sirve para transformarse y que del dolor viene el consuelo.
«...el Señor ha oído mi llanto. El Señor ha escuchado mi plegaria y ha aceptado mi oración» (Salmo 6, 9b-10)
Cuando todo resulta ineficaz, cuando nada en la tierra puede ser un suave, es entonces cuando Dios aparece en el espíritu del hombre y lo calma y lo consuela y llega  a hacerlo feliz.

Fraternalmente, 

29 de mayo de 2012

Herencia


Paz y bien

«Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia». Es la segunda bienaventuranza que Cristo nos promete.

Paciente es quien conserva la calma en medio de las tribulaciones, quien sabe dominarse a si mismo, pero manteniendo en su interior la serenidad. La paciencia, la resignación, pero no una resignación onerosa, angustiante, sino una resignación con calma, sabiendo que Dios saca los bienes de los mismos males, de las mismas lágrimas hace brotar las sonrisas.

El que es paciente, contagia la paciencia y la calma a su alrededor; cuántos están con él o a él se acercan, participan de su serenidad... los gana y los mejora.

Con la paciencia todo se alcanza, reza el adagio castellano; con la paciencia todo se ve desde distinto ángulo y en todo se descubre nuevo valor. Es duro, en ocasiones, tener paciencia; pero es la única posición lógica del hombre y del cristiano: del hombre porque no puede rebelarse contra lo que no está a su alcance modificar; del cristiano, porque debe aceptar la voluntad de Dios.
Les hace falta paciencia para cumplir la voluntad de Dios y obtener lo prometido. (Hebreos 10, 36)
Para que la paciencia no sea una mera conformidad, ha de ser una aceptación de la voluntad del Señor...

Fraternalmente,

28 de mayo de 2012

De rodillas

Paz y bien

«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de Dios de los Cielos»... es la primera bienaventuranza que Cristo proclamó en el Sermón de la Montana.

Pobre de espíritu es el sencillo, el humilde, el que no se paga de si mismo, el que está convencido de que depende de los demás, de que él solo no puede enfrentar la vida, que necesita de los otros; por eso es pobre, porque no tiene en sí cuanto necesita, sino que lo espera de los demás.

El orgulloso piensa que él y solo él se satisface, se basta y se sobra... por eso es rico: se tiene a si mismo.

Pero solamente al pobre de espíritu, al que tiene alma de pobre o es pobre de espíritu, se le promete el Reino de los Cielos; el orgulloso conquistará a los hombres; el humilde conquista a Dios; el orgulloso será dueño de la tierra y sus riquezas... el humilde tendrá como herencia el cielo y sus bienes...
Tu poder no está en el número ni tu imperio en los guerreros; eres Dios de los humildes, socorredor de los pequeños, protector de los débiles, defensor de los desanimados, salvador de los desesperados. (Judit 9, 11)
Nunca es más grande el hombre, que de rodillas... no dudes de doblarlas ante tu Dios. En ellas está tu fuerza y la debilidad de Dios

Fraternalmente,

27 de mayo de 2012

Pentecostés, experiencia de amor

Paz y bien

Domingo de Pentecostés - B - Juan 20, 19-23

Había sido en el Cenáculo donde Jesús les demostró su amor hasta el extremo, instituyendo la Eucaristía, la Nueva Alianza. Fue en el Cenáculo donde estaban reunidos ese domingo de resurrección, donde Jesús se les aparece y les llena de alegría. Y será en ese mismo lugar, a los cincuenta días, que descenderá el Espíritu Santo sobre ellos, como leemos en la primera lectura de la misa de hoy.

Pentecostés fue la experiencia mística del amor de Dios. De toda la Iglesia, y de cada uno de sus miembros, como se simbolizó en las lenguas de fuego que recibieron cada uno personalmente. La Iglesia somos las personas con Cristo y con María, no los edificios. Y el Espíritu Santo desciende sobre nosotros, en el Bautismo, y en plenitud en el día que recibimos el sacramento de la Confirmación.

Él está en nosotros, pero no basta saberlo como una idea más, sino que es preciso experimentarlo personalmente, y muchas veces a lo largo de la vida. Sentirse amado por Dios. Hasta que no se llega ahí no se sabe quién es Dios, ni lo que es ser hijo de Dios. Y se desconoce la alegría que Dios da, fruto de ser poseídos por el Espíritu Santo. La alegría que vemos hoy en los apóstoles al reconocer a Jesús resucitado no es la mera alegría de quien vuelve a encontrarse con el maestro o el familiar al que creía difunto. Es la alegría del converso, de quien cambia radicalmente su mente porque ha encontrado a Dios como sentido de su vida. Ya no llamarán los cristianos a Jesús «señor», de usted, sino «el Señor», el Kyrios, Dios.

Ante la pregunta que uno le hizo a san Josemaría Escrivá -Padre, ¿usted está contento?-, se quedó pensativo, en seguida le contestó algo que dejó escrito después: «No se han inventado todavía las palabras para expresar todo lo que se siente -en el corazón y en la voluntad- al saberse hijo de Dios»

Fraternalmente,


† 
Dominus Providebit

26 de mayo de 2012

A la sombra de María Santísima

Paz y bien

Dicen a veces de las personas, que tiene buena o mala sombra, no porque su paso junto a nosotros nos proporcione un bien o un mal, sino que nos referimos a un trasfondo que se respira en su actuar.

Si esta manera de hablar la aplicamos a María, tenemos que decir que tiene buena sombra, pues su manera de actuar está siempre guiada por la voluntad de Dios, su vida es un continuo “hágase tu voluntad”, a sí vemos cómo los resultados han sido siempre muy beneficiosos, pues, Ella es la corredentora, la Madre de la divina gracia.

Los que estaban alrededor de María, siempre encontraban en Ella su amor traducido a versiones distintas según las circunstancias: En ayuda servicial a Isabel, en salida airosa para los novios de Caná, en ejemplo a imitar al escuchar y practicar la Palabra de Dios, en entereza al afrontar el sufrimiento camino del Calvario, en aglutinante para los miembros de la primera comunidad apostólica.

La sombra benefactora de María sigue actuando sobre nosotros, su condición de Medianera de todas las gracias hace que su acción consoladora llegue a todos  y cada uno, pues, une en perfecta armonía su maternidad de los hombres y de Dios, debido a esta última tiene vara alta para conseguir todo lo que necesitamos sus hijos pecadores.

A su sombra el caminar fatigoso se hace más llevadero, el hastío de la rutina se suaviza, el hielo de la tibieza se derrite, la cuesta de la tentación la conseguimos alcanzar sin haber tropezado ni caído.

Acogidos bajo el amparo maternal de Nuestra Señora nuestro caminar es firme y seguro. Nadie ha acudido a Ella que quede defraudado, cada uno tenemos nuestra experiencia para confirmarlo.

Siempre que vayamos junto a Ella en nuestro cotidiano caminar nos sabemos seguros y tranquilos, pues, estamos protegidos por la sombra de María, quien siempre la tiene buena, pues, como Madre que es, se guía por el amor.

Fraternalmente,



___
Huellas del Padre Tomás Rodríguez Carbajo




† 
Dominus Providebit

25 de mayo de 2012

Oración por curación física

Paz y bien

Únete con fe a esta oración depositando tu vida entera en las manos de Jesús.
Señor Jesús,
creo que estas vivo y resucitado.
Creo que estas realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar
y en cada uno de los que en ti creemos.
Te alabo y te adoro.
Te doy gracias, Señor,
por venir hasta mi como pan vivo bajado del cielo.

Tu eres la plenitud de la vida.
Tu eres la resurrección y la vida.
Tu eres, Señor, la salud de los enfermos.

Hoy quiero presentarte todas mis enfermedades
porque tu eres el mismo ayer, hoy y siempre
y tu mismo me alcanzas hasta donde estoy.

Tu eres el eterno presente y tú me conoces...
ahora, Señor, te pido que tengas compasión de mi.
Visítame a través de tu Evangelio
para que todos reconozcan que tú estas vivo en tu Iglesia hoy;
y que se renueve mi fe y mi confianza en ti...
te lo suplico, Jesús.

Ten compasión de mis sufrimientos físicos,
de mis heridas emocionales
y de cualquier enfermedad de mi alma.

Ten compasión de mi, Señor.
Bendíceme, y haz que vuelva a encontrar la salud.
Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de tu amor,
para que también sea testigo
de tu poder y de tu compasión.

Te lo pido, Jesús,
por el poder de tus santas llagas,
por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.

Sáname, Señor.
Sana mi cuerpo,
sana mi corazón,
sana mi alma...

Dame vida y vida en abundancia.
Te lo pido por intercesión de María Santísima, tu madre,
la Virgen de los Dolores,
la que estaba presente, de pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar
tus santas llagas y que nos diste por madre.

Tu nos has revelado
que ya has tomado sobre ti todas nuestras dolencias
y por tus santas llagas hemos sido curados.

Hoy, Señor...
te presento en la fe todas mis enfermedades
y te pido que me sanes completamente.

Te lo pido por la gloria del Padre del cielo,
que también sanes a los enfermos de mi familia y amigos.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza,
y que reciban la salud para gloria de tu nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones
a través de los signos y prodigios de tu amor.

Todo esto te lo pido, Señor,
porque tu eres Jesús, tu eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño.

Estoy tan seguro de tu amor,
que aún antes de conocer el resultado de mi oración, en fe, te digo:
gracias, Jesús, por lo que tu vas a hacer en mi y en cada uno de ellos.

Gracias por las enfermedades que tu estas sanando ahora,
gracias por los que tu estas visitando con tu misericordia.

Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos de los siglos...

Amén
Fraternalmente, 



___
Extraído del libro «Jesús esta vivo» - Emiliano Tardif y José H. Prado Flores



 Dominus Providebit

24 de mayo de 2012

Entonces...


He deseado para ti todo el bien 
y me acompaña la bondad del amor.
Manuel Altolaguirre

Cuando sepas aliviar las penas de aquellos que sufren y tus labios digan solo la verdad, cuando hagas del deber un placer y el placer no sea más ya para ti un deber, cuando vivas el presente como lo único urgente, cuando la bondad sea tu voluntad, cuando el egoísmo ceda al altruismo, cuando la impureza ceda a la pureza y a la virtud...

Entonces serás un hombre, serás una mujer, serás un ser que alcanzó la humanidad, serás un hijo del planeta que alcanzó la meta, serás un egresado de la tierra, serás al fin un hombre, serás una mujer, serás un ser que alcanzó y realizó la humanidad...

Tu no puedes prescindir de nadie y nadie puede prescindir de ti; tu estás para todos y todos están para ti; nadie puede sufrir sin que tú sufras; nadie puede ser feliz sin que tú sientas alegría.

Piensa lo que serías tú si nadie te hiciera bien; y luego piensa lo que serían los demás si tú no les haces bien. Hay una intercomunicación entre todos los hombres... nadie puede prescindir de nadie, nadie es molécula aislada... todos somos, más bien, miembros de un mismo cuerpo.

Y un miembro debe vivir con y para los otros miembros; no vivir con los otros miembros es secarse, condenarse a la muerte; no vivir para los otros miembros es ser un parásito, es vivir de ellos, sin devolverles algo al menos de lo que de ellos recibimos; es ser egoísta...
«...no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace el bien es de Dios. El que hace el mal no conoce a Dios.» (3 Juan 1, 11)
Haciendo el bien no solo lo hacemos para nosotros, sino también para los demás y haciendo el bien a los demás nos lo hacemos también a nosotros...

Paz y bien, fraternalmente...



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Huellas de Madre Teresa de Calcuta “Hijo del Planeta”


Dominus Providebit

23 de mayo de 2012

Tan joven y tan viejo

Lleva tiempo llegar a ser joven.
Pablo Picasso

La juventud no es una época de la vida
sino un estado del espíritu, un efecto de la voluntad,
una cualidad de nuestra imaginación,
una consecuencia de nuestro entusiasmo.
La juventud es una victoria del valor sobre la timidéz,
del deseo de aventura sobre la inercia y la rutina.
Joven es aquel de asombrarse y maravillarse;
el que como un niño insaciable pregunta siempre,
el que desafía los acontecimientos,
el que experimenta el goce de la vivir.
Nadie envejece sencillamente por el numero de años.
Envejecemos al desertar de nuestros ideales.
Los años pueden arrugar la piel,
pero la falta de entusiasmo envejece nuestra alma.
La preocupación, la duda,
la falta de confianza, el temor y la desesperación
son estados de animo que doblegan el corazón
y reducen el espíritu a cenizas.
Mantener una juventud que no se marchita
es alcanzar al final de la vida la visión con la que empezó.
Serás joven mientras permanezcas sensible a lo bello, a lo grande.
Sensible a los mensajes de la naturaleza, del hombre y del infinito.

Fraternalmente,


Dominus Providebit

22 de mayo de 2012

Decir

Lo más despreciable es lo más grande a los ojos de la vida.
No aspiro a otros mundos, ni otros cielos.
Me basta la porción de maravillas que me asignó la vida:
un lecho para soñar, un cuerpo para amar,
un corazón para creer, dos manos para bendecir y crear de la nada el infinito.
Porque la tierra no es, después de todo, sino el pequeño terrón
que uno modela a imagen y semejanza de sus sueños,
día a día, con humildad y adoración.





Dominus Providebit 


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Huellas de Gonzalo Arango

21 de mayo de 2012

El Misterio de Dios, es Cristo

Paz y bien
Hay un Dios en el cielo que revela los misterios

No se puede negar que, pese a ateísmo moderno, el hombre de este siglo está buscando desesperadamente a Dios; tiene hambre de Dios y esa hambre no se puede calmar sino con Dios.

Si tu buscas a Dios, lo encontrarás ciertamente. Pero ten cuidado, no equivoques el camino, porque en ese caso la culpa de no encontrarlo ya no será de Él, sino exclusivamente tuya. Y es equivocar el camino, pretender llegar a Dios con los pasos del entendimiento... se va a Él más bien por el amor.

Te extraña que en Dios haya misterios que uno no alcanza; pero no habría misterios en Dios si Él no fuera infinitamente grande y bueno; o si nosotros no fuéramos tan pequeños comparados con Él; pero, desde el momento que Él es infinito en su poder y en su bondad y nosotros tan pequeños, el lógico no sólo suponer, sino reconocer misterios en Dios que nosotros no podemos captar.

Sería horrible preferir un Dios pequeño en poder y en bondad, como uno... porque no sería Dios...

El Misterio de Dios, es Cristo...
«... secreto escondido por siglos y generaciones y ahora revelado a sus consagrados. A los cuales quiso Dios dar a conocer la espléndida riqueza que significa ese secreto para los paganos: el Mesías para vosotros, esperanza de gloria.» (Colosenses 1, 26-27)
Decía Blas Pascal «Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.»

Por eso... agradezcamos al Señor que nos haya hecho conocer el misterio del amor de Cristo, que nos lleva a Él.

Fraternalmente,



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Huellas de Alfonso Milagro


Dominus Providebit

20 de mayo de 2012

Fuego en la tierra

Paz y bien

Fiesta de la Ascensión del Señor

Jesús culmina su estancia en la tierra elevándose al Cielo, para recibir toda la gloria que, como Hijo de Dios, le corresponde. Él se había anonadado tomando forma de siervo, se hizo obediente has la muerte de Cruz. Después Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre, de modo que ante Él doble la rodilla cuanto hay en los cielos y en la tierra. Pero antes de marcharse, Jesús confía a sus apóstoles la misión de proclamar el Evangelio a toda criatura, y les promete su ayuda: Él estará siempre con ellos.

Ellos se fueron a predicar, entregando el fuego sagrado a quienes les escuchaban. Después, cuando dejaron la tierra para ir al Cielo, el fuego de Cristo se fue esparciendo por toda la tierra. Aquel fuego que Cristo había venido a traer fue encendiendo todas las páginas de la Historia. Ahora ese fuego está en nuestras manos y nos toca a nosotros reavivarlo en nosotros mismos y propagarlo entre los hombres de nuestra época. Que no se apague, porque es una misión que Cristo nos ha confiado para iluminar, alegrar y mejorar la conducta de los hombres. Ese fuego se mantiene y alimenta en el estudio de las verdades cristianas y en la oración, pero también en la medida en que uno habla de Dios a los demás.

En estos días previos a Pentecostés podemos acudir al Espíritu Santo, que llegó en forma de fuego, con aquella oración de santa Edith Stein al Espíritu Santo:
¿Quién eres Tú, dulce luz, que me llena e ilumina la obscuridad de mi corazón? Tú me guías como la mano de una madre, y si me soltaras, ya no sabría dar un paso más. Tú eres el ámbito, que me circunda y me encierra en sí. Separada de Ti, me hundiría en el abismo de la nada, del que a esa nada la elevaste hasta el ser. Y eres más interior a mí que lo más íntimo de mi ser, y, sin embargo, eres inaccesible e incomprensible, y no cabes en nombre alguno: ¡Espíritu Santo - Amor eterno!
Fraternalmente,



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Huellas de Jesús Martínez García


Dominus Providebit

19 de mayo de 2012

Carta de la Virgen a sus hijos


Paz y bien

Estoy al lado de la Cruz, y desde allí recurro a tu soledad. Tu, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme. A Ti, que tantas veces, te distanciaste de las huellas que dejé en el mundo para que no te pierdas. A Ti, que no siempre crees que estoy a tu lado, que me buscas sin hallarme y pierdes la fe de encontrarme. A Ti, que piensas que soy sólo un recuerdo y no llegas a comprender que estoy viva.

En el principio de tu vida estaba yo, y lo estaré al final de tu vida, porque mi tema preferido es el amor.
Esa fue mi razón para vivir y para morir. Fui elegida la Madre del Amor. Fui libre hasta el fin. Tuve un ideal claro y lo defendí con mi instinto maternal, luchando contra el dolor y la impotencia. Soy maestra y servidora, fiel al mandato que el Señor me dio. Soy sensible a la amistad y espero que tu alma, me regale ese lazo profundo de intimidad. Estoy segura que en tu corazón, tienes un tesoro escondido: no tengas miedo de mostrarlo. Te encontrarás a ti mismo y te sorprenderás cuando descubras cuánto tienes aún para dar.

¡Cómo espero verte crecer humanamente, leer a través de la transparencia de tu mirada las necesidades de los otros; descubrir la alegría en todo lo que encares. En definitiva, no verte arrepentido de haberte abandonado al Amor, con las lágrimas y el dolor que eso implica, con la soledad y la renuncia que conlleva, con la incomprensión y la desatención de los más cercanos!. Recuerda que yo permanezco casi sola frente a la Cruz que tiene a mi Hijo, y que desde allí, no sé ni cómo ni por qué, aún con mi propia debilidad, recobro fuerzas, y voy en busca de los que me dejó encomendados.

Por eso, cada vez que sientes que aflojas en tu perseverancia, búscame. Cada vez que te sientas cansado, háblame, cuéntamelo. Cada vez que te creas poca cosa, no te olvides que el Señor me eligió por mi pequeñez y honró mi sencillez. No te canses de pedirme, que yo no me cansaré de darte. No te canses de seguirme, que yo no me cansaré de acompañarte.

Nunca te dejaré solo. Y recuerda que como alguna vez le dije a Juan, a ti también te digo: Aquí me tienes a tu lado.

Tu Madre del cielo



Dominus Providebit

18 de mayo de 2012

Vive cada día en plenitud


Vive cada día en plenitud.
Aprovecha al máximo cada hora, cada día
y cada época de tu vida.
Así podrás mirar al futuro con confianza
y al pasado sin tristeza.
Se tu misma. Pero se lo mejor de tu misma.
Ten valor para ser diferente
y seguir tu propio camino.
Y no tengas miedo de ser feliz...
Goza de lo bello. 
Ama con toda tu alma y tu corazón.
Cree que te aman aquellas personas a quienes tu amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tu amigos
y recuerda lo que ellos hayan hecho por ti.
No repares en lo que el mundo te debe 
y fíjate en lo que tu le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión,
tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.
El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Y sobre todo, recuerda que Dios
ayuda a quienes se ayudan a si mismos.
Obra como si todo dependiera de tí
y reza como si todo dependiera de Dios.
Se feliz..!



Fraternalmente,




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Huellas de S.H.Payer



Dominus Providebit

17 de mayo de 2012

Ideales


El ideal está en ti; 
el obstáculo para su cumplimiento también.
Thomas Carlyle
Paz y bien

Con un ideal en tu vida, te sentirás feliz y pisarás más fuerte en tu vida. Un ideal que polarice todos tus esfuerzos y tus pensamientos; un ideal que oriente todas tus acciones... un ideal que sea el palo mayor de la nave de tu vida.

El ideal, aunque no llegues nunca a conseguirlo, siempre te haŕa bien; al fin y al cabo, en eso consiste el ideal: en tender siempre hacia adelante; un ideal que se consigue, ya deja de ser un ideal y debe ceder el puesto a otro verdadero ideal aún no conseguido.

El hombre sin ideal es viajero sin brújula; unos hombres sin ideales son un rebaño sin pastor y sin caminos... perder el ideal es perder el rumbo y perder el rumbo es exponerse a desastres, a pérdida de tiempo y de esfuerzos... a toparse en última instancia con la desilusión... es exponerse a que el cansancio se apodere de la vida y entonces la vida ya no tiene sentido ni alicientes... ya no se ve por qué seguir adelante, ni para que.

Decía José Ingenieros: «Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor»

Los ideales son la única forma de saber que estamos vivos... el ideal como cristianos tiene que ser la Vida de la gracia... cumplir la misión del Maestro Jesús.
Vine para que tengan Vida y la tengan en abundancia (Juan 10,10)
Fraternalmente,


Dominus Providebit

16 de mayo de 2012

La sabiduría de la paciencia


Os hace falta paciencia
 para cumplir la voluntad de Dios 
 y obtener lo prometido. 
(Hebreos 10, 36)
Paz y bien

Según un proverbio turco “la paciencia es la llave del paraíso”, o sea de la felicidad y la paz interior. Paciencia es la suma de aceptación y fortaleza para afrontar los obstáculos y saber esperar. Paciencia es entender con serenidad que el mundo y los demás tienen su propio ritmo. La verdad es que sólo eres paciente con los demás cuando eres paciente contigo mismo.

La paciencia es una virtud dorada que crece en el contacto con Dios, la espiritualidad y un estado superior de consciencia. Cuando eres paciente te evitas muchos conflictos, no te alteras o te controlas antes de explotar.

Sé paciente como el agricultor que ara la tierra, siembra, riega, abona, poda y sabe esperar. Dios es paciente contigo, no te juzga, te acepta como eres y te perdona siempre. Ámalo y aprende. Todos necesitamos la sabiduría de la paciencia y la aceptación en épocas críticas.

Decía Plutarco en la antigüedad: “La paciencia tiene mucho más poder que la fuerza”. Aprende a esperar porque todo en la vida sucede a su debido tiempo, cuando es, ni antes ni después.

Ser paciente es estar en el ahora, controlarse y conservar la calma en medio de las contrariedades. Es una virtud de oro que evita conflictos estériles, te aleja del desespero y te llena de paz. La paciencia te mantiene activo, pero sereno, y no hay que confundirla con la resignación o la indiferencia.

Pacientes fueron los grandes navegantes, los exploradores y la mayoría de los inventores. Pacientes son el buen pescador, el campesino y el artista que le dedica años a una obra maestra. La paciencia te permite actuar con calma y te aleja de soluciones facilistas e inmediatistas que suelen ser funestas.
Tengamos tan sólo paciencia, vendrá, tiene que venir, el tiempo sagrado de la paz perpetua, en que la nueva Jerusalén será la capital del mundo; y hasta entonces sean alegres y animosos en los peligros del tiempo, compañeros de mi fe, anuncien con la palabra y las obras el Evangelio divino y permanezcan fieles a la fe verdadera e infinita hasta la muerte. (Novalis)
Para que la paciencia no sea un mero estoicismo, ha de ser una aceptación de la voluntad del Señor.

Fraternalmente,




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Huellas de Gonzalo Gallo


Dominus Providebit

15 de mayo de 2012

El sufrimiento que trae la paz

Paz y bien
No hay razón para buscar el sufrimiento, 
pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; 
míralo a la cara y con la frente bien levantada.
Friedrich Nietzsche

Por más que no lo quieras, en tu vida no podrás nunca prescindir del dolor; el dolor es una realidad que no depende de nosotros; se nos hace presente, queramos o no queramos... incluso se nos hace encontradizo cuanto menos lo queremos.

Pero si no podemos evitar el dolor, está en nuestras manos el saberle dar un sentido u otro, el adoptar frente a él una u otra posición, muy distintas por cierto una de otra.

Si al sufrir te enojas y protestas, con ello nada bueno consigues; solamente aumentas el sufrimiento y haces daño a tu cuerpo, alteras tus nervios y a tu espíritu en tus relaciones con Dios.

Si al sufrir aceptas el sufrimiento, le das un verdadero sentido, lo conviertes en algo positivo, eficiente, salvador y redentor de ti y de los demás... con ello te estás dignificando.

Si al sufrir llegas a amar al sufrimiento, será porque ya te has acercado a Dios y has llegado a comprender que no es posible amar sin sufrir, ni sufrir sin amar.
El sacrificio del justo es aceptado, su ofrenda memorial no se olvidará. Honra al Señor con generosidad y no seas mezquino en tus ofrendas; cuando ofreces, pon buena cara, y paga de buena gana los diezmos. Da al Altísimo como él te dio: generosamente, según tus posibilidades, porque el Señor sabe pagar y te dará siete veces más. (Eccli. 35, 6-10)
El justo ha de convertir al mero dolor en auténtico sacrificio ofrecido al Señor con amor y por amor.

Fraternalmente,



Dominus Providebit

14 de mayo de 2012

Orgullosos

Paz y bien

El canto de las rosas -cantó el poeta- es que, siendo tan hermosas, no conocen lo que son. Indudablemente, tenemos cualidades en diversos ordenes; negarlas sería ingratitud para con el Creador, de quien las hemos recibido.

Pero si somos arrogantes, si ostentamos orgullosamente nuestras cualidades, si nos atribuimos a nosotros mismos la propiedad y no el uso de esas cualidades, además de ser injustos, por atribuirnos lo que no es nuestro, demostraremos poca inteligencia, pues no habríamos llegado a comprender que eso que tenemos no es nuestro.

Las rosas no conocen que son hermosas; porque no lo conocen, por ello no tiene mérito; nosotros debemos conocer y reconocer lo que Dios ha depositado en nosotros. Pero todo eso, no para vanagloriarnos, sino para asumir la responsabilidad de hacer fructificar esas cualidades para el bien nuestro, de los nuestros y de toda la comunidad. Eso es talento.
«Humillaré esa enorme soberbia, haciendo que el cielo sea para ustedes como hierro y la tierra como bronce» (Levítico 26, 19)
Nada nos aleja tanto de Dios como el orgullo, el creernos mejores de lo que somos, el no reconocer los defectos y miserias que tenemos. El orgullo es el barro que tapa nuestros ojos y nos impide ver las cosas de Dios.

Si eres orgulloso conviene que ames la soledad. Los orgullosos siempre se quedan solos, dice Amado Nervo

Fraternalmente, 




Dominus Providebit

13 de mayo de 2012

El undécimo mandamiento


El amor es lo único que crece cuando se reparte.
Antoine De Saint Exupery

Paz y bien

6º Domingo de Pascua - B- Juan 15, 9-17

La ley del amor engloba todo el bien que podemos hacer y el que hacemos a los demás. Amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar; es decir, todo.

En nombre del amor en sus distintos niveles se han cometido todo tipo de barbaridades. Jesús nos indica que el amor de verdad, el que de verdad procede de Dios, es un amor que produce frutos de bondad.

Vivimos en el mundo donde se nos invita a centrarnos en el yo de una manera egoísta y cerrada. El yo que quiere ser uno mismo sin tener en cuenta a los demás. El yo que quiere imponerse. El yo que quiere surgir caiga quien caiga. La fe en Jesús es la exaltación del "Tú". El amor al que el Señor nos invita es una relación amistosa con Dios y con los demás.

Hoy el prójimo está eclipsado por el "yo". No es malo que nos detengamos ante nuestra propia realidad, que nos examinemos interiormente con frecuencia, y que mantengamos ese tan necesario diálogo interior con nosotros mismos. Tenemos que dedicarnos tiempo al "yo", pero que no nos absorba totalmente. Las personas que viven excesivamente pendientes de sí mismas tarde o temprano caerán en neurosis y angustias de todo tipo. El ser humano está llamado a mirar y vivir en su exterior para completarse en su interior.

La vida cristiana es ni más ni menos que la respuesta al amor de Dios que nos ha llamado a la fe, una respuesta que no debe ser desde el miedo ni la tensión de quien se siente amenazado. La respuesta al amor de Dios debe ser el amor a Él y a los demás, como amigos y hermanos. El amor borra las distancias y establece la igualdad que es la condición de la amistad.

El Señor nos ha comunicado la intimidad con Dios, nos ha dado acceso a su pensamiento y nos ha abierto su corazón. Esta relación amistosa no es para que nos convirtamos en personas obsesivas, llenas de trampas interiores. Jesús nos salva incluso en lo más profundo de nuestra intimidad, de ahí que nuestra relación con Él sea de amistad profunda... el cristiano debe vivir de tal manera que enseñe a los que le rodean lo que es el amor a Dios y a los demás.

Como dice la Madre Teresa de Calcuta... “El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio”

Fraternalmente,




Dominus Providebit

12 de mayo de 2012

María... acuérdate

«Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1, 39-40)
Llamemos a María, nuestra mamá del cielo, que venga presurosa a visitarnos en medio de nuestras oscuridades y amarguras, así como lo hizo con su prima Isabel; que nos ayude a recibir a Jesús en nuestras vidas, nos auxilie, nos proteja y haga crecer en nosotros la fuerza de su amor.

Acuérdate, ¡piadosísima Virgen María!,
que jamás se ha oído decir ninguno
de los que han acudido a tu protección
reclamando tu asistencia e implorando tu socorro,
haya sido abandonado por Vos.
Animado con esta confianza,
a Vos también acudo, ¡oh Virgen! Madre de las vírgenes,
y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me animo a presentarme ante Ti.
No desoigas mis súplicas ¡oh Madre de Dios!
antes bien escúchalas y acógelas, benignamente. Amén

Fraternalmente,



Dominus Providebit

11 de mayo de 2012

El amor, perfección de Dios


El amor es el olvido del yo.
Henry Frédéric Amiel

Si yo hablara todas las lenguas de los hombres
y de los ángeles y me faltara el amor,
no sería más que bronce que resuena y campana que toca.

Si yo tuviera el don de profecía,
conociendo todas las cosas secretas...
con toda clase de conocimientos,
y tuviera tanta fe como para trasladar los montes,
pero me faltara el amor... nada soy.

Si reparto todo lo que poseo a los pobres
y si entrego hasta mi propio cuerpo... pero no por amor,
sino para recibir alabanzas, de nada me sirve.

El amor es paciente, servicial y sin envidia.
No quiere aparentar ni se hace el importante.
No actúa con bajeza, ni busca su propio interés.
El amor no se deja llevar por la ira,
sino que olvida las ofensas y perdona...
Nunca se alegra del algo injusto
y siempre le agrada la verdad.
El amor disculpa todo;
todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta

El amor, nunca pasará...
Pasarán las profecias, callarán las lenguas...
y cuando llegue lo perfecto... lo imperfecto desaparecerá





Fraternalmente,



Dominus Providebit

10 de mayo de 2012

El saber callar

Paz y bien
Eclesiastés 3, 1-7

Es todo un arte... cuando, donde y como se debe callar. Ese arte no lo enseña ni la ciencia, ni la reflexión, sino la propia vida. Uno se arrepiente más de hablar que de callar, aunque a veces será una obligación el que hables y callar entonces será para ti vergonzoso.

Calla cuando debes callar; jamás hables cuando no debas hablar o cuando no sea prudente que hables; espera el momento oportuno, para que entonces tu palabra sea beneficiosa... mientras tanto, conserva tu silencio. Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro, dice Albert Camus

Calla cuando estés nervioso, apasionado, no dueño de ti mismo, muy irritado o indignado; no es el momento, no es la circunstancia propicia para que hables; en esos casos el silencio es la única actitud que puedes tomar; si hablas, te arrepentirás... más tarde o más temprano... ¿para que hacer algo de lo que luego deberás arrepentirte?
“Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerlo bajo el cielo... un tiempo para callarse y otro para hablar.”
Calla, pero que tu silencio no sea hostil, sino amable; que calle tu boca, pero que tu rostro hable con la sonrisa de la bondad y de la comprensión. Las grandes elevaciones del alma no son posibles sinó en la soledad y en el silencio... como dice Ernest Hemingway “...se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.”

Fraternalmente,



Dominus Providebit

9 de mayo de 2012

Por el peso de la verdad


Paz y bien
Efesios 4, 1-3

Razonamos con frecuencia; no tan frecuentemente tenemos razón; porque son dos cosas muy distintas razonar y tener razón.

Razonamos cuando discurrimos y defendemos nuestra posición, damos argumentos para hacer ver que nuestra actitud es la más correcta, la más conveniente, la única que debe imponerse. Eso es razonar: dar razones, presentar argumentos.

Pero no siempre que razonamos tenemos razón; porque a veces nosotros hasta nosotros mismos sospechamos que no tenemos razón y, sin embargo, seguimos en nuestra posición, la defendemos pese a todo.

¿Por que será? ¿No habrá allí buena dosis de soberbia, de engreimiento, de orgullo que nos impide dar el brazo a torcer? ¿Y no empleamos entonces la razón, en nuestras argumentaciones, precisamente para encubrir una sinrazón?
Los invito pues, yo, “el preso de Cristo” a vivir de acuerdo con la vocación que han recibido. Sean humildes, amables, pacientes y sopórtense unos a otros con amor. Mantengan entre ustedes lazos de paz, y permanezcan unidos en el mismo espíritu.
Los argumentos siempre necesitan de la razón para ser verdaderos y honestos; la razón no siempre necesita de los argumentos, pues se impone por si misma, por su misma fuerza, por el peso de la verdad.

Fraternalmente,



___
Huellas de Alfonso Milagro cmf

Dominus Providebit

8 de mayo de 2012

Compartir es convivir

Paz y bien
Hebreos 4, 15

Es mucho lo que nos queda por hacer, reemplazar el ardor de la violencia por la vehemencia del amor; cambiar nuestro viejo estilo de conquista en el apostolado por la más evangélica actitud de servicio a los demás.

Es más bello morir por una bella causa que matar por ella; es más constructivo trabajar por un día de guerra para la paz que trescientos sesenta y cuatro de paz para la guerra. Es bueno llegar a una meta, pero es mejor ayudar a otros para que lleguen con nosotros.

Es hermoso compartir el pan con el que tiene hambre, el techo con el peregrino, la capa con el desnudo, la amistad con el solitario, la alegría con el triste, las lágrimas con el que llora, la angustia del que sufre, la fe con el no-creyente.

Compartir es convivir; convivir es simplemente vivir, porque una vida que no se comparte, no se convive, no se vive... y si no se vive, se está muerto... ¡Cuántos que piensan vivir están muertos!
El Sumo Sacerdote que tenemos no es insensible a nuestra debilidad, ya que, como nosotros, ha sido probado en todo, excepto el pecado.
Pensar en los demás..., la compasión es sufrir con otro, sufrir por los demás, entregarse a los demás... todo eso no es si no imitar a Jesús. Todo amor genuino es compasión, y todo amor que no sea compasión es egoísmo.

Fraternalmente,



Dominus Providebit

7 de mayo de 2012

Dirección y propósito... sin vueltas

Paz y bien
Doloroso es el tiempo que entre dudas se pasa. (Séneca)

Haz lo antes posible lo que tienes que hacer. No dilates el cumplimiento del deber; dilatarlo, ya no es cumplirlo con perfección.

Si lo tienes que hacer, mientras no lo realices, ese deber estará grabado en tu conciencia, y por más que luego lo realices, siempre quedarás con la amargura de no haberlo cumplido a su debido tiempo.

O al menos con suficiente generosidad, ya que hacer las cosas bien, pero tarde, hasta los menos dotados las hacen; pero hacerlas pronto y bien, eso es propio de almas generosas.

Si el deber es amargo y lo realizas pronto, antes pasará la amargura y te quedará la satisfacción de haber cumplido... si es amargo y dilatas el cumplirlo, no harás sino aumentar la amargura y, por ello, sufrir sin mérito.

«El posponer es simplemente estúpido. Mañana también tendrás que decidir, así que ¿por qué no hacerlo hoy? ¿Crees que mañana serás más sabio que hoy? ¿Crees que mañana serás más vivo que hoy? ¿Crees que mañana serás más joven que hoy, más fresco que hoy? Mañana serás más viejo, tu coraje habrá disminuido. Mañana serás más experimentado, tu astucia será mayor; mañana la muerte estará más cerca. Empezarás a titubear y a tener más miedo. Nunca aplaces para mañana. Y, ¿quién sabe?, el mañana puede que venga o puede que no venga. Si tienes que decidir, tienes que decidir ahora mismo.», dice Osho.
Pensé: «Dios juzgará al justo y al criminal, porque hay un tiempo para cada cosa, y Dios juzgará las obras de cada uno. Comprobé que lo mejor para el hombre es gozar de sus obras porque esa es la condición humana. ¿Quién le dará a conocer lo que pasará después? (Ec. 3, 17 - 22)
No digas que te falta tiempo, tienes exactamente el mismo numero de horas al día que las que recibieron Helen Keller, Luis Pasteur, Miguel Ángel, la Madre Teresa de Calcuta, Leonardo Da Vinci y Albert Einstein y recuerda que el tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa.

Fraternalmente,





Dominus Providebit

6 de mayo de 2012

Sarmientos de la vid


Paz y bien

5º Domingo de Pascua - B - Juan 15, 1-8

La santidad en esta tierra no consiste en la ausencia de tentaciones, sino en tener las fuerzas ordenadas. No consiste incluso en no tener caídas, sino en levantarse siempre. Para la santidad es preciso luchar, esforzarse por hacer el bien, pero tampoco la santidad consiste esencialmente en el esfuerzo. La santidad consiste en estar unido a Cristo por la gracia.

Por el bautismo hemos sido injertados en Cristo, como una rama en una cepa, y ahora somos como sarmientos suyos. Se puede decir que por las venas de nuestra alma circula la vida de Cristo, la vida sobrenatural.

Dios ha querido asociarnos a su vida eterna y feliz, pero es preciso realizar de vez en cuando una poda porque estamos sobrados de egoísmo y de todo lo que eso implica. Quitar ramas secas y hojarasca del hombre viejo para tener más savia joven, vida nueva del Espíritu.

Permanecer en Cristo es mantenerse en constante contacto con El, donde esté: en la Palabra, vida, eucaristía, amor... y dar frutos. Los frutos no son solamente para los que nos rodean. También nuestra cercanía al Señor produce en nosotros abundantes cosechas del amor que Dios nos tiene. Si sembramos bien en nuestro corazón tendremos también frutos en él para repartir a los demás.

Fraternalmente,



Dominus Providebit

5 de mayo de 2012

Oración de protección a Maria

«Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.»
Invoquemos a María  para que ella, poseedora de la conciencia maternal de todas las luchas entre el bien y el mal, como mediadora universal y Madre de la Misericordia, sea nuestra luz y protección contra la trampa del maligno.
Santa María, Madre de Dios,
Soberana Señora de los ángeles,
a Ti se te ha dado poder desde siempre por Dios
para pisar la cabeza de Satanás.
Nosotros te pedimos humildemente
nos envíes tus legiones santas
para que bajo tu orden y tu poder
ellos persigan los demonios,
los rechacen en todas partes,
repriman sus audacias y los arrojen del abismo.
Oh! querida madre, sé siempre nuestra esperanza;
Santos ángeles y arcángeles,
defiéndannos, guárdennos.
Amén
Fraternalmente,



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Huellas del Gustavo E. Jamut


Dominus Providebit

4 de mayo de 2012

Porque Él te amó primero

Paz y bien

...No le reces a Dios mirando al Cielo,
¡mira hacia adentro!
No lo busques a Dios lejos de ti,
sino en ti mismo...
Y Dios lo buscará contigo,
porque ya te lo dio como promesa
y como meta para que tu la alcances...
No reproches a Dios por tu desgracia;
súfrela con él y Él sufrirá contigo;
y si hay dos para un dolor, se sufre menos...
No le exijas a Dios que te gobierne a golpes de milagros desde afuera;
¡gobiérnate tú mismo!
Con responsable libertad, amando,
y Dios te estará guiando desde adentro y sin que sepas cómo.
No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas;
¡respóndele tú! porque Él te habló primero...
Y si quieres seguir oyendo lo que falta,
escucha lo que ya te dijo...
No le pidas a Dios que te libere desconociendo la libertad que ya te dio.
¡Anímate a vivir tu libertad!
Y sabrás que solo fue posible porque tu Dios te quiere libre.
No le pidas a Dios que te ame, 
mientras tengas miedo de amar y de saberte amado ¡ámalo tú!
Y sabrás que si hay calor,
es porque hubo fuego
Y que si puedes amar,
es porque Él te amó primero...


Fraternalmente,



Dominus Providebit

3 de mayo de 2012

Una plegaria frente al Santísimo


Oh Jesús, dame a conocer lo que vale mi alma, para que me devore el celo que a Ti te devoraba:

- Salvar un alma es hacer una reina de una esclava...
- Salvar un alma es sacar un alma del infierno y subirla a las celestiales moradas...
- Salvar un alma es sacarle a Cristo un clavo, curarle una llaga...
- Salvar un alma es sustituir en la corona de Cristo, una espiga por una perla preciada...
- Salvar un alma es recoger una gota de sangre de Cristo, de otra manera despreciada...
- Salvar un alma es conquistar también el cielo para el que la salva...
Bendito el Señor en la bóveda del cielo... alabado y glorioso y ensalzado por los siglos de los siglos.
Fraternalmente, 



Dominus Providebit

2 de mayo de 2012

Conocer el amor de Cristo


Paz y bien
Romanos 10, 14-15
Efesios 3, 17-19

Algunos no creen en Dios porque no lo han visto nunca. Pero nunca ven a Dios porque no creen en Él ¿Cómo van a ver a quien no creen que existe?
Pero, ¿cómo lo invocarán si no han creído en él? ¿Cómo creerán si no han oído hablar de él? ¿Cómo oirán si nadie les anuncia? ¿Cómo anunciarán si no los envían? 
Un niño que juega en la plaza... aquel enfermo postrado hace tiempo, poco o mucho no importa... el mendigo que golpea una puerta buscando ayuda... el obrero que trabaja intensamente todos los días o aquel empleado que fue despedido... En todos esos y en muchos más está Dios, y en ellos debemos ver a Dios; si creemos que en ellos está Dios, en ellos veremos a Dios... y si en ellos vemos a Dios, los trataremos de una manera diferente.

Lo difícil no es tanto creer en Dios, cuanto vivir de tal forma que podamos ver a Dios, porque Dios no se hace ver sino de aquellos que poseen humildad de corazón.
Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios.
El conocimiento bíblico está impregnado de amor y no es un mero conocimiento conceptual o platónico; es un conocimiento de vida, que supone vida y lleva a la Vida.

Fraternalmente, 


Dominus Providebit

1 de mayo de 2012

Balance




Paz y bien

Hay un tiempo para cada cosa dice el Eclesiastés en el capítulo 3 contemplando una después de otra, todas las condiciones de vida del hombre, empezando por lo más seguro, que es la muerte. Destruye todas las ilusiones del hombre, que trata de olvidar la falta de sentido de su vida. Así que si todo lo que se construye ha de ser destruido ¿que le queda al hombre?.

Esta reflexión vale también para nosotros que creemos que el mundo va cambiando y que la historia tiene una dirección. Pues cada generación trabaja para las siguientes, sin aprovechar los frutos de su trabajo y de sus luchas. Y además debemos estar seguros que se presentarán, después de nosotros, nuevos problemas con los cuales los adelantos que nos parecen valiosos deberán ser considerados como dañinos.
Yo se que Dios actúa como miras a toda la duración del tiempo; a esto nada se le puede agregar ni quitar; y Dios hace que los hombres tengan respeto. Ya fue lo que es, y lo que será ya fue: y Dios recupera lo que se ha ido.
Fraternalmente,


Dominus Providebit